Elecciones 2023: emboscada y robo de votos, ¿qué hará el PRO con Espert?

Los espacios que salieron a apoyar la incorporación de Espert fueron señalados como socios del larretismo y una candidatura presidencial del liberal sólo podría perjudicar al bullrichismo. ¿Habrá rechazo? No se impondrán obstáculos pero su inclusión se deberá conversar. ¿Se buscará un pacto para evitar daño? Seguramente.

27 de abril, 2023 | 00.05

José Luis Espert avanzó sobre Juntos por el Cambio y consiguió apoyos clave, pero aún no totales, de los socios fundadores para crear un nuevo frente electoral que incorpore al liberalismo que él representa para competir, en unas PASO, contra los candidatos elegidos por la alianza. De este modo, la coalición podría sumar, en caso de prosperar, una nueva expresión de derecha tras la consolidación de la incorporación de Ricardo López Murphy en 2021 como un actor clave. El macrismo, con más internas que conversaciones amables, todavía no decidió qué hará ante esta situación.

El diputado de Avanza Libertad intentó, en las elecciones legislativas, acordar una gran PASO opositora en la provincia de Buenos Aires pero no consiguió el visto bueno de todos los sectores. Una parte integrante de Juntos por el Cambio, más precisamente del macrismo, decidió que este año no podría pasar lo mismo y que, sea como sea, Espert debería terminar en las filas de la alianza. Lo que apareció como un acuerdo bonaerense derivó en un armado más complejo, nacional, que podría migrar de una candidatura en el territorio más poblado del país a una postulación más por la Casa Rosada.

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Horas después de una reunión burocrática entre los presidentes de los cuatro partidos con representación nacional que integran Juntos por el Cambio, tres patas clave salieron públicamente a mostrar su aceptación a la incorporación de Espert y Avanza Libertad bajo la premisa de la ampliación de la alianza. Los encargados de comunicarlo fueron Maximiliano Ferraro de la Coalición Cívica, primero, y Gerardo Moarles de la UCR, después. Miguel Ángel Pichetto lo hizo en declaraciones mediáticas.

¿Qué hará el PRO? El macrismo recibió la carta de Espert casi al mismo tiempo que sus aliados publicaron el apoyo a la incorporación. Las conversaciones, según el dirigente liberal, ya habían comenzado hace tiempo y tuvieron varios interlocutores. Ahora se avanzó hacia el paso formal de la petición por escrito. Pero el espacio amarillo hará una reunión para aprobar la solicitud. No será una definición unipersonal ni a la ligera aunque, en principio, no se pondrán obstáculos.

Para el PRO, la ampliación de Cambiemos es acertada pero eso no quita la necesidad de una charla partidaria. La incorporación de Espert no será un simple crecimiento de la alianza sino que también traerá aparejadas algunas consecuencias electorales. En especial, su figura será de preocupación para el sector halcón, sea que se postule para la presidencia o para la gobernación bonaerense. Más allá de que se tratará de un frente nuevo, la sumatoria de presencias más “duras” sólo dividirá el voto de las opciones “duras”. En cualquier estamento.

Hace pocas semanas, el liberal Ricardo López Murphy decidió bajarse de una candidatura presidencial y dejar a Republicanos Unidos huérfano de un nombre para la Casa Rosada. Abdicó de ese honor para pasar a postularese potencialmente en la Ciudad de Buenos Aires, donde su espacio ya tenía un referente con intenciones de jugar en el distrito. Eso llevó a una interna entre el líder del partido y el marido de Pampita, Roberto García Moritán. La gran pregunta es por qué el ex ministro de La Alianza tomó semejante decisión.

López Murphy notó dos cuestiones fundamentales a tener en cuenta para una aventura semejante. La primera, que los números no lo acompañaban para una carrera tan larga y desgastante. La segunda, que Cambiemos ya tenía una expresión liberal para ofrecerle a los votantes, la de Patricia Bullrich. De seguir en el juego, su presencia sólo hubiera implicado el “robo” o la filtración de posibles voluntades que podrían ser captadas por la ex ministra de Seguridad.

Entonces, decidió abandonar esa tarea para no restarle votos a Patricia. Y entendió que cualquiera que siguiera en carrera, con un perfil similar, sólo le sería funcional al larretismo. Con un escenario dividido también en la Ciudad, donde se supone que López Murphy competirá para darle una alternativa liberal a Cambiemos para hacerle frente al Ramiro Marra de Javier Milei, ahora se abrió una nueva discusión.

Así como Bullrich representa al sector duro y también puede mostrarse como un reflejo de las ideas de los liberales asociados, Jorge Macri debería adoptar el mismo perfil en la Ciudad. De no lograr la unidad, tener opciones de Republicanos Unidos sólo le sería perjudicial al primo de Mauricio, por lo que se intentará quitar de escena a esas ofertas electorales.

Pero así como algunos decidieron ponerse del lado de Bullrich y no complicarle el camino, la aparición de Espert podría generar el efecto contrario. Su intención de voto a nivel nacional no es alta, tampoco competitiva. En caso de elegir ir por la presidencia, sólo le restaría voluntades a la oferta más combativa de JxC. Lo mismo en caso de ir por la gobernación.

Por esta división estratégica, Federico Angelini, el presidente del PRO durante la licencia de Patricia, fue emboscado en la reunión de la mesa nacional al introducir este tema de forma ad hoc. Una trampa que, dados los efectos posteriores, conocidos pocas horas después, se orientó a acorralar al macrismo para logara la incorporación del liberal. La Coalición Cívica es aliada de Larreta y la pata institucional de la UCR también.

Espert cursó la misiva un día antes de la acotada mesa nacional. El lunes, con el inicio de la semana, le solicitó a los presidentes de los partidos integrantes de Cambiemos “la conformación de este nuevo espacio y la posibilidad de competir abiertamente por todos los cargos electivos, aprovechando el ordenamiento legal dispuesto por la Ley (PASO)”. Según su proyecto, el frente no nato podría llamarse “Juntos por el Cambio y la Libertad”.

Para el actual diputado, “esta vez, la “bomba” es probable que estalle en las manos de quienes, con sus decisiones de gobierno, políticas repetidamente erradas, son los generadores y responsables de la crisis”. Pero consideró la existencia de “un estrechísimo margen para concebir una salida virtuosa, que se convierta en una gran oportunidad para implementar las reformas de fondo que la Argentina necesita”. Ellas serían posibles con la conformación de este nuevo espacio opositor.

Con la propuesta, la jugada del sector liberal de Espert mutó por completo. Pasó de ser una mera apuesta bonaerense, con su nombre como cabeza de una boleta corta, a pedir la incorporación institucional de ese bando a la mesa nacional de Juntos por el Cambio con competencia en todos los cargos. Por eso, no se descartó que el diputado pueda postularse a la presidencia. En ese caso, la perjudicada sería Bullrich. En caso de quedarse en Buenos Aires, el perjudicado sería el candidato de Bullrich. Salvo que aparezca una mano mágica.

Según un relevamiento nacional de Managment & Fit del mes de abril, Espert maneja un altísimo nivel de desconocimiento y poca imagen positiva frente a la negativa. Dentro de las probabilidades de un voto seguro, el liberal sólo cosechó el 2,1%, el menor de los cinco dirigentes opositores medidos, y un techo del 12% al conseguir la decena en la categoría “podría llegar a votarlo”. Sin embargo, el rechazo y el desconocimiento siguieron siendo los indicadores más altos.

En un escenario de interna de JxC, quedaría último, debajo de Horacio Rodíguez Larreta, Bullrich, Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Facundo Manes. En general, no se encontraron muchas mediciones de su figura a nivel nacional y las pocas existentes lo ubicaron con un umbral bajo. Por lo tanto, en ningún caso tendría chances concretas de convertirse en presidente pero sí de dividir votos. Algo similar en Buenos Aires, perjudicando más a los halcones que a las palomas salvo un pacto de último momento.

Estratégicamente, la intención de Espert pasó por ubicar al liberalismo en un sillón importante dentro de la alianza de Juntos por el Cambio. Desde un sector del macrismo, sin embargo, se buscará que lo haga para aportar y no para perjudicar. Al entender que los tres espacios que ya se manifestaron a favor, sin “peros”, son aliados del jefe de Gobierno, el bullrichismo hará lo posible por encontrar la mejor forma de concretar la adhesión.

Esa forma no lo incluiría a Espert como candidato presidencial, sin chances reales y sólo con un efecto perjudicial para Bullrich. En cambio, sí podría ubicarlo en Buenos Aires donde, según algunos sondeos, podría tener buenos pisos y techos electorales en un cinturón clave de la provincia. Según otros, por el contrario, estaría muy lejos de un número interesante a nivel general, ya vinculado a la intención de voto. Una vez más, le sacaría sufragios a los postulantes más duros pero podría serle útil al bando halcón en caso de lograr un acuerdo entre las partes y generar una sumatoria a este proyecto.

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