Pasadas las 16 horas y antes unas 50 mil personas fuera y dentro del estadio Cambaceres en Ensenada, Sergio Massa y Axel Kicillof, máximas figuras políticas de Unión por la Patria, encabezaron un multitudinario acto en la recta final de las elecciones del 22 de octubre. Tanto el candidato a Gobernador, como el de Presidente, hicieron énfasis en “dar vuelta el resultado” y en diferenciarse de las propuestas de la oposición, sobre todo del espacio de Javier Milei.
Por su parte, Axel Kicillof, dio un discurso para todos los espacios: “Hay que hablar con todos, hay que ir uno por uno. Hay que hablar con los radicales, con los socialistas, con todos”, dejando en claro que no hay lugar para tibiezas. No es la primera vez que el mandatario se refiere al partido centenario para mojarle la oreja al macrismo. Incluso, días atrás inauguró el ateneo Raúl Alfonso en La Plata, y hasta coqueteó con los símbolos propios (la boina blanca) de los y las correligionarias.
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En ese sentido, convocó a militar “puerta por puerta”, y a ponerle “un techo” a las dos partidos opositores, Juntos por el Cambio (JxC) y La libertad Avanza (LLA), en las elecciones generales para lograr así entrar al balotaje. Su discurso dentro del acto fue una síntesis de todos los discursos que Kicillof dio en las últimas semanas en cada una de las inauguraciones y actos a los que asistió.
El mandatario repite una y otra vez la importancia de la elección y lo que está en juego: un modelo (UP) que propone obras, trabajo y derechos mediante el Estado; o un segundo modelo (oposición) que apunta a un liberalismo explícito para el mercado y a la quita de derechos para la población. “Cristina dijo que iba a ser una elección de pisos”, afirmó en relación a las PASO, por lo que pidió “ponerles un techo” en las generales.
En ese sentido, se refirió a los y las votantes de Patricia Bullrich y Javier Milei - a quienes mencionó de manera directa -: “A los que votaron a Milei y Bullrich yo creo que la mayoría de esos votos no son ni contra la salud pública, ni contra la educación, ni el trabajo, ni la obra pública”. Al respecto, Kicillof reconoció que en dichos votantes “hubo malestar, decepción y enojo”.
El dirigente retomó las palabras de la vicepresidenta Cristina Fernández, quien el sábado pasado en su aparición le pidió “perdón” a la militancia por no haber cumplido con las promesas de 2019. “No van a ser las redes sociales ni los canales porteños los que expliquen a la gente qué es lo que está en juego en está elección, sino la militancia”, cerró.
El mandatario provincial fue uno de los dirigentes más ovacionados durante el acto. Incluso, al inicio de su discurso agradeció especialmente el esfuerzo y el trabajo realizado por los “compañeros y compañeras intendentes”, entendiendo que uno de los ejes centrales de la campaña de UP es “militar la boleta completa desde abajo hacia arriba”, es decir, desde cada uno de los 135 distritos de la provincia de Buenos Aires.
“Si hay enojo vamos a entusiasmarlos con lo que pensamos hacer en la provincia y en la Argentina”, dijo eufórico en su discurso y arengó a la militancia a ponerse al hombro la campaña: “La militancia popular es la única que puede explicar casa por casa, barrio por barrio, fábrica por fábrica, lo que está en juego”.
Casi sobre el final de su alocución el dirigente dejó en claro que su apoyo a la figura de Sergio Massa la tuvo desde antes de que fuera candidato. Kicillof recordó que “no desdobló las elecciones” - cuando tuvo la oportunidad de hacerlo - y que “vamos juntos con Sergio; es la boleta completa”. El mensaje, puertas adentro, expresa una sintonía fina con CFK, ideóloga de la posibilidad de haber jugado a una elección desdoblada meses atrás.
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Vale remarcar que, al estadio de Cambaceres asistieron fuerzas militantes y sindicales de toda la provincia de Buenos Aires, demostrando el histórico poder de convocatoria del peronismo. La pésima organización para con el periodismo hizo que sólo pudieran escucharse los discursos, más no así poder verse debido a la lejanía y mala posición dada al sector trabajador.
El mensaje de Sergio Massa
El candidato a Presidente y a la vez ministro de Economía no se guardó nada. “Vengo a agradecerles, a cada intendente, a cada militante, a cada dirigente sindical, a cada trabajador, porque hace 60 días que cada uno de ustedes, con el orgullo herido y la pasión de saber qué país queremos, agarró su bastón de mariscal, salió casa por casa, barrio por barrio, y empezó de abajo hacia arriba a ponernos en esta realidad”, destacó Sergio Massa y dejó más que claro de qué lado de la mecha está parado.
Si bien fue un acto para la militancia, el optimismo del dirigente fue por demás notorio: “Gracias al esfuerzo estamos dando vuelta la historia, y estamos empezando a construir el camino del triunfo para el 22 de octubre”, confesó ante los más de 50 mil presentes. El escenario de poder ir a un balotaje es cada vez más palpable.
Massa también reconoció los errores de la gestión actual: “Es cierto que el salario no alcanza, que no nos alcanzó para derrotar la pobreza, es cierto que perdimos reservas y quiero decirles que vayan con la frente alta, que miren a los compañeros a los ojos y que les digan que yo tengo el coraje de hacer las medidas que hagan falta, de cambiar a los funcionarios y de empezar una nueva etapa en la Argentina”, resaltó. El aplauso entre los presentes fue unánime.
Al igual que Axel Kicillof, el candidato nacional realizó una contraposición constante entre las propuestas de Unión por la Patria y la oposición, sobre todo con las de La Libertad Avanza. El modelo de “ellos” contrapuesto con el de “nosotros”, graficando así un escenario entre dos grandes modelos de país.
Finalmente reconoció el peso de la provincia de Buenos Aires en las elecciones (representa el 40% del padrón electoral), y pidió un último esfuerzo: “Sé del valor de los intendentes, de la fortaleza de la provincia de Buenos Aires y de la capacidad militante, por eso, quiero pedirte Axel que hagamos el máximo esfuerzo, que vayamos barrio por barrio para lograr la victoria el 22 de octubre”.