Entre Ríos: la salida de Kueider del Frente de Todos en el Senado y las especulaciones que rodean a Bordet

Si bien el gobernador de Entre Ríos llamó a generar debates dentro de la coalición oficialista y bregó por la "necesidad de estar unidos" hay distintas lecturas en el peronismo sobre la decisión del senador y el rol de Bordet.

24 de febrero, 2023 | 22.01

El senador nacional por Entre Ríos del peronismo, Edgardo Kueider, pegó el portazo. El legislador venía amagando con dejar el interbloque del Frente de Todos y finalmente cumplió. En las últimas horas, junto a otros tres pares, se fue a Unidad Federal, engrosando el unibloque que encabezaba en soledad Alejandra Vigo. Si bien en lo protocolar la decisión fue comunicada como una intención de proponer una alternativa dentro del Congreso, lo cierto es que la noticia fue un cimbronazo, a pocos meses de una elección nacional y luego de que la mesa de diálogo encabezada por los principales referentes de la coalición oficialista emitiera un comunicado hablando de unidad en la acción. Algunos leyeron la maniobra de los senadores como una suerte de "traición" -especialmente por el trasfondo político que los une a los nuevos socios del concordiense en la cámara Alta-, mientras que otros creen que en realidad podría ser parte de una estrategia para cubrir todas las bases, en medio de la rosca previa al armado de las listas en la Nación y en las provincias.

Esa maniobra más amplia, según fuentes del peronismo entrerriano, tiene de fondo al gobernador Gustavo Bordet leyendo un mapa que se presenta complejo de cara a los comicios, y que no ha estado exento de roces con el Poder Ejecutivo nacional. Uno donde ratifica su pertenencia al Frente de Todos, por un lado, pero en el cual tampoco le cierra la puerta al "peronismo federal" y "antigrieta" del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, por el otro. Sabida es la buena relación que los une, en el marco de la Región Centro. Detrás de él se enrola su par de San Luis, Alberto Rodríguez Saá; y el exgobernador de Salta Juan Manuel Urtubey. Podría sumarse también el mandatario santafesino Omar Perotti, otro cuyos cortocircuitos con la Presidencia han sido más que evidentes. De allí también que todo esto se vincule con la salida del interbloque de senadores de la puntana Eugenia Catalfamo y el buen vínculo de los legisladores con Vigo, esposa de Schiaretti. Con el nuevo espacio jugando, el oficialismo está obligado a negociar los proyectos que Cristina Kirchner y Alberto Fernández impulsen. Se estima que la válvula para destrabar posibles conflictos pasará por corregir inequidades energéticas. Es una llave no menor, porque no bajar al recinto significaría complicaciones ya no con una votación, sino que con el quórum propiamente dicho.

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Dos fuentes cercanas al gobernador le confirmaron a El Destape que la decisión de Kueider fue tomada sin el guiño de Bordet. Ambas aseguraron que el mandatario provincial no está de acuerdo con lo ejecutado por el legislador, pero que la relación y el diálogo se mantienen. Otras dos fuentes del peronismo provincial, por otro lado, entienden que el gobernador podría estar enviando un fuerte mensaje -otro más- al Poder Ejecutivo nacional, ante la falta de respuestas a los reclamos en materia energética. Dieron a entender que las advertencias ya se habían terminado. "Amagamos con el presupuesto, amagamos con irnos del Senado, no firmamos el pedido de juicio político. Más señales de disconformidad, imposible", le indicó un dirigente pejotista a este medio. En las últimas horas, el gobernador lanzó dos mensajes a través de las redes sociales. Habló de "dar el debate", de la "necesidad de estar unidos" y de construir "acuerdos". Y remató: "Nuestra pertenencia a este proyecto no tiene dudas ni condicionamientos".

El enojo de Kueider se hizo visible en su ausencia en la doble visita de Fernández a Entre Ríos -el 4 de febrero a Concepción del Uruguay, el 7 de febrero a Paraná- donde sin embargo se vio una renovada relación del jefe de Estado con el gobernador, pese a la polémica por no haber firmado el pedido de juicio político contra la Corte Suprema de Justicia a inicios de año. Otro signo de una relación Casa Gris-Casa Rosada que no está siendo la mejor. No obstante, el mandatario provincial fue uno de los gobernadores que participó de la mesa nacional convocada en la sede del Partido Justicialista (PJ) de Buenos Aires el pasado jueves 16. Tras el encuentro, ratificó la necesidad de sostener la unidad y se expresó públicamente sobre lo que considera es la "proscripción" de Cristina Kirchner por de la condena en la causa Vialidad. En el medio, un dato no menor: en la apertura de sesiones ordinarias de la Legislatura entrerriana del miércoles 15, anunció que dejaría sin efecto un incremento de luz previsto para febrero y que eliminaría todas las cargas provinciales del cálculo residencial (un 13% aproximadamente del total). Eso, luego de que las facturas llegaran con sumas exorbitantes a hogares de clase media, que ahora deben sacar cuentas para poder pagar, en casos, hasta 50 mil pesos. "Salto Grande es de los entrerrianos, no podemos seguir pagando una tarifa totalmente inequitativa, cuando en el AMBA está subsidiada”, disparó. Más munición, en la misma dirección.

La determinación de Kueider difícilmente pueda ser leída por fuera del contexto en el que arribó a su banca en las últimas elecciones: es una espada del gobernador Gustavo Bordet. Un alfil político, sin armado territorial, sin desarrollo político en las bases y que para nada podría ser considerado un líder, pero que con el respaldo del mandatario saltó de la Secretaría General de la Gobernación al Senado. Fue la carta bordetista en la boleta del Frente de Todos, resultado de una negociación lógica en la que cada tribu -y cada cacique- quiere tener un aliado en todos los espacios. De hecho, fue el jefe de campaña del justicialismo en 2021. Algo que, por cierto, no resultó de la mejor forma porque Juntos por el Cambio se impuso por amplia diferencia.

Hasta mediados de 2022, Kueider se mostraba como un incondicional del "Albertismo". Un senador que defendía a capa y espada el proceso iniciado en 2019 de la mano del presidente, que en cada ocasión que podía posaba junto a él y que no ahorraba elogios a la hora de hablar de la gestión frentetodista. Pero algo se rompió. Y la gota que rebalsó el vaso fue la que tuvo a las provincias del norte como beneficiarias de un diferencial tarifario por altas temperaturas, dentro del cual no fue incluido Entre Ríos. Fue entonces cuando el concordiense puso en duda su acompañamiento al Presupuesto 2022, que finalmente votó a favor, bajo la aparente promesa de que las inequidades serían corregidas.

Sin embargo, eso no ocurrió. A principios de febrero, el legislador volvió a la carga contra el gobierno nacional, refiriéndose en duros términos al Poder Ejecutivo. "Yo lo he bancado públicamente a Alberto, he votado cosas con las que no estaba de acuerdo, le banqué el acuerdo con el FMI a muerte, me enfrenté con media política nacional. Lo mínimo que esperaba es una devolución para mi provincia. Lo único que le pedí fue que le bajemos la energía a los entrerrianos y no lo hizo", lanzó. En contacto con Letra P, el senador afirmó: "Ese perjuicio que sufrimos nosotros y que el Gobierno no ha atendido me causa mucho malestar. Presenté formalmente los reclamos en el Senado y en forma privada y el Presidente asumió el compromiso, pero no cumplió. Estoy enojado y muy molesto". Acto seguido, presentó un proyecto de ley para bajar la carga tributaria y el costo de la luz en Entre Ríos, un eterno reclamo sin eco en Buenos Aires, dado que la provincia genera energía y el vecino paga una boleta mucho más cara que la de ciudadanos de distritos que no proveen ni un kw a la red nacional.