En Juntos por el Cambio, después de unas PASO que todos calificaron como dañinas, los distintos sectores se encontraron en fotos de unidad para mostrar un abroquelamiento contra el kirchnerismo. El Gobierno, enemigo originario de la alianza, se mantuvo como el principal contrincante aún frente a un Javier Milei en crecimiento y todo discurso de la coalición se centró en la necesidad de ponerle un límite en las elecciones 2023. En la Ciudad de Buenos Aires, donde el PRO cree mantener la supremacía, no se mostró como una obligación y la foto entre los dos candidatos a jefe de Gobierno todavía no pudo concretarse.
“No tengo información nueva sobre este tema”, apareció como una frase bastante repetida, de un lado y del otro, ante la búsqueda de una imagen que muestre a Jorge Macri y Martín Lousteau en una misma caminata de campaña. La dificultad no solo radica en la problemática relación entre ambos sino también en los dichos agresivos del ex presidente, Mauricio, contra la UCR, puntualmente el espacio de Evolución.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
El ex presidente los acusó de haberse “contagiado” de “populismo” y fue la gota que rebalsó el vaso. Emiliano Yacobitti, cabeza de ese sector de la UCR, le retrucó de la misma manera y los vínculos quedaron realmente tensos. Los choques se intensificaron cuando Mauricio los señaló por haberse "enredado" con Sergio Massa. La relación, evidentemente, no podrá seguir así en el futuro próximo.
Hasta el 22 de octubre, Juntos por el Cambio será imprescindible para todos porque cada sector tiene legisladores, diputados, senadores, comuneros, concejales e intendentes en juego. Después de esa fecha, cualquier cosa puede pasar. A lo sumo, la incertidumbre podría estirarse un poquito más en caso de llegar a un balotaje que apareció lejano.
La foto que no llega
Si no aparecen sobre la mesa algunas “pretensiones” del radicalismo, no habrá foto de unidad en la cuna del PRO y en el único distrito en que no se consiguió la imagen. Esas pretensiones apuntan a construir un Juntos por el Cambio más alejado de las ideas de Javier Milei. El acercamiento y coqueteo de Mauricio con el libertario, y el discurso cada vez más endurecido de algunos actores de la coalición, no cayó simpático.
Se empezó a ver la posibilidad de un acercamiento entre los dos sectores en caso de que Patricia Bullrich no llegue al balotaje y, al menos, un sector del radicalismo no quiere estar ahí. Se vio que una parte del PRO tampoco estaría a gusto en una mesa compartida por los libertarios.
MÁS INFO
Entonces, “más allá de los lugares” que por supuesto interesan a los partidos políticos y se ponen en juego en las elecciones, el debate interno apareció más profundo. Se orientó a una “cuestión programática e identitaria” que no sólo es un problema que identificaron en Capital Federal sino también en la Nación.
Hasta que eso no ocurra, se evadirá la unidad aunque no por eso no trabajen en conjunto. Hubo algunos acercamientos, como ya contó El Destape, pero Evolución, en CABA, no encontró el protagonismo esperado y se sintió como un mero consultor externo de una gestión ajena. Muy al estilo de Mauricio en el 2015.
La interna en la UCR
Desde el equipo macrista empezaron a ver cierta división en las filas radicales. Algunos que ya dijeron que acompañarán a Jorge, otros que probablemente se empiecen a vincular con Unión por la Patria e incluso algunos dolidos en Buenos Aires después de unas PASO sangrientas. En la CABA, encontraron que pocos de Evolución decidieron participar de los encuentros a los que fueron convocados.
Este malestar podría ponerle fin a lo que construyó Horacio Rodríguez Larreta en estos ocho años de gestión, un gobierno de coalición en el que los socios encontraron su lugar en la administración porteña. Eso es lo que el radicalismo quiere mantener y Macri no pareciera escuchar del todo, bajo el gran ascendente de Mauricio.
El enojo podría ser aprovechado por Leandro Santoro. La falta de cohesión en Juntos por el Cambio abre grietas inesperadas. Para el candidato de Unión por la Patria, el 27% de los votos de Lousteau no representan un voto duro del radicalismo y, como tal, podría repartirse. Entonces, buscará interpelar a ese sector bajo la base de la “sensibilidad”, según contó en El Destape Radio.
Lousteau tuvo una muy buena performance en la zona sur y, especialmente, oeste de la Capital Federal. Sectores en los que UP se concentrará para captar a ese electorado. Sin embargo, no será una estrategia geográfica sino transversal a toda la Ciudad. “Se trata de pensar una ciudad humana, una ciudad justa”.
“Parte del electorado de Lousteau se debe haber sentido ofendido cuando Jorge Macri decía que uno de los problemas de la Ciudad era que la gente en situación de calle estaba ocupando los cajeros automáticos”, sostuvo. Esa falta de compañerismo y empatía por el otro será uno de los ejes. De hecho, en el debate de candidatos buscó contraponer una CABA humanitaria versus una de negocios.