Elecciones 2023: la estrategia larretista para sacarle jugo a los candidatos en PBA

Diego Santilli llamará la atención. Ese fue el efecto que se buscó a la hora de diseñar la boleta larga que llevará el larretismo en la provincia de Buenos Aires. Extensa, el cuerpo reservado para el postulante a la gobernación quedó escondido en el sexto de ocho casilleros, por lo que se decidió ponerle color - en sentido literal - para generar un atractivo visual que potencie la papeleta también desde esa categoría, normalmente olvidada por la tradicional tracción desde los extremos.

Las mediciones propias y no propias ya habían planteado la situación como una cuestión a resolver una vez confirmadas las candidaturas. Santilli se ubicó como el postulante de la oposición que más mide en territorio bonaerense, mucho más cómodo que Horacio Rodríguez Larreta por la diferencia entre las PASO que enfrentará cada uno, y el desafío pasó por buscar un mecanismo para destacarlo y que también aporte a la suma de votos.

El jefe de Gobierno se encontró, a diferencia del "colo", con una PASO mucho más competitiva y difícil de resolver. De hecho, hubo sondeos internos que lo ubicaron a tres o cuatro puntos por encima de Patricia Bullrich mientras que el diputado, con una interna más relajada, duplicó a Néstor Grindetti en su categoría. Pero los cortes de boleta son muy bajos por lo que la tracción será clave.

El escenario de paridad en la provincia incluso encontró algunas encuestas que mostraron un horizonte completamente diferente, con Bullrich arriba de Larreta pero con Grindetti abajo de Santilli. Entonces, el empuje de Patricia complementaría al alcalde de Lanús, pero el diputado nacional no podría complementar al presidenciable por estar en medio de la boleta.

Por eso, desde el entorno de Santilli se leyó una "oportunidad histórica de repetir el triunfo en la provincia como en el 2021" con el diputado como el "opositor más instalado, con buena imagen y muy buena intención de voto". Pero hubo que llamar la atención desde el centro de una papeleta muy larga para que el diputado "potencie la boleta de Horacio Presidente" y la de los intendentes. Entonces, se la pintó para generar "un llamador y un distintivo".

Esto llevó a que cada uno buscara la mejor forma de potenciarse. En el caso del larretismo, se apostó por destacar tanto la nómina presidencial como la de la gobernación - todavía más notoria - y caras muy familiares en los primeros lugares de cada categoría. "Por primera vez en la historia de la provincia de Buenos Aires vamos a tener una boleta que tracciona en tres sentidos: los habituales presidente e intendente más el gobernador", se analizó desde el entorno del capitalino.

Todas esas caras, además, aportarán su propia construcción. Se buscó dejar atrás el clásico juego de pinzas de los competidores por la Casa Rosada y por las intendencias para que todos aporten su grano de arena. Elisa Carrió, con construcción en la provincia y en la Ciudad; Waldo Wolff, ex diputado nacional con varias horas de medios de comunicación encima; el liberal José Luis Espert, candidato hace menos de dos años y mediáticamente conocido;.

También Cynthia Hotton, que consiguió casi el 3% de los sufragios en 2021; Miguel Ángel Pichetto, un histórico peronista de la política y Gustavo Posse, de una familia más que tradicional en la populosa primera sección electoral. Además, claro, de Larreta y Gerardo Morales que serán la locomotora de la experiencia en gestión.

La gestión será uno de los puntos a disputarse. A nivel nacional, el armado larretista decidió armar una fórmula con un intendente y un gobernador frente a otra integrada por una ex funcionaria todo terreno y un ex diputado. Por lo tanto, allí habrá una diferencia a explotar. Ya se empezó a explotar. En Buenos Aires pasará algo similar.

Grindetti hará foco en su condición de originario de la provincia - cualidad de la que no goza Santilli - y de su experiencia a la hora de comandar un distrito, en este caso Lanús, uno de los territorios más poblados de la codiciada tercera sección. El larretista buscará lo mismo, explotar su historia como funcionario en la Ciudad, donde se desempeñó como vice, pero con foco en la seguridad, el área que lo catapultó a las primeras planas. Fue el pedido que más escuchó de parte de los intendentes.

Pero, sobre todo, ignorará a su contrincante de la interna. Esto será casi una moneda corriente. Para no hacer correr más sangre, los precandidatos de Juntos por el Cambio harán lo posible por concentrarse en el verdadero oponente, en el kirchnerismo. Si bien a nivel nacional Larreta le dedicó indirectas a Bullrich con su temblor en la mano, nunca habló directamente de ella. Patricia hará lo mismo al plantear un cambio a fondo, sin mencionar a su oponente.

Santilli no se centrará en Grindetti, su objetivo será Axel Kicillof. El cacique de Lanús pondrá todas sus energías en la seguridad, mismo tópico que el larretista. Hablará sobre la recuperación del orden público, la lucha contra la inseguridad y la situación económica de los comercios y Pymes. Pero, sobre todo, hará una campaña "de contrastes con el kirchnerismo".