"Nos hicieron creer que era imposible dar esta pelea. Cayó el Imperio romano cómo no vamos ser capaces de ganarle a Juntos por el Cambio (JxC) en la Ciudad. Quién dijo que es imposible", arengó el precandidato a jefe de Gobierno por Unión por la Ciudad (UC-Unión por la Patria -UP), Leandro Santoro, ante un Gran Rex colmado de militancia. Desde el escenario, Santoro hizo énfasis en sus propuestas y promesas de campaña, así como en el "bloque de poder" que representa el oficialismo a nivel local. No estuvo solo. Junto a él estuvieron el precandidato a presidente por UP y ministro de Economía, Sergio Massa; y su compañero de fórmula el jefe de Gabinete y precandidato a vicepresidente, Agustín Rossi. También acompañaron las cabezas de las listas para la Ciudad y para el Congreso Nacional: el actual ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens; y la precandidata a renovar su banca Paula Penacca. Presentados como "la alternativa" para la Ciudad la campaña que se rigió bajo la consigna una Ciudad “más humana y más justa”, la alianza porteña de UP busca consolidarse en la cuna de la opositora alianza Juntos por el Cambio (JxC) y superar el techo histórico del 30% del peronismo en el distrito.
La previa
La militancia se concentró temprano en la tarde en las inmediaciones del emblemático teatro porteño. Mientras resonaban bombos y rock nacional -desde los Redonditos de Ricota pasando por Viejas Locas hasta Pedro y Pablo- aprovecharon para hacer una volanteada.
Allí, mezclado entre la gente al paso, estaba el referente del Frente Renovador porteño, Juanjo Tufaro. Ante El Destape, el dirigente destacó la unidad conseguida en este territorio, que se conoció al filo del cierre de listas el pasado 24 de junio: "Eso nos va a dar el empuje para la recta final de la campaña", sostuvo y manifestó que, según su visión, se logró interpelar a les porteñes con una agenda -que tomó como propia- con eje en la vivienda, el ambiente y el transporte que podría llegar a romper con el "voto útil" que resonó en los últimos días que llama a votar en la interna de Juntos por el Cambio (JxC) "para sacar al macrismo". En ese camino, avizoró una gran elección con "los dos candidatos que van a ser más votados" tanto en Nación, con Massa, y en Ciudad, con Santoro.
“Amamos la política queremos una nueva ciudad para la gente queremos sacar estos 16 años de no gobierno que va contra de los intereses de la gente”, dijo ante este medio Teresa Notario, de Los Irrompibles, agrupación que lidera el precandidato. Ella aseguró que cree que Santoro “la alternativa, porque es humanista y pone al ser humano en el centro de la política”. Es migrante paraguaya y, aunque hace 50 años va y viene a su país, esta es la primera vez que votará y actuará como fiscal. Junto a ella, Giovanna Hinojosa, también migrante, pero de Bolivia, consideró que aún faltan propuestas para esta comunidad y que “no se tiene noción” de la influencia que pueden tener.
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Adentro del teatro, al ritmo de Wos y La Delio Valdez, la militancia -La Cámpora, Los Irrompibles, La Corriente Nacional y Unidos y Organizados, entre otras organizaciones presentes- ubicada en la popular agitó aplausos y las consignas de campaña centradas en vivienda, transporte y educación. En la primera y segunda bandeja se ubicó la diligencia nacional: las ministras de Salud y Trabajo, Carla Vizzotti y Kelly Olmos; los ministros de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus; del Interior, Eduardo Wado de Pedro; y de Ambiente, Juan Cabandié, entre dirigentes, diputades -como Leopoldo Moreau- y demás candidates.
Cuando se contaban los minutos para el comienzo del acto de cierre de campaña del precandidato de raíces radicales, irrumpieron los cánticos tradicionalmente peronistas. Un grupito en el fondo arrancó con un tímido "somos de la gloriosa juventud peronista / somos los herederos de Perón Evita / a pesar de las bombas y los fusilamientos / no nos han vencido" y terminó con la mayoría del público de pie que, con los dedos en V, se cantó la Marcha Peronista en su versión original y la que incluye a Néstor y Cristina Kirchner.
Santoro inició su carrera en la juventud radical alfonsinista y se desafilió del partido cuando la Unión Cívica Radical (UCR) se alió al PRO, en 2015. Es politólogo y docente en la Universidad de Buenos Aires, tiene 45 años y está casado y divorciado de la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau.
El acto
El primero en tomar el micrófono fue Lammens que se encargó de definir a sus contrincantes: Jorge Macri y Gustavo Lousteau, que se disputan la interna de JxC. "Es una campaña rara porque tenemos dos precandidatos oficialistas: uno prácticamente no hace campaña, que lo único que tiene como objetivo es conservador la dinastía Macri", señaló. "El otro parece que se acaba de bajar del avión y se acaba de enterar de que faltan vacantes, que hay problemas en educación, cuando es el principal referente de la oposición", crítico.
A su turno, Penacca saludó y agradeció a la militancia. "Es una pelea muy difícil, pero que la venimos llevando pero muy bien", dijo. "Nos construimos de verdad como alternativa, tanto es así que les impusimos nuestra agenda, que no es la nuestra sino que tuvieron que salir a hablar de los problemas reales de la gente, como la derogación del Código Urbanístico, que propuso Leandro", señaló y siguió por otros ejemplos a los que tuvieron que fueron eje de discusión y réplica en los últimos días. Como ser la venta de tierras públicas, los derechos para las y los inquilinos y la regulación del alquiler temporario.
"Ellos son más ajuste represión y pasado nosotros somos futuro y derechos", precisó la precandidata a renovar su banca en el Congreso.
Al grito de "Chivo, Chivo", en honor a su pseudónimo, Rossi, subió al escenario y habló ante un público que lo escuchó atentamente. Desde allí, llamó a "ideologizar" la campaña y a dar la discusión política, convocó a las urnas y advirtió que la "apatía" y el "escepticismo no son buenos estados de ánimo para ir a votar". También hizo énfasis en la necesidad de aprovechar el escenario el electoral para "acumular el poder político" que se necesita para "producir las transformaciones sociales que le cambien la vida a la gente". Y, así, además, "forzar el ballotage y llevarlo a Leandro a la jefatura de Gobierno".
"Nosotros somos un movimiento que desparrama amor. Ellos son un movimiento que derrama odio", definió el precandidato a vicepresidente. Santoro llegó tras la presentación de Rossi. En 20 minutos dio un discurso que fue in crescendo. Empezó por el motor que tiene la militancia para salir a las calles, hizo un repaso por sus propuestas y promesas, algunas de las ya mencionadas, como derogar el Código Urbanístico y otras como profesionalizar a las enfermeras y enfermeros, "auditar los negocios corruptos" de la actual gestión, prohibir la venta de tierras públicas, derogar la venta de Costa Salguero, garantizar vacantes en las escuelas públicas y construir más líneas de subte.
Definió su candidatura como una propuesta que "surge desde abajo" para "rebelarse contra todo aquello que parece dado", sostuvo. "Quiero un estado social que no sea la rueda de auxilio del pobre quiero un estado para igualar las condiciones, que achique las brechas de desigualdad", dijo.
"Peleamos contra un sistema un bloque de poder, contra los intereses del juego, de las constructoras, las concesionarias, contra quienes financian la campaña de JxC para seguir teniendo al Estado en beneficio propio", dijo para despertar a la militancia que avizoraba el final del acto. "Nos hicieron creer que era imposible dar esta pelea. Cayó el Imperio romano cómo no vamos ser capaces de ganarle a JxC en la Ciudad. Quién dijo que es imposible", arengó, tras reconocer su raíz radical y al público peronista "todos hisjos de la militancia popular".
"Muchos de ustedes provienen del peronismo, tienen prohibido decir que es imposible, son los hijos de la resistencia peronista", les retrucó e hizo un repaso por distintos hitos de la historia reciente que se construyeron y vivieron durante los mandatos de Raúl Alfonsín, así como de Néstor y Cristina Kirchner en materia de derechos humanos: el juicio a las juntas, la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, entre otras.
El cierre, como era de esperar, estuvo en las manos de Massa. El precandidato a presidente cerró así su jornada en la que participó de cinco actos: "El deseo de transformar lo imposible en posible es lo que va a permitir tener al candidato más votado en la Ciudad de Buenos Aires", aseguró. "Quedan cinco días, hay que ir barrio por barrio, casa por casa, familia por familia, decirle a cada uno de sus compañeros y amigos que nos faltaron logros, pero hay que seguir para adelante, porque para atrás está la violencia, el endeudamiento el odio. Para adelante, está la Argentina del progreso y del amor".
A la salida, Lorena Manna, de Los Irrompibles, se encargó de sintetizar lo que se vivió en este cierre de campaña: “Emoción”, dijo para ponerlo en una sola palabra. “Cada uno de los candidatos es un valor increíble y creo que Leandro sabe representar muy bien el interés que tiene la Ciudad y, aunque costó, desde todos los espacios políticos en Leandro se sintetizaron todas las propuestas”.