El ministro de Economía y candidato a la presidencia por Unión por la Patria (UP), Sergio Massa, se impuso en la primera vuelta de las elecciones generales con el 36,48% -con el 95% de los votos-. Entre banderas que flameaban, bombos y cánticos de “Massa presidente”, el candidato subió al escenario. De fondo, sonó “Tierra santa”, de Trueno, y un Massa visiblemente emocionado comenzó su discurso. Lo primero que hizo fue llamar a “un tiempo de reflexión” de ahora hasta la segunda vuelta, que se disputará el próximo 19 de noviembre cuando se deberá enfrentar al candidato ultraderechista Javier Milei (La Libertad Avanza).
El candidato llegó al búnker en el Complejo C, en Chacarita, después de las 20 junto con su familia. Entre cánticos de “ponga huevos, en noviembre, cueste lo que cueste, en noviembre tenemos que ganar” y “Sergio querido el pueblo está contigo”. "Quiero convocarlos a que tengamos la capacidad de poder poner punto final a la idea de la destrucción del otro, del amigo-enemigo, si hay algo que quedó claro en esta elección es que la grieta se murió y empieza una nueva etapa en mi gobierno", manifestó ante el público.
Comenzó su discurso con mesura: pidió reflexión a la militancia que lo escuchaba atenta y pidió “hablarle a todos los argentinos y argentinas”. Ese fue el momento de los agradecimientos, tanto para los 25 millones de argentinos que se acercaron a las urnas durante la jornada. “A 40 años del nacimiento de nuestra nueva era democrática, de alguna manera los argentinos manifiestan, abrazan, este sistema, como un sistema para elegir a quienes gobiernan”, dijo.
Como cada vez que se expresaron, desde el búnker las autoridades como les candidates, agradeció a quienes trabajaron durante la jornada electoral.
"Me tocó ser la cara, pero no tengan ninguna duda que la fuerza en la voluntad en el compromiso de punta a punta de nuestra Argentina encontré, que en cada uno de ustedes estuvo la energía que nos permitió que creciéramos casi 15 puntos desde la primaria a hoy", dijo. Massa, además, hizo referencia la "situación compleja que atraviesa el país" y a quienes, más allá de eso, depositaron la confianza en quien será el sucesor de la gestión actual. "Sin embargo, creyeron que éramos la mejor herramienta para después del 10 de diciembre empezar a construir una nueva etapa para la historia política argentina", dijo.
Fue en ese punto, que se dirigió a quienes no optaron por la fuerza oficialista en esta ocasión: A los que votaron en blanco, que a lo mejor, con desesperanza o con bronca se quedaron en su casa, a los argentinos y argentinos que lo eligieron a Myriam (Bregman, candidata por el FIT-U), a Juan (Schiaretti, por Hacemos por Nuestro País)... Quiero hablarle, a esos miles y miles de radicales que a lo largo y ancho de la Argentina comparten con nosotros valores democráticos, como la educación pública, la independencia de poderes, como la construcción de valores institucionales, que la Argentina merece y se merece, pero también quiero hablarle a aquellos que eligieron otra opción pensando en la necesidad de tener una Argentina en paz, con orden, una argentina sobre la base de construcción de valores democráticos, de respeto a las instituciones, esos que quieren un país sin incertidumbres y con certezas, a todos ellos quiero decirles que voy a hacer el mayor de los esfuerzos a lo largo de los próximos 30 días para ganarme su confianza".
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El candidato se comprometió a "construir una Argentina" con "más orden, más seguridad y con reglas claras frente a la incertidumbre". "Construir una patria en la que, sin dudas, tengamos al capacidad de que nuestros hijos puedan elegir ir a la escuela con una compu y no con un arma en la mochila", remarcó en referencia a las propuestas que hace su contrincante para liberar la compra de armas.
En cada parte de su discurso buscó desandar las propuestas de su contrincante: habló de educación pública, ante la iniciativa de ofrecer "vouchers" para ir a las escuelas -que, en caso de que gane Milei, sería bajo un sistema privatizado-; habló de industria nacional ante la "apertura indiscriminada de importaciones"; así como de "construir un régimen laboral moderno que abrace a las tecnologías sin renunciar a derechos conquistados".
Además, se refirió a la situación de las provincias: "Más coparticipación para las provincias, más desarrollo para el norte y la patagonia", prometió. Hizo eje, también, en la "recuperación de la moneda y el crédito hipotecario" y, otro público que sumó que, dijo, no son un número: "Incluir a las personas con discapacidad".
En otro apartado de su intervención reconoció la necesidad de "mejorar el ingresos en salarios". En ese sentido, planteó que durante su gestión -en caso de ser presidente- se consolidará un sistema público de cuidados y que será "el presidente del trabajo y de la seguridad".
Para el cierre de su acto dentro del búnker, Massa invitó al escenario -en el que sólo estuvo él con un fondo de pantalla con la bandera argentina- para que subieran su compañera y titular de Aguas y Saneamientos Argentinos, Malena Galmarini, sus hijos y, también, su compañero de fórmula, el actual jefe de gabinete, Agustín Rossi, también con su familia. "Cada uno de nosotros y nosotras lo mejor que tenemos es nuestra familia, es el lugar donde compartimos sueños, esperanzas, les pedí a ellos que me acompañen porque entiendo que la Argentina es una gran familia que lo que necesita es alguien que trabaje 24x7 protegiéndola".
Al terminar, sobre el filo de la medianoche, salió para hablarle a la militancia que esperaba en la calle: "Fueron el combustible que cuando pensaba cada día la campaña sentía en el abrazo, en la caricia, en el aliento de cada uno de ustedes y de otros miles y miles que no están acá, sentía que podíamos encarar este sueño", dijo. A continuación, les hizo un pedido: "Desde mañana, el doble de humildad, frente a los que nos atacan, nos agreden, nos insultan, frente al odio, amor por Argentina", propuso.
Aún así, intentó llamar a la calma: "Todavía quedan 30 días, el 19 de noviembre tenemos que definir si construimos un país que abrace a todos o el país del sálvese quien pueda".
Unos minutos más tarde, Massa le habló a la militancia que esperaba en la calle: les pidió "humildad" y militancia de cara al balotaje. Ante el cántico de "el que no salta es un inglés" respondió que "no hay duda de que las Malvinas, son y fueron argentinas" y se comprometió a trabajar para que el próximo año el Papa Francisco visite la Argentina. "No hay duda de que frente a los que plantean el sálvese quien pueda vamos a construir un Estado protector y presente en los rincones de la Argentina".
"Así como la noche que nos juntamos en la primaria y nos juramos que la íbamos a dar vuelta y la dimos vuelta, con humildad, con compromiso, con fervor por nuestra patria, abrazando al que piensa distinto, barrio por barrio, casa por casa, fábrica por fábrica. Vamos a construir una nueva mayoría, mostremos que somos más los argentinos que amamos nuestra patria, viva la patria, viva Argentina".