De cara a las elecciones 2023, el candidato a presidente de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, volvió a cargar duramente contra el Papa Francisco y ratificó su rechazo a Brasil y China, los principales socios comerciales de Argentina, en una entrevista realizada la semana pasada en Buenos Aires por el periodista estadounidense y favorito de Donald Trump, Tucker Carlson. En ese marco, el minarquista volvió a atacar a países a los que tildó de "comunistas".
"De hecho, no solo voy a hacer negocios con China, sino con ningún comunista. Soy un defensor de la libertad, la paz y la democracia. Los comunistas no entran ahí. China, (y los presidentes de Rusia Vladimir) Putin y (Luiz Inácio) Lula (da Silva, de Brasil) no entran ahí. Nosotros queremos ser el faro moral del continente, ser los defensores de la libertad, la diversidad, la democracia y la paz. Entonces, desde el estado no vamos a promover ninguna acción con comunistas ni socialistas"
Sin embargo, añadió: "Eso no quiere decir que los argentinos no puedan comercializar. Si quieren hacerlos con China, Brasil o Rusia, es un problema de los argentinos"
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En la entrevista, que duró media hora, según lo que publicó el periodista estadounidense en sus redes, el líder de LLA apuntó contra el Papa. Dijo que "juega políticamente", que "tiene fuerte injerencia política" y que demostró "gran afinidad con dictadores como (el ex presidente de Cuba Raúl) Castro o (mandatario de Venezuela, Nicolás) Maduro". En esa línea, el candidato antiEstado y antiderechos afirmó que "está del lado de dictaduras sangrientas".
Carlson opinó que Castro "es un asesino", Milei agregó que el fallecido presidente cubano Fidel Castro "también" lo era y completó: "Tiene afinidad por los comunistas asesinos, de hecho no los condena. Es bastante condescendiente con ellos y con la dictadura venezolana. Con todos los de izquierdas, aún cuando sean verdaderos criminales".
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Luego, señaló que Francisco "considera que a la justicia social" como "un elemento central de su visión". Fue así que volvió a repudiar el apotegma del peronismo y lo definió como "robarle el fruto de su trabajo a una persona y dárselo a otra".
"Entonces, implica dos cosas: una es un robo, y eso está en contra de lo que dicen los diez mandamientos. Está avalando el robo. El otro es que es un trato desigual ante la ley. No me parece que algo sea justo que uno sean castigados y otros premiados desde una posición de poder como la que tiene el estado, que tiene el monopolio de la violencia", cerró.