La Junta Nacional Electoral de la Ciudad de Buenos Aires resolvió que, para las próximas elecciones 2023, las boletas para las categorías nacionales y locales irán en un solo sobre y en una misma urna. Así lo comunicaron esta tarde los jueces de la Cámara Nacional Electoral Alberto Dalla Via, Santiago Corcuera y Daniel Bejas, tras una reunión con los miembros de la Junta Nacional Electoral de la Capital Federal.
La decisión llegó luego de que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires suspendiera el voto electrónico después de las fallas constatas en la elección pasada. Los hizo el 23 de agosto y eso hizo que solo quedara como opción emitir el sufragio a través de la boleta en papel.
Esta modificación se dio luego que se registraran inconvenientes con el sistema de votación electrónica implementado durante las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto. La jueza federal electoral, María Servini, había presentado días antes un pedido ante la Cámara Nacional Electoral (CNE) para que hiciera "una profunda reflexión de cara a los comicios de octubre" respecto a cómo los ciudadanos iban a elegir a sus representantes.
Críticas al voto electrónico
Los sistemas electrónicos para emitir y contabilizar los votos han sido utilizados en distintas partes del mundo pero tras verificar inconsistencias hoy se mantienen únicamente en 30 países, señalaron a la agencia Télam especialistas en la materia, y plantearon que la mayor dificultad atañe a la "transparencia" en la fiscalización. Los investigadores pusieron el foco en el riesgo que implica que la tarea de fiscalizar quede en manos de grupos de expertos, una advertencia que recobró actualidad tras las recientes elecciones en Argentina, en las que la Ciudad de Buenos Aires tuvo dificultades con estos mecanismos de votación.
En la elección local de la capital se detectaron irregularidades desde el inicio del proceso y la Cámara Nacional Electoral manifestó su preocupación por "el mal funcionamiento de las máquinas de votación". A nivel internacional, las urnas electrónicas son usadas total o parcialmente en 30 países, entre ellos Estados Unidos, Brasil y Paraguay, mientras que en el resto del planeta son varios los Estados que optaron por implementarlas y que luego se arrepintieron para regresar al sistema anterior.
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El diagnóstico sobre los beneficios o perjuicios de las urnas electrónicas genera posturas bien diferenciadas y alimenta la polémica sobre los problemas que, aparentemente, vendría a solucionar este método de votación. En algunos casos, entre ellos Argentina, se esgrime como argumento a favor que el voto electrónico permitiría sortear presuntas prácticas clientelares. Esta premisa, sin embargo, no convence a algunos analistas, quienes destacan atributos de otros sistemas electorales como la "organización" del método tradicional aplicado en la Argentina (boleta en papel tipo sábana, con fiscalización partidaria) y su "coordinación" a lo largo de varias instancias.
En 2009, el Tribunal Constitucional de Alemania consideró que la técnica por la que se instrumenta el voto electrónico es difícil de controlar y además constató que tiene errores, por lo cual, estimó, "no garantiza una votación secreta y un control democrático del cómputo".
Con información de Noticias Argentinas