Elecciones 2023: la sociedad Schiaretti-Macri divide a Juntos por el Cambio en Córdoba

El ex presidente opera para desgastar a su propia coalición y beneficiar al schiarettista Llaryora. Los candidatos presidenciales apuestan fuerte a las candidaturas de Juez y De Loredo.

15 de mayo, 2023 | 00.05

El reciente acto de lanzamiento de Luis Juez como candidato a gobernador de Córdoba por Juntos por el Cambio, con la presencia de los presidenciables amarillos Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y el gobernador radical Gerardo Morales, tuvo dos destinatarios con nombre y apellido: Juan Schiaretti y Mauricio Macri.

El martes pasado, la alianza opositora le demostró al gobernador cordobés que sí quiere ganar Córdoba de la mano de Luis Juez en la provincia y Rodrigo de Loredo en la Capital. Es que la provincia mediterránea, pese a tener sólo el 9% del padrón electoral, es la plaza mayor del antikirchnerismo a nivel nacional y la cuna de Cambiemos en 2014, por lo que exponer esa pretendida victoria provincial del domingo 25 de junio, es la antesala de otros triunfos: la municipal del 23 de julio, las PASO nacionales del 13 de agosto y las elecciones presidenciales del 22 de octubre.

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En la provincia de Córdoba se elige gobernador y la alianza schiarettista lleva de candidatos a gobernador y vice a Martín Llaryora y a la radical disidente Myrian Prunotto; mientras que Juntos por el Cambio va con la fórmula Luis Juez y Marcos Carasso, presidente del Comité Provincia de la UCR, que responde al diputado macrista Mario Negri.

Feudos

“Para ganarle al kirchnerismo y sacarlo de una vez por todas, hay que ganar Córdoba”, dijo el jefe de Gobierno porteño y, mostrándose con Juez y De Loredo, apuntó: “Ganando Córdoba, ganamos el Gobierno nacional. Esta unidad es un ejemplo para todos los argentinos”.

Bullrich no se quedó atrás: “Córdoba va hacia un sistema feudal, vamos a romper esa inercia para llevar a Córdoba hacia la libertad: esta vez, no nos roban el porvenir”, aseguró la presidenta del PRO haciéndole un guiño a Juez, quien en 2007 denunció un fraude electoral a favor de Schiaretti.

El viernes, el alcalde porteño Rodríguez Larreta regresó a Córdoba, donde acompañó a Juez durante toda la mañana, al mediodía compartieron un almuerzo en la Bolsa de Comercio de Córdoba. A la tarde, ambos siguieron cada uno con su agenda, el líder del Frente Cívico hizo campaña en Leones, en el sudeste provincial; mientras que el precandidato presidencial del PRO continuó haciendo relaciones en la Capital.

En el acto de lanzamiento de la candidatura a gobernador de Juez, Bullrich, Rodríguez Larreta y Morales le marcaron a Macri que sufre el “síndrome de pato rengo” y que su influencia ya no es tal; aunque no menosprecian el poder de daño del ex presidente. En este contexto, el lunes pasado, luego de las rotundas victorias de los oficialismos en La Rioja, Misiones y Jujuy, Mauricio Macri había criticado a los votantes de esos distritos: “Son provincias manejadas hace muchos años por sistemas feudales. Ya va a llegar la libertad para ellos”.

El fundador del PRO no dijo nada que su partido gobierna la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) desde 2007 y que pretende que su primo Jorge Macri, extienda el legado familiar durante otros ocho años. Tampoco dijo que su socio político Schiaretti y su coalición cordobesista gobiernan la provincia mediterránea desde hace casi un cuarto de siglo: 2 de julio de 1999.

Romper Juntos, como en 2019

Con el pase del presidente del PRO cordobés, Javier Pretto, a la alianza schiarettista Hacemos Unidos por Córdoba para sumarse como candidato a viceintendente de Daniel Passerini en las elecciones municipales del 23 de julio, Mauricio Macri intentó hacer de nuevo la aventura de 2019: romper la versión local de Juntos por el Cambio, para beneficiar a su socio del cordobesismo.

En las elecciones provinciales de mayo de 2019, cuando Juan Schiaretti logró su tercer mandato, las encuestas del oficialismo y la oposición marcaban un empate técnico entre los sellos Hacemos por Córdoba y Juntos por el Cambio. Fue allí que Macri talló nuevamente su alianza con Schiaretti y quebró Juntos por el Cambio: el radical Mario Negri, su aliado en el armado con el radicalismo nacional fue candidato a gobernador de Juntos por Córdoba; mientras que Ramón Javier Mestre, fuertemente enfrentado con el entonces presidente jugó con la tradicional Lista 3 de la UCR. Con la ruptura de Cambiemos, Macri le pavimentó la reelección a Schiaretti.

Ambos se conocen desde los años ’80, cuando el cordobés se sumó al Grupo SOCMA, un conglomerado de empresas que nació en la pasada dictadura cívico militar que comandaba Franco Macri y se expandió como contratista del Estado.

Actualmente, Macri sigue haciendo negocios con la multimillonaria obra pública de Schiaretti a través de SuperCemento, la empresa constructora que maneja su primo Angelo Calcaterra: “No es casual que Macri se meta en la interna de Córdoba para beneficiar a Schiaretti; en 2015, Macri lo hizo gobernador a Schiaretti, y en 2019, lo hizo emperador de Córdoba. Ahora juega fuerte para romper, pero Rodrigo (De Loredo) es una persona inteligente, y los radicales, como nunca, que son un partido ávido de poder, saben que pueden volver a gobernar Córdoba con Juntos por el Cambio, no se van a dejar engrupir por estos dos tipos que lo único que les interesa es seguir haciendo negocios”, había advertido Luis Juez a fines de enero pasado en una entrevista con El Destape, luego de un almuerzo compartido con Domingo Cavallo, ex ministro de Economía de los gobiernos de Carlos Menem y Fernando de la Rúa.

Pases sin peso

El pase del presidente del PRO cordobés Javier Pretto al cordobesismo de Schiaretti fue otra de las movidas de Macri para romper la alianza local con el radicalismo y el juecista Frente Cívico. Hasta el viernes 5 de mayo, Pretto era el presidente de los amarillos provinciales, ese día cruzó de carril. Horas después, le exigieron la renuncia y lo reemplazaron por Oscar Agost Carreño. Macri y Pretto no pudieron quebrar al PRO y ni un solo militante se fue a la aventura schiarettista. Rodríguez Larreta y Bullrich se lo recordaron desde el microestadio de General Paz Juniors, mientras le levantaban la mano a Juez: “Traidor”, le regaló el porteño; mientras que la ex ministra de Seguridad fue más allá: “El que traiciona debe ser castigado por la democracia”. También dejó en claro que “nadie va a votar a traidores: se van los despojos, acá quedan los valores”.

En el acto de lanzamiento de Llaryora en Río Cuarto, hace dos semanas, dijeron presente algunos intendentes vecinalistas que se habían pasado al PRO durante el macrismo, pero ninguno, incluido Pretto, tiene base electoral.

Otra movida de Macri para fortalecer a la alianza schiarettista fue convencer a Delia Dolores Romero, hija del fallecido golfista internacional e intendente de Villa Allende, Eduardo “Gato” Romero; de saltar hacia el oficialismo provincial. “Doli” Romero va de candidata 20 en la lista sábana de legisladores provinciales de Hacemos Unidos por Córdoba.

El operador del pase de “Doli” Romero al schiarettismo fue Nicolás García, ex secretario de Gobierno durante el mandato de Romero y en la actualidad secretario de Desarrollo Social de Villa Allende. “Nico” García, de llegada con Macri, también está preparando su pase al oficialismo cordobés. Fue tentado por Hacemos Unidos por Córdoba para ser candidato a la intendencia.

Tras la muerte del “Gato” Romero, la Municipalidad de Villa Allende quedó en manos de la macrista Teresa Riu-Cazaux de Vélez, y las elecciones municipales están anunciadas para el 30 de julio. Las encuestas dan arriba a Julio Loza un radical que responde a Rodrigo de Loredo y formó un sub-bloque con la juecista Marta Banegas. La intendenta Riu-Cazaux de Vélez, de excelente sintonía con Schiaretti, marchaba cuarta en las encuestas; y para evitar el papelón, logró colar en las boletas de legisladores de Juntos por el Cambio.

Operación frente de frentes

El gobernador Schiaretti anunció, desde el púlpito de la poderosa Unión Industrial Argentina (UIA) que dirige Daniel Funes de Rioja, que está dispuesto a que su peronismo cordobesista se sume a un “frente de frentes” con Juntos por el Cambio, para enfrentar al Frente de Todos. La estrategia armada por el operador de medios Guillermo Seita –ligado al Grupo Clarín-, tiene dos objetivos: disimular la nula proyección nacional del cordobés y dinamitar la candidatura de Juez.

En su visita de este viernes a la Bolsa de Comercio de Córdoba, Rodríguez Larreta le dijo a los medios locales: “Lo dije mucho antes de que Juan Schiaretti diga nada, que yo creo en la ampliación de la coalición a partir de una serie de valores, de visiones, de propuestas para la Argentina. Yo creo en eso”. Pero se despegó de la propuesta de Schiaretti de un frente de frentes.

Luis Juez desmintió toda posibilidad de un acuerdo entre Larreta y Schiaretti, como promueve el gobernador: “Lo de Schiaretti es una aventura, que sabe que no tiene destino político más allá de intentar posicionar a su candidato en Córdoba, pero no llega a pasar las PASO. Por eso intenta inteligentemente hablar de un gran frente anti K para darle durabilidad a su discurso”, le dijo a El Desape. El candidato de Juntos también apuntó: “Estamos ante una operación de Guillermo Seita, es totalmente falso, estoy viajando de regreso a Córdoba con Horacio, y te puedo garantizar que tanto a él, como Patricia, le pareció una terrible traición lo de Javier Pretto. Acá no hay acercamiento con Schiaretti”.