El presidente Alberto Fernández prepara el último discurso que dará de apertura de sesiones ordinarias en el Congreso el próximo 1º de marzo. Lo terminará de tallar este fin de semana, en la quinta presidencial de Olivos. El foco estará puesto en este año electoral.
"Va a usar todo el fin de semana para terminarlo. Está totalmente concentrado en el miércoles", afirmaron desde Presidencia a El Destape. Para armar el discurso, cada ministerio envió informes para destacar cada gestión ante la Casa Rosada. Según pudo averiguar este portal, Fernández hizo un pedido especial a todas carteras: hacer foco en 2023.
Una fuente del Gobierno adelantó: "Nos pidieron a los ministerios puntos a destacar y ciertas políticas realizadas pero todo apuntado a este año, a lo que se viene, y no tanto, como se hizo en otros años, a lo que hicimos. O sea que lo importante es contar lo que se va a hacer en 2023".
Una línea de discurso similar a la que adelantó Alberto Fernández en partes de su discurso desde la Antártida Argentina. "La Argentina que viaja hacia un futuro de libertad. Argentina despierta, Argentina está en movimiento. Argentina es mirada por el mundo como el símbolo de todo lo que podemos lograr juntos. Por eso desde el final del mundo, vengo a hablarles de nuevos inicios, de principios. Comienza un mañana de paz y prosperidad. Unidos, lo estamos haciendo posible", destacó el mandatario desde la Base Marambio.
El Presidente ya recibió el material de los distintos ministerios. Además, va a hacer eje en todos los hitos de la gestión. "Quiere revalorizar el trabajo realizado desde todos los estamentos públicos. Y también lo que se proyecta hacer hasta el final de la gestión", explicó otra fuente con despacho en Casa Rosada cercano al mandatario.
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Los recursos naturales, Vaca Muerta, el litio, el gasoducto Néstor Kirchner y los impactos de la guerra en Ucrania no faltarán en las palabras de Fernández. Como adelanto, esta semana el Ministerio de Economía dio a conocer cifras alarmantes para nuestro país: tuvo un impacto negativo para Argentina de casi 5.000 millones de dólares en la balanza comercial debido al costo extra de las importaciones energéticas.
También Fernández hará referencia al Poder Judicial y al impulso del juicio político a la Corte Suprema que se está llevando a cabo en estos días dentro de ese recinto. Aún hay dudas sobre la participación de los cortesanos en la apertura de sesiones ordinarias. Podría ser la primera vez desde el regreso de la democracia que no concurra ningún integrante del máximo tribunal al Congreso.
Si bien el discurso se mantiene "bajo siete llaves", trabajaron todos los ministerios y los protagonistas para la elaboración fueron el equipo de comunicación comandado por la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, y la Secretaría General de Presidencia, liderada por Julio Vitobello. Las últimas palabras quedarán, como siempre, a cargo de Fernández, quien siempre define y pule sus propios textos.
Quien estaba a cargo de este tipo de discursos los años anteriores era el asesor presidencial Alejandro Grimson. Pero renunció a su cargo el año pasado. Una fuente de Casa de Gobierno contó, a modo de anécdota sobre aquellos discursos para las anteriores aperturas de sesiones, que "Alberto recibía el discurso y terminaba borrando casi todo, hacía lo quería al final".
Este 1º de marzo tendrá varias novedades. Será a priori el último discurso de Fernández, si es que no reelige. Y además marcará la primera aparición pública del mandatario junto a su vice tras nueves meses. Alberto y Cristina volverán a mostrarse luego de aquel acto de junio de 2022 en Tecnópolis que terminó con el escándalo del WhatsApp de Matías Kulfas y su posterior renuncia. La última vez que se vieron el Jefe de Estado y CFK fue el 2 de septiembre del año pasado. Habían pasado horas del intento de magnicidio a la expresidenta. Su relación al momento se nutre de chats de Telegram y voceros y puentes, como el de Juan Manuel Olmos, el vicejefe de gabinete que hoy es el nexo entre ambos.