En menos de una semana, Patricia Bullrich visitó Córdoba en dos oportunidades. En ambas, con anuncios importantes vinculados a la economía. Esa provincia será una de las que concentrará la atención de Juntos por el Cambio para recuperar los votos que se consiguieron en el comicio provincial pero que no se interpelaron para la nacional, relegando a la alianza a un lejano tercer puesto después de haber peleado cabeza a cabeza por la gobernación en las elecciones 2023.
Patricia viajó el jueves para hacer el anuncio más importante, sobre todo hacia adentro, después de ganar las PASO: la presentación en sociedad de Carlos Melconian como vocero, líder de equipo y futuro ministro de Economía en caso de llegar a la Presidencia. El lunes volvió a hacerlo para anunciar la eliminación de los derechos de exportación a economías regionales y lechería desde el primer día y, por ley, al resto de los productos.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
Con dos presencias centradas en la economía, Bullrich habló de eliminar trabas y cupos a las exportaciones –la ley se llamará “prohibido prohibir”-, terminar con el cepo cambiario, fomentar el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, entre otras.
Más allá de los anuncios, que claramente concentraron su fortaleza en el escenario ubicado en el centro del país, Bullrich arrancó con su campaña más exitosa, la de la cercanía y los viajes constantes. Pero en esa provincia, particularmente, empezó a hacerlo por un declive marcado entre la performance de Juntos por el Cambio en los comicios provinciales versus los nacionales. Entre el 25 de junio al 13 de agosto, menos de dos meses, perdieron 16 puntos.
La estrategia pasará por la recuperación de los votos que Luis Juez sacó en las elecciones a gobernador. Según el escrutinio definitivo, el senador quedó a tres puntos de Martín Llaryora, el victorioso de la noche cordobesa, a sólo tres puntos. Consiguió más del 41% de los sufragios. Tiempo después, Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, sumados, apenas si superaron el 25%. La situación delicada incluso llevó a Patricia a pedir que Juan Schiaretti baje su candidatura a la Casa Rosada para sacar un contrincante.
La caída se explicó por dos razones: por un lado, el ausentismo. En Córdoba votó un porcentaje menor que a nivel nacional, aunque no por mucha distancia. La mayor diferencia se vio respecto del 2019, con una alta participación. Por otro lado, la combinación letal, la transferencia de votos hacia otras opciones.
Las derrotas de Juez y Rodrigo de Loredo no lograron digerirse del todo y Juntos por el Cambio perdió bastante terreno con esos traspiés. En el primer caso, porque ganar hubiera sido una sorpresa – no imposible pero sí una hazaña – y en el segundo porque se consideró que habría una victoria segura. A ello se le sumó que ni Bullrich ni Larreta lograron apalancar a la alianza y que nadie consideró a Javier Milei como una amenaza real. Completamente ausente en los comicios locales (sacó menos del 3%), pasó desapercibido para lo nacional.
Para intentar revertir la situación, lo más importante será la presencia y el cuerpo de cada uno de los dirigentes. Como el objetivo será recuperar los votos de Juez, el senador irá a los territorios más dificultosos y también habrá recorridas de intendentes y legisladores electos en las zonas amigas. La presencia de Bullrich se medirá semana a semana para ver cuál es el mejor momento.
Dentro de los argumentos para convencer de votar a quienes ya castigaron a la política el 13 de agosto estará el famoso “orden”. El centro de la segunda etapa de la campaña, tanto con su significado positivo como negativo. Negativo para referirse a la “falta de orden” del kirchnerismo o al “caos” de la propuesta libertaria. Positivo para hacer mención a un “orden” que implique un proyecto de país con equipos y propuestas. Frente a dos desórdenes, el orden.
Conurbano bonaerense, el otro desafío
Otra zona delicada para el bullrichismo es el conurbano. Milei decidió bajar a La Matanza para recorrer las calles de Ramos Mejía, lejos del corazón del partido populoso de la zona oeste. La Libertad Avanza quedó segunda, arriba de Juntos por el Cambio pero muy lejos de Unión por la Patria en la categoría de presidenciables, de gobernador y de intendentes.
La pelea estará, entonces, por el segundo lugar. Milei sacó 3% más que los dos candidatos de Juntos por el Cambio juntos y Carolina Píparo, para la gobernación, tuvo casi 2% más que los postulantes de la alianza unidos. En ese distrito, Patricia Bullrich pareció perder votos. Si estaba en desventaja, se le complicó retener y ahora deberá partir desde más abajo.
La candidata presidencial de Juntos por el Cambio apareció con 15% de intención de voto en ese partido del conurbano, una caída de casi cinco puntos respecto agosto. La pregunta es a dónde irán esos sufragios en caso de mantenerse la tendencia. En principio, tanto Milei como Sergio Massa aparecieron con cierta estabilidad respecto a lo cosechado el 13 de agosto, cuando consiguieron 23% en el primer caso y 39% en el segundo. En principio, las voluntades extraviadas por Patricia se volcaron a la categoría de “indecisos”.
Más allá de los números negativos, Juntos por el Cambio mantiene expectativas. No se vio lejos de la posibilidad de entrar a un balotaje y centró sus esperanzas en el éxito de convocar a los que decidieron no votar en agosto porque los que sufragaron difícilmente decidan cambiar de opción en octubre. Entonces, la clave estará en los ausentes.
Los que no fueron a las urnas, se analizó, fueron en gran parte votantes afines a Juntos por el Cambio que tiene la tradición de crecer entre las PASO y las generales. Entre esa estrategia y una pelea de dos o tres puntos al caudal de Milei – electores que se puedan recuperar -, Patricia podría estar en una segunda vuelta. Moneda al aire. Un escenario de tres tercios a menos de tres puntos de distancia entre los espacios hace que todo sea posible.
Cerrar sesión