Pese a que Entre Ríos es unas de las pocas provincias que decidió unificar sus elecciones provinciales con los comicios nacionales, la impronta de la campaña se ha centrado en el territorio más que en el escenario a nivel país. Si bien en las últimas horas hubo presencia de candidatos importantes en la zona, los postulantes prefieren, por lo general, omitir a sus figuras presidenciales, centrarse en el mano a mano con el vecino y escucharlo en relación a sus problemas cotidianos. Al menos en los dos espacios que tienen las chances más serias de gobernar en la provincia: Más para Entre Ríos, denominación adoptada por el justicialismo; y Juntos por Entre Ríos, versión local de la alianza opositora Juntos por el Cambio (JxC). Por el contrario, y como se esperaba, La Libertad Avanza pone todas y cada una de sus fichas en Javier Milei, que en las PASO se impuso en la mayoría de los distritos, más no en las urnas entrerrianas.
Escasa o nula cartelería en las calles, piezas publicitarias que se centran puramente en lo regional y actos donde, en casos, se omite a ligazón con dirigentes que pugnan por llegar a ser jefes de Estado, son la prueba más evidente de que la iniciativa de "pegar" las elecciones por parte del gobernador Gustavo Bordet no tuvo como primer objetivo que se emparente al justicialismo con Sergio Massa, sino más bien apostar a un arrastre de votos de centroderecha y derecha a la figura de Milei, para erosionar las chances de Juntos por Entre Ríos. Con el diario del lunes es más fácil, pero a la luz de los hechos, en principio, no fue una mala estrategia: si bien la coalición UCR-PRO tuvo más votos en la suma, el candidato del peronismo, Adán Bahl, fue el más elegido. Eso obligó a Rogelio Frigerio, aspirante opositor a la Gobernación, a readecuar su estrategia de campaña, en la cual en la previa se imaginaba comicios desdoblados y ser el más votado. La conjetura no es caprichosa, si se tiene en cuenta las armas desplegadas por el exministro del Interior antes de las PASO, como poner a una "outsider", Alicia Aluani, de candidata a la Vicegobernación -omitiendo a importantes nombres, especialmente mujeres, del radicalismo; y pedirle a los dos precandidatos presidenciales, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, el pegado exclusivo, echando por tierra las expectativas de un Pedro Galimberti que se resignó a competir con boleta corta.
A Frigerio siempre se lo notó en una sintonía más clara con Horacio Rodríguez Larreta. Pese a ello, nunca evitó a Patricia Bullrich ni a otros que tuvieran aspiraciones, como en su momento María Eugenia Vidal o Miguel Pichetto. De hecho, ofició de anfitrión en cada una de sus visitas a la provincia. No obstante, es sabido que al exministro del Interior se lo enrola en las palomas y no en los halcones, y por eso mismo con su tono mesurado y alejado del tono beligerante de su excompañera en el Gabinete de Mauricio Macri se lo ubicó como un socio ideal del jefe de Gobierno de CABA. Consumada las PASO, el candidato a la Gobernación decidió centrar su imagen y su discurso en la provincia. Mucho más aún después de algunos acontecimientos donde Bullrich no quedó bien parada, como los debates presidenciales. Con sondeos que la ubican, hoy por hoy, fuera del balotaje, las aspiraciones de Juntos por Entre Ríos son las de potenciar la imagen de quien podría cortar una histórica racha de 20 años de gobiernos justicialistas, sin que se lo asocie demasiado a quien encabeza la boleta.
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Pese a ello, claro está, no pudo mirar para otro lado cuando a bordo de su "Patoneta", Bullrich llegó a Entre Ríos y visitó Villa Paranacito, Gualeguaychú y Paraná. Tampoco esquivó a Luis Petri, candidato a vicepresidente, que este jueves estuvo en Diamante. Pero en la calle, en principio, nada asocia a uno con otros. No hay carteles con las caras de ambos, no hay pasacalles con los dos nombres, no hay columneros que militen una boleta nacional. Tampoco en los spots, ni en las gacetillas o en las entrevistas, donde las alusiones son nulas o a cuentagotas. Una muestra: en las últimas horas el candidato de Juntos por Entre Ríos envió un extenso comunicado de prensa, donde dio a conocer su plan para una "Entre Ríos moderna y sin privilegios". Tiene 22 párrafos y más de 6.400 caracteres. A Patricia Bullrich se la nombra una sola vez, al final, en un apartado donde se promete mejor conectividad. Nada más. Una muestra más, de nuevo, de una elección unificada donde se juega como si fuera desdoblada.
Por el lado del justicialismo sucede algo parecido. Adán Bahl no es un candidato que invoque continuamente su pertenencia al proyecto de Sergio Massa. Por el contrario, el intendente de Paraná ha hecho una campaña que se centró, especialmente, en acentuar su identidad entrerriana. El presidente municipal de la capital ha hecho mucho hincapié en la necesidad de hacer crecer su imagen en la costa del Río Uruguay, donde es menos conocido. A diferencia de Frigerio, el postulante oficialista apuesta muchas fichas a la tracción que pueda lograr de la mano de candidatos fuertes a la Intendencia, especialmente en las cuatro cabeceras departamentales más importantes: Paraná, con Rosario Romero; Concordia, con Armando Gay; Gualeguaychú, con Roberto Martín Piaggio; y Concepción del Uruguay, con José Lauritto.
El último jueves, más allá de la impronta local, Bahl participó del acto encabezado por Sergio Massa en la Iglesia "Nueva Vida" de Concordia. A diferencia de él, el que sí suele emparentarse con el ministro y candidato de Unión por la Patria es Gustavo Bordet. El mandatario estuvo invitado especialmente al segundo Debate Presidencial, elogió la participación del titular de Hacienda y es quien actúa como una suerte de nexo entre la oferta nacional del líder del Frente Renovador y el menú local encabezado por el jefe comunal de Paraná. El escenario económico, claro está, no ayuda. Horas antes del acto en Concordia, el Indec publicó una inflación de 12,7% en septiembre. El IPC acumula más de 100% en 2023 y más de 138% en los últimos 12 meses, datos que no colaboran a que sea seductor militar una campaña, como en otros casos, hablando de lo que sucede a nivel general en el país. El único que se "pega" a Massa a Guillermo Michel, tercer candidato a diputado nacional, actual director de Aduana y hombre del riñón más íntimo del postulante de Unión por la Patria.
En las últimas horas se ha evidenciado otra maniobra más que da cuenta de la necesidad, especialmente en Juntos por Entre Ríos, de no asociarse definitivamente con la figura de Bullrich: en las principales ciudades de la provincia aparecieron paquetes sellados con la oferta nacional de LLA -de Milei hasta el diputado nacional- y la oferta local de Juntos, desde Frigerio hasta el respectivo intendente. Si bien desde el espacio negaron rotundamente que militantes de las filas cambiemitas hayan encabezado la maniobra lo cierto es que algunos dirigentes del sector, en off, dijeron no saber nada pero tampoco estar tan en desacuerdo. Otros, ante la consulta de El Destape, prefirieron el silencio. La movida tendría un doble objeto: mejorar la performance del exministro para la Gobernación y colaborar a engrosar las chances de un buen bloque de diputados nacionales para los libertarios, que colaboraría a que una eventual Presidencia del economista pudiera llevar adelante con más comodidad las reformas que pretende encarar. Formas de que, en un escenario confuso y para nada definido, ganen todos.