Elecciones 2023 CABA: Jorge Macri, sin unidad con Lousteau, escuchó "dos gritos" y eligió una vieja receta para octubre

Juntos por el Cambio comenzó la segunda campaña. El candidato a Jefe de Gobierno usa la agenda de seguridad y le apunta al voto de Milei. Los radicales reclaman que se escuchen sus propuestas y ponen el ojo en la Legislatura.

11 de septiembre, 2023 | 00.05

En la Ciudad de Buenos Aires, Juntos por el Cambio todavía no siente clima electoral. Este fin de semana, comenzó la campaña de cara a las generales y el candidato a jefe de Gobierno del oficialismo en la elecciones 2023, Jorge Macri, cree que aún no es momento de pisar el acelerador y mientras tanto delinea el discurso y las propuestas para esta nueva etapa. Su relación con Martín Lousteau, lejos está de recomponerse tras una dura interna dura, es distante y no se avizora que haya actividades juntos. Ese sector de la Unión Cívica Radical (UCR) reclama gestos de unidad y se enfoca en hacer crecer su bloque en la Legislatura

En el PRO tomaron nota del resultado que arrojaron las PASO, donde la coalición se impuso por casi el 56% de los votos. El objetivo de Macri es poder retener gran parte de esos más de 500 mil votos del radical e imponerse en primera vuelta, algo que solo consiguió Horacio Rodríguez Larreta en 2019. Sabe que es una tarea difícil y que parte de ese número fue un “voto táctico” que se irá a otros candidatos. Pero también pone el ojo en el votante libertario.

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Por ahora los radicales no sienten que son convocados a integrar la campaña. Solo hubo una reunión entre Macri y Lousteau, sin foto de unidad. En diálogo con El Destape, ambos sectores coincidieron en que la misma no arrojó resultados provechosos y que continúan aflojando tensiones. Los del PRO no llegaron a definirla como “fría” sino más bien “fresca” como para sacarle algo de dramatismo con una pizca de ironía. “No agregó valor”, sintetizaron en la UCR.

Es una gran incógnita saber cómo harán para reconstruir un vínculo golpeado por denuncias de campaña sucia y hasta las duras acusaciones de la UCR y otros socios de la coalición contra el renunciado primer precandidato a legislador que tenía Macri. Ese camino comenzó con una mesa de trabajo compuesta por los presidentes de los partidos que integran la alianza, que se reúne una vez por semana. Encuentros en los que los radicales aseguraron que, pese al buen clima, no hay avances concretos de cara a lo que vendrá. Se habla del contexto, sobre cómo retener los votos en la Ciudad tanto para Macri como para la candidata presidencial Patricia Bullrich. “No hay una línea estratégica definida”, confiaron desde el centenario partido. 

Se quejaron desde el entorno de Lousteau de que no ven predisposición a adoptar algunas de las propuestas que trabajó en la campaña pasada. En el PRO admitieron que hay distancia con los planteos que hizo Lousteau, pero aseguraron que buscan poner el foco en lo que tienen en común más no en qué diferimos. “Hay una mirada sobre la Ciudad que no la compartimos”, confiaron a este medio y una de ellas es la referida a la política de seguridad. “Sobre la puerta giratoria no dijo nada”, cruzaron al senador nacional como una manera de recriminarle mayor dureza en esa materia. Lo acusaron de no poner la “misma vehemencia” que puso cuando habló de la traza de la avenida rivadavia del ferrocarril Sarmiento.

Presencia sutil

Este sábado, la campaña de Juntos por el Cambio arrancó con un perfil bajo con mesas apostadas en algunas esquinas porteñas. Se definió la semana pasada, ya que estaba previsto arrancar con estas actividades en el mes más avanzado. 

La poca sintonía entre el PRO y Evolución quedó expuesta con los gestos que esperan unos de otros. En el equipo del ex intendente de Vicente López mostraron más sintonía con los radicales de la Agrupación RA que encabeza Daniel Angelici y esperan que Evolución “se ponga el overol” en la campaña.

Los radicales loustosistas están molestos no solo porque sus propuestas no son tomadas por Macri, sino también por la designación del lugar de la vicejefatura. Esa candidatura fue para la ministra Clara Muzzio, una larretista bien vista por Mauricio Macri, y los radicales ni siquiera fueron consultados. Si bien consideraron que hubiese sido una forma de mostrar integración post PASO haber dado ese lugar al principal socio del PRO en JxC para así mostrarse como la fuerza que sacó más 26%, creen que “más agresivo fue la forma de no avisar, que no elegir” a un correligionario.

La idea del ministro de gobierno de la Ciudad de ir de menor a mayor en la campaña es porque en su equipo observan que la sociedad no está interesada en el debate político sino que tiene otras preocupaciones que pasan por la seguridad y la economía, principalmente. “Escuchar más y hablar menos”, propusieron.

En su mesa política, que cuenta con varios hombres cercanos a su primo Mauricio, hablan de mirar y saber leer lo que dejó el domingo 13 de agosto. Se trata de “dos gritos”, así lo definieron, relacionados a lo que dijeron los votantes que optaron por Javier Milei y quienes no fueron a las urnas. Esa pecera de votos es a la que observa más Macri a la hora de construir propuestas y compensar la posible fuga de votos.

Macri esbozó al respecto algunas pistas de por dónde irá en la campaña en las entrevistas que dio en los últimos días cuando se refirió a que hay que reforzar la seguridad. Habló de implementar un sistema de patrullaje distinto, tener mayor presencia de personal policial en la calle por la noche y llamó a “cambiar el concepto de reincidencia por el de reiterancia" para que aquella persona que delinque por segunda vez quede encarcelada hasta que reciba una pena definitiva.

Así las cosas, el radicalismo se prepara para dejar atrás la provechosa sociedad que mantuvo con Rodríguez Larreta y pasar a ser una oposición interna con un bloque en la Legislatura que dará discusión ante cada proyecto. Advirtieron que sería un riesgo no contener a un sector que se impuso en 10 de 15 comunas y no adoptar algunas propuestas para motivar a la militancia y retener los votos se pueden repetir los números en octubre. De darse, se ilusionan con tener unos ocho legisladores que pueden llegar a nueve si ingresa Carlos Macchi, quien quedó en la ubicación 17 con la integración.

No perder la esencia

Jorge Macri está más cómodo que Bullrich. Si bien se encolumna detrás del objetivo para que Juntos por el Cambio llegue al gobierno nacional, no tiene que difererenciarse de un Javier Milei como lo hace la ex ministra al intentar instalar que propone una derecha "más seria". 

Pero atado a la percepción de que la sociedad dio un mensaje de hartazgo y necesidad de cambio en las PASO y sin estar preocupado por contener a Lousteau, Macri se interesa por alejarse de la imagen de “casta” como los califica Milei y demostrar que todavía el PRO guarda algo de esa receta que el ex presidente le inculcó al partido cuando se creó, allá por 2005.

Para que no opten por Ramiro Marra, las propuestas y la línea discursiva de Macri irán por el lado del “cambio permanente”. Recuperar la esencia de un “espacio de transformación”, como se autoperciben, y que sienten que perdieron del paso de Cambiemos a Juntos por el Cambio.