Hace dos semanas, cuando se instaló el debate por la asignación de planes sociales, la oposición mostró divisiones internas. Algunos apuntaron contra la ayuda estatal para los sectores más postergados y otros decidieron despegarse de esa enunciación para señalar que estas prestaciones no pueden ser eliminadas sin un plan estructural que acompañe la inclusión. Ese tratamiento no quedará acotado al acampe de tres días en la avenida 9 de Julio, sino que acompañará a Juntos por el Cambio durante todo el camino electoral porque la alianza hizo algo que ciertas ramas internas venían pidiendo: incorporó la discusión a su agenda cotidiana y de armado.
Después de probar la consigna vacía de “pobreza cero”, la oposición hará lo que esté a su alcance para presentar una propuesta de trabajo seria en lo social. Su incorporación ya es un hecho y el jueves, en una reunión de presidentes de partidos, se terminó de confirmar con su mención en el primer renglón del listado de ejes, junto a la promoción del empleo y las Pymes.
En principio, la alianza puso el ojo en la distribución de planes sociales. Sin exigir una eliminación automática y su reducción, apuntarán al análisis de su distribución para terminar con la “tercerización” de asignaciones a través de organizaciones. Hubo distintas intervenciones al respecto: Horacio Rodríguez Larreta exigió quitarle las prestaciones a quienes cortan las calles y Patricia Bullrich consideró que ya no sirven, por lo que habría que “sacarlos para que la gente pueda volver a pensar que su salida es el empleo”. Gerardo Morales, en tanto, apuntó contra dirigentes de organizaciones sociales a quienes acusó de “delincuentes”.
Algo que no dijeron es que, durante su gestión, Mauricio Macri incrementó la cantidad de beneficiarios de distintos planes de asistencia social. Esto valió la crítica, por ejemplo, del radical Facundo Manes que en la campaña del año pasado cuestionó que se "dieron muchos planes sociales pero sin salida laboral real".
Frente a la situación, la Coalición Cívica ya presentó pedidos de informes a Desarrollo Social, Unidad de Información Financiera, la Oficina Anticorrupción y el INAES para conocer la administración de esos planes. “Ni es 'no me importa nada, entonces corto igual', ni tampoco es 'los que tienen planes en Argentina son vagos y no trabajan'”, dijo la diputada lilita Fernanda Reyes en una entrevista con LN+ que compartió con la ministra de Desarrollo Social de la CABA, María Migliore. La funcionaria porteña había considerado que “los planes son necesarios” dentro de “un modelo que hace mucho no genera trabajo”, pero “hay que ejecutarlos distinto: de manera directa, temporal y condicionada. El estado haciéndose cargo, con claridad y transparencia”.
En una extensa entrevista con el portal macrista Seul, comandado por Hernán Iglesias Ilia, Migliore detalló dos grandes ejes del programa social de la Ciudad y su proyección nacional: la integración de barrios y economías populares. Sobre el primero consideró que es necesario generar los mecanismos para dar un punto de partida similar - aunque sea en materia de vivienda - a todas las personas. Sobre el segundo puso el foco en la informalidad porque “cuando alguien está en una situación de emergencia lo tenés que asistir y de ninguna manera quiero poner en crisis eso. Pero creo que hay que dar un paso más y mirar estos lugares como productores de valor y hacernos la pregunta de cómo, desde el Estado, podemos mejorar esa capacidad productiva y generar un puente para integrarla a la economía formal”.
La funcionaria porteña, a quien Iglesias Ilia le hizo una pregunta a futuro como ocupando un lugar en un hipotético gabinete nacional amarillo, sostuvo que, a diferencia del kirchnerismo, “la propuesta en nuestro espacio en término de política social es: tengo un problema estructural y veo cómo lo integro al sistema. Nuestro objetivo es que la gente pueda salir adelante, entonces reconozco que el punto de partida es complejo, que es desigual, que es informal”.
En ese punto de partida desigual, Morales, que estuvo molesto con quienes cortaron las calles y reciben asistencia estatal, esta semana incrementó la asignación presupuestaria en la política alimentaria de Jujuy. Para este año estaba previsto un presupuesto de 2.400 millones de pesos y ahora se incrementará a 3.600 millones de pesos. El plan Comer en Casa pasará de 10 a 15 productos, la tarjeta Mejor Vida subirá de $1.800 a $2.200 por mes y los comedores escolares tendrán un crecimiento del 40% del valor de la prestación. El presidente de la UCR, dijeron en su entorno, tiene una propuesta a nivel nacional pero aún sin intenciones de comunicarla. Estas movidas locales y declaraciones públicas son la brújula de sus proyecciones. Su crítica a los halagos propiciados por Macri a Carlos Menem y el cuestionamiento a las políticas neoliberales de los 90 que profundizaron la desigualdad van en ese sentido.
En el combo planes sociales y fomento del empleo planteado por la oposición, el diputado radical Lisandro Nieri, con el impulso en el Senado del titular del interbloque de Juntos por el Cambio, Alfredo Cornejo, presentó un proyecto de ley para “bajar el costo laboral y estimular la creación de empleo genuino” mejorando la competitividad de las Pymes. Por supuesto, la cuestión fue encarada más que nada por el costado tributario, uno de los ejes de campaña 2021 pero va en dirección con la agenda que tomará la alianza. Algo que también se vio en una recorrida que hizo Jorge Macri, funcionario porteño, “a las pymes que resisten bloqueos extorsivos, porque compartimos con ellas la visión de un país con trabajo, inversión y futuro. No las vamos a dejar solas”.
Esta semana, Mauricio Macri participó de forma virtual de un encuentro regional de la Fundación Pensar, think tank PRO, en el que afirmó que “los argentinos han entendido y aprendido muchísimo y no se van a comprar más discursos berretas de ‘te regalo esto’, vamos a empujar la cultura del trabajo”. Bullrich también formó parte del panel y agregó que hay “que lograr que nuestra política social no reproduzca la pobreza. Cada vez tenemos más pobres. No puede haber planes que no sean medidos”.
Ahora, según se acordó en una mesa de dirigentes opositores, se encararán reuniones con representantes de sindicatos y de organizaciones sociales para tener mayor conocimiento de las preocupaciones. La propuesta fue consensuada, entre otros, por el ex ministro de Trabajo macrista Jorge Triaca; Gerardo Morales (UCR); Maximiliano Ferraro (CC); Miguel Ángel Pichetto (PR) y Federico Angelini (PRO).