Massa, de cara al balotaje: gira quirúrgica, plebiscitar a Milei y la frase que prohibió en Unión por la Patria

El ministro-candidato viaja a las provincias donde aspira a crecer en la segunda vuelta. Sin actos masivos, se enfoca en el cara a cara con propuestas segmentadas. Qué piensan en su equipo sobre cómo será el debate presidencial. “Milei No”, la campaña que se viraliza.

05 de noviembre, 2023 | 00.05

Las cifras del escrutinio definitivo estiraron la ventaja de Sergio Massa por sobre Javier Milei. De cara al balotaje en estas elecciones 2023, el ministro-candidato es de los que temen en Unión por la Patria que se instale la idea “Massa ya ganó”. Atento a esto y lejos de un clima triunfalista, quiere a la tropa en constante campaña de cara al 19 de noviembre, mientras recorre provincias en las que perdió y espera recuperar terreno. Propuestas segmentadas y la apuesta al debate como bisagra de esta tercera etapa para diferenciarse del modelo de país que propone el libertario. “Milei No”, la campaña blue que se viraliza con fuertes consignas.

Un informe elaborado en el búnker de campaña y que maneja Massa sobre las transferencias electorales de las PASO a la general, muestra que el candidato a Presidente tuvo un alto porcentaje de retención de votos de la interna y que “creció fundamentalmente de los nuevos votantes o ausentes, de quienes votaron fuerzas que no llegaron a la general y de los blancos”. En el caso de Milei, sorprendió la retención pese a que en esos dos meses las consecuencias de sus controvertidas ideas quedaron más expuestas. “Más de lo pensado, incluso recibió anticipadamente votos de Bullrich”, afirman en UP. Por eso, un importante dirigente del Frente Renovador advierte en diálogo con El Destape: “Es erróneo creer que ya se ganó”.

De cara al balotaje, si bien la expectativa es positiva, proyectan una elección competitiva de acuerdo a los datos de tracking de los últimos días. “No va a ser 70-30”, avisan. En el massismo aseguran que “golpeó mal” a la candidatura de Milei el pacto de Acassuso con Macri ya que advierten que pierde electores libertarios y que por el lado de Juntos por el Cambio porque “moderados y radicales prefieren la neutralidad” y en mayor número irían a Massa. “Se apuraron y se pegó un tiro en el pie”, evalúan.

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Massa no quiere que los propios se relajen. El jueves, luego de la Asamblea Legislativa encabezada por Cristina Kirchner que proclamó las fórmulas para la segunda vuelta, reunió a diputados y senadores oficialistas y pronunció un discurso en el que hizo hincapié en la “unidad nacional con mirada federal” y avisó: “No está todo dicho, el partido termina el 19 de noviembre”. Ante la atenta mirada y escucha de la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, afirmó que lo que se plebiscita son “dos formas de gobierno: uno con valores democráticos y otro con formas antidemocráticas y autoritarias”.

Massa recorrerá en los días que le quedan de campaña las principales provincias con peso electoral. Ya estuvo en Tucumán, el viernes pasó por Mendoza y se vienen Córdoba y Santa Fe. En todas ellas mejoró entre las PASO y las generales, de hecho en “el Jardín de la República” hasta dio vuelta el resultado. Sin embargo, la que más importa y quita el sueño en el comando de campaña es Córdoba.

Si bien Schiaretti anunció neutralidad, dentro de la alianza que conformó fueron varios los dirigentes que se volcaron a pedir el voto por Massa el 19 de noviembre. Por un lado, los diputados Alejandro “Topo” Rodríguez y Natalia de la Sota. Ambos habían acompañado a Massa a Brasil cuando se reunió con Lula da Silva y desde entonces lanzaron guiños al tigrense votando a favor de los proyectos de ley que impulsaba. Se sumaron las adhesiones de legisladores, intendentes, empresarios y sindicalistas cordobeses. También el respaldo del Partido Socialista que lidera Mónica Fein, aliada de Schiaretti en las generales. 

En la provincia en la que supo tejer en 2015 una alianza política con el por entonces gobernador José Manuel de la Sota cuando se embarcó en su primera aventura presidencial, fue donde más creció entre ambas elecciones (+72%). Así todo, quedó cuarto el 22 de octubre. Pese a ello, en UP son conscientes de que no será posible revertir el resultado por la amplia diferencia en favor del libertario, Sin embargo, aclaran: “Sabemos que no vamos a ganar, pero una cosa es perder 80-20 o 70-30 y otra es perder 60-40”. Para acortar esa distancia, Massa deberá apelará a De la Sota y pondrá a prueba su capacidad  para interpelar  a un electorado que , en su mayoría, se muestra antikirchnerista, “Vamos a ver si los cordobeses están dispuestos a votar a un loco”, sugieren un massista desde la primera hora a El Destape.

Tanta importancia le da a Córdoba que le dedicará el lunes y el martes. El mismo martes también podría ir a Santa Fe. Su potencial agenda de recorridas se reparte también entre el Litoral y el conurbano bonaerense. Para los últimos días antes de la veda no se descarta que vaya a Río Negro y Neuquén. Luego quedará el cierre de una extensa campaña que, aunque todavía no hay nada en carpeta, se estima que no habrá un acto masivo. La ausencia de masividad en las actividades es una decisión para esta tercera campaña. “Es tiempo de propuestas y no de dirigentes. Hay que hablarle al votante”, describen en el equipo de campaña.

A todas sus recorridas, Massa lleva propuestas segmentadas según el sector al que se busca interpelar. Entre otras, en lo que respecta al trabajo, cuya vocería de campaña sumó a Julián Domínguez para esta etapa, en la semana anunció que personas con pensión por discapacidad podrán acceder al mercado laboral, una modificación en los planes sociales para promover empleo y la presentación a trabajadores de aplicaciones de delivery de un plan para brindarles ART, obra social y jubilación. Este último grupo es clave en la disputa del electorado con Milei.

A la campaña de UP que lo tiene Sergio Massa como protagonista, con la promesa de “la unidad nacional” por sobre un partido en particular y con la idea de contraponer “orden o caos”, se le sumaron una serie de videos que se viralizaron en los últimos días y que toman las distintas premisas que baja el catalán Antoni Gutiérrez Rubí y que terminan en un mismo razonamiento: “Milei No”.

Las piezas audiovisuales, cortas y con consignas simples y directas, apuntan a la contradicción del libertario por su discurso anti casta que quedó obsoleto por la reciente alianza con Mauricio Macri y parte del PRO. Otro de la misma saga impacta por su crudeza al alertar sobre las consecuencias de las medidas de Milei y su violento discurso lleno de insultos. Cierra así: “Por una Argentina sin discriminación. Milei No”. No se difunden por canales oficiales y en el equipo de campaña de UP aseguran que “en todo el país aparecen iniciativas creativas autónomas”, pero el sello de los gurúes brasileños liderados por el jefe de campaña de Lula da Silva en la elección que le ganó a Jair Bolsonaro, Edhino Silva.

 

Tras una semana en la que en el búnker de UP se siguió de cerca la falta combustible en estaciones de servicio, un tema que llega a la mesa de un universo con el que el tigrense siempre sintonizó como la clase media, se analiza la táctica para afrontar el debate. Con la seguridad de que los dos anteriores tuvieron un impacto positivo, Massa se enfocará en las propuestas, se mostrará presidencial y serio frente para contrastar con un Milei de formas extravagantes y con una programa de gobierno que, según el PRO, está condicionado por Macri aunque el libertario advirtió que no renunciará a su política económica. Sin entrar en el ataque personal, el equipo que aborda los distintos ejes temáticos busca exponer la defraudación ideológica que sufrió el votante libertario por el acuerdo con "la casta" macrista.

El objetivo de Massa en el balotaje es plebiscitar  a Milei, a quien le ganó por 1,8 millones de votos según el escrutinio definitvo, El mensaje de ambos es escuchado por 9,5 millones de votantes “huérfanos” que en las generales eligieron otras opciones. El movimiento de Macri sacudió el tablero y restará saber cuál será el impacto de una unidad a base de antikirchnerismo. Ninguno de los candidatos se confía y la atención de ambos pasa por evitar errores no forzados.