En la Celac, Alberto Fernández cosechó guiños que alimentan su anhelo electoral

El Presidente se mostró junto a Lula da Silva durante dos días y exhibió una foto de integración regional. Pronto volverá a la agenda doméstica con con clima de pre campaña y en un febrero en el que buscará a mostrar unido al peronismo.

25 de enero, 2023 | 00.05

Finalizada la visita de Lula da Silva y la cumbre de la Celac, Alberto Fernández se volverá a abocar a la agenda local marcada por un clima de pre campaña electoral que, más allá de si sea candidato o no, lo tendrá como protagonista. Guiños políticos, fotos con líderes de la región y una fiesta popular dieron el marco que alimenta la aspiración electoral de Fernández dentro de un Frente de Todos sin candidatos definidos.

Sin dudas la presencia de un Lula recién asumido y por su historial político que lo ubican como un líder regional, es motivo para que Fernández saque músculo y se envalentone a mantener su intención de competir por la reelección. En la conferencia que brindaron en Casa Rosada, se definieron como “amigos” y “socios”, y Da Silva recordó con los ojos llorosos el día que Fernández lo fue a visitar cuando estuvo detenido en Brasil.

Durante las 48 horas que estuvo en el país, Lula y Alberto Fernández se mostraron juntos en distintos eventos como el encuentro con organismos de derechos humanos, el foro de empresarios y hasta un espectáculo de bienvenida en el Centro Cultural Kirchner, con una clásica fiesta popular como las que identifican al kirchnerismo. Entre figuras del ámbito de la cultura, allí también estuvo Evo Morales, ex presidente de Bolivia ponderado desde el Instituto Patria.

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El Gobierno está convencido de que la cumbre mostró no solo a Alberto Fernández sino al Frente de Todos “competitivo” al relanzar el vínculo con Brasil que fortalece la relación entre ambos países, pero también a la región. “Se vio la centralidad del Gobierno para la iniciativa política para lanzar una región más integrada”, señalaron a El Destape desde uno de los ministerios que firmó acuerdos de integración con Brasil. 

Un funcionario albertista marcó a este portal que con la agenda exterior de estos días “el Gobierno corrió el eje hacia una agenda positiva” en respuesta a las denuncias de Juntos por el Cambio a las comitivas de determinados países para boicotear la cumbre de la Celac. En el Gobierno no observan contradicciones en las relaciones con países como Venezuela ya que el mismo Fernández, en su discurso de balance de su presidencia pro témpore, además de pedir el fin del bloqueo al país gobernado por Nicolás Maduro también resaltó la gestión para promover el “diálogo en Venezuela, tratando de que la convivencia democrática sea una realidad”.

“La derecha”, que en el caso del Gobierno la personifica en Macri y los malos resultados económicos de su gestión, fue también protagonista de esa conferencia. Si bien no quiso referirse al escenario político argentino, Da Silva le pidió a la sociedad que en las próximas elecciones "no permita que la extrema derecha gane". Y como guiño a Fernández, lanzó: "No me gusta hablar sobre la política de otro país, lo único que puedo decir es que cuando Alberto ganó las elecciones en la Argentina fui muy feliz".

Fernández comenzó el 2023 muy activo con el impulso junto a 11 gobernadores de la denuncia para iniciar el juicio político a los cuatro miembros de la Corte Suprema de Justicia. Este jueves la comisión de juicio político de la Cámara de Diputados iniciará ese proceso que de llegar al recinto exhibirá las limitaciones de un oficialismo que hasta le cuesta reunir el quórum para iniciar una sesión. La pelea de Fernández con la Corte fue motorizada por el fallo de la coparticipación que benefició a la ciudad y los presuntos chats entre el Robles, vocero del presidente del máximo tribunal, Horacio Rosatti; y el ministro porteño en uso de licencia Marcelo D’Alessandro en los que intercambiaban información sobre fallos clave.

Alberto Fernández en su discruso en la cumbre de la Celac.

Pero la actividad de Fernández para mostrarse protagonista de este año electoral no terminó allí ya que después comenzó a confrontar con Mauricio Macri, el líder del PRO que aún no define cuál será su futuro político. En distintos actos recordó el estado del país cuando le tocó asumir y que quien "prometió 'pobreza cero' y dejó el país con mayor desempleo y con un montón de gente hambrienta se llamó Macri".

También Macri fue el blanco en el primer spot que lanzó con tintes electorales al cuestionar la frase del líder del PRO cuando tildó de “fracasada” a la sociedad argentina. También con mensajes que resaltan obras que muestran gestión a largo plazo y enfocadas en crecimiento de la economía advierte que la “oportunidad invaluable” que tiene el país “no sea regalada a quienes fundieron el país en nombre de la libertad y el cambio”. En todos los mensajes se muestra como un Presidente que tiene la intención de continuar con el proyecto político por otros cuatro años más.

La obra pública es protagonista en lo que va de enero de los distintos actos del Presidente. Dos veces por semana en los últimos 20 días, Alberto Fernández compartió una actividad con el ministro responsable de esa área, Gabriel Katopodis. Una de las carteras que más resultados concretos le puede aportar a la gestión del Frente de Todos, no solo por la visibilidad de la obra que beneficia a una comunidad determinada sino también por la generación de puestos de trabajo.

Con la mirada puesta en las elecciones, Katopodis recorre todas las semanas el conurbano bonaerense, el interior de la provincia de Buenos Aires y el resto del país. La excusa formal son inauguraciones o puestas en marcha de obras, pero también aprovecha para reunirse con intendentes alineados con el gobierno nacional y con militantes frentetodistas. Con carteles en tono de campaña que lo presentan como "Kato dice y hace", allí los alienta "pelear cuerpo a cuerpo" a "tomar la palabra. Convencido de que el triunfo del oficialismo es posible, reclama: “Les ganamos una vez, pero no alcanza. Tenemos que volver a ganarle a la derecha para que podamos profundizar un modelo de inclusión en la Argentina”.

La agenda de la semana mantendrá a Fernández todavía abocado a reuniones bilaterales con mandatarios de Cuba, Haití, Honduras, El Salvador; como también con el enviado de los Estados Unidos, Christopher Dodd; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; y el director general de la FAO, QU Dongyu. La política exterior es uno de los ejes que Fernández más destaca de sus cuatro años de gestión por estar exento de “ataduras ideológicas”, en un mundo en crisis, con guerras, acciones golpistas y carente de líderes.

Para el cierre de la semana el Presidente volverá a la agenda y el discurso doméstico, de cara a un febrero en el que espera poder reunir al Congreso del Partido Justicialista, del que está al frente a nivel nacional, y mostrar la unidad de un partido que ya discute la estrategia electoral.