Los 5 datos poco conocidos de la vida de Juan Grabois: militancia, catolicismo y CFK

Cercano al Papa, el precandidato a Presidente de Unión por la Patria comenzó su vida política cebando mates a cartoneros. Su historia de encuentros y desencuentros con la vicepresidenta Cristina Kirchner.

25 de julio, 2023 | 10.24

Juan Grabois, de 40 años, anunció su precandidatura a Presidente para las elecciones 2023 el pasado 23 de junio, al filo del cierre de listas. Es abogado, dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) e integrante del Frente Patria Grande. Se autoproclama como “hijo del 2001” en términos políticos y desde ese lugar disputa el lugar dentro de la alianza de Unión por la Patria (UP) por la lista Justa y Soberana, en la que comparte binomio con Paula Abal Medina. En esta nota algunos datos que no conocías.

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Juan nació y se crió en San Isidro, zona norte de la provincia de Buenos Aires. Se independizó en 2001. Es hijo de Roberto “Pajarito” Grabois, militante peronista, fundador en los sesenta del Frente de Estudiantes Nacionales, una agrupación que facilitó el salto de muchos universitarios desde la izquierda hacia el peronismo. De origen judío, viró desde el guevarismo al peronismo ortodoxo, sin llegar a ser parte de Guardia de Hierro. Su mamá es Olga Gismondi, una pediatra recibida en la Universidad Católica de Córdoba, jubilada. Desde que era chico, Juan mantuvo una relación fría y trabada con ellos, pero logró hacer las paces. Tanto así, que, en una nota en 2017, contó que son ellos quienes le compran la ropa que usa día a día. "Me cuesta entender el atractivo que genera la ropa en la cultura popular", dijo, en ese entonces a Anfibia.

Pasó por distintos colegios y en el Instituto Libre de Segunda Enseñanza (ILSE) -que rankea en prestigio con el Colegio Nacional Buenos Aires o el Pellegrini- se conoció con su esposa -cuyo nombre es difícil de rastrear-. Con ella tiene una hija y dos mellizos. Juan terminó sus estudios en el Colegio Godspell, de San Isidro, en una familia de “buena posición económica”, como él mismo reconoció. Se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de Licenciado en Ciencias Sociales en la Universidad de Quilmes.

El precandidato reconoce su formación política, por su historia familiar y su propio recorrido, de base marxista con influencias católicas y peronistas. Entre el año 2014 y 2016 vivió en San Martín de los Andes, Neuquén, y volvió en pleno macrismo cuando se discutía la Ley de Emergencia Social. Ofició de docente de estudiantes de la escuela ORT, de Ciudad de Buenos Aires, telemarketer, vendedor técnico y tuvo distintos cargos docentes en varias instituciones. Trabaja como docente de Teoría del Estado en la Facultad de Derecho de la UBA.

Militancia

En 2001, a sus 18 años, Grabois pasó de un “departamentazo” con vista al Botánico -en pleno barrio pudiente de la Ciudad de Buenos Aires- a un dos ambientes en la esquina de Bulnes y Cabrera, una zona no mucho menos austera. En esa esquina, en el límite de los barrios de Almagro y Palermo, comenzó su militancia. Allí, llegaban familias enteras a revolver y separar la basura, una actividad que en ese momento era ilegal, pero que de igual manera ejercían unas 120 mil personas sólo en la Capital. Grabois, junto a amigos, que les llevaba mate cocido y panchos, se ganó la confianza de algunos referentes, los visitó en sus casas, en villas porteñas y del conurbano. Tras las charlas, sintetizó una agenda de reclamos: pecheras, subsidios, camiones, guarderías y la legalización de la actividad. Siete meses más tarde, 15 personas fundaron el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), reseñó Andrés Fidanza, en Anfibia. En 2002, en parte gracias al empuje del MTE, la Legislatura porteña sancionó una primera norma que los sacaba de la marginalidad formal. Ya bajo la gestión de Mauricio Macri como alcalde, a partir del 2007, se consolidó el reconocimiento hacia los cartoneros, organizados en cooperativas.

En 2011, creó junto a otras organizaciones la Central de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), “una organización gremial independiente de todos los partidos políticos, representativa de los trabajadores de la economía popular y sus familias”.

Relación con el Papa y el catolicismo

La relación entre Grabois y el Papa Francisco es uno de los datos que más circula sobre su vida. Su vínculo, contó el precandidato, comenzó en 2007 con una carta que le envió para invitarlo a una actividad a lo que el entonces cardenal Jorge Bergoglio respondió con un llamado verse personalmente. Su relación se volvió tan estrecha que, en junio de 2015, fue nombrado consultor del Pontificio Consejo de Justicia y Paz; y desde abril de 2021, en el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, algo así como el “ministerio social del Vaticano” en el que se fusionó el anterior ente. Ese organismo fue creado en 2016 a partir de la reforma en la curia romana impulsada por Francisco -y resistida por algunos purpurados a los que el Papa no identifica- tiene como objetivo ocuparse de todo lo relativo con “las migraciones, los necesitados, los enfermos y los excluidos, los marginados y las víctimas de los conflictos armados y de las catástrofes naturales, los encarcelados, los desempleados y las víctimas de cualquier forma de esclavitud y de tortura”.

Siempre que puede sacar a relucir su formación católica con citas a la biblia, está en contra de la despenalización y legalización del aborto -postura que manifestó cuando se discutió la ley en el Congreso- y en su programa tiene como iniciativa “el repoblamiento de la Patria”.

Juan Grabois con el papa Francisco.

Una promesa: “Hasta que Macri pierda”

En 2019, el actual precandidato hizo un Facebook live y reveló por qué no se cortaba el pelo. "Hice una promesa, hasta que Macri no pierda definitivamente no me corto el pelo. Así que espero que en octubre pueda ir con mis queridas compañeras de la peluquería de Constitución y hacerme un corte porque ya me está molestando", dijo el líder de la CTEP en septiembre de 2019.

El 11 de febrero de 2020, en un móvil de Crónica, hizo gala de su nuevo look y ante el conductor del programa afirmó que había cumplido su promesa. Para ese entonces el exmandatario había sido derrotado en la segunda vuelta y, el presidente, Alberto Fernández, ya había asumido su mandato.

Indulto a Cristina Kirchner

“Más allá del gobierno hay una decisión del sistema de que ella vaya presa”, dijo en una reciente entrevista con Perfil. Según dijo, la vicepresidenta es “un estorbo para la omnipotencia de los famosos tres o cuatro vivos que cuando la Argentina crece se la llevan en pala y cuando no crece descargan su crisis sobre los laburantes, sobre la gente común”. En ese momento, ante la consulta de que si fuera presidente la indultaría, su respuesta fue tan sintética como contundente: Sí.

Cristina Kirchner junto a Juan Grabois.

“No tiene que haber persecución judicial para nadie. Para ninguno. Ni para los macristas, ni para los kirchneristas. No tiene que haber persecución judicial. Entonces terminemos con la persecución judicial que va a ser algo que descomprima la crispación por tonteras”, explicó. Pese a su explícito apoyo, durante los gobiernos kirchneristas, el dirigente del MTE mantuvo fuertes críticas con las gestiones tanto de Cristina como con la de Néstor, lo que despertó la antipatía entre algunos ministros del momento. En 2018, de todos modos, conformó el Frente Patria Grande, con la expresa idea de apoyar la candidatura de CFK para ese año. En la actualidad, como se sabe, están dentro de Unión por la Patria.