El candidato a presidente de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, volvió a reivindicar las posturas negacionistas de su espacio en el debate presidencial, de cara a las elecciones 2023, y utilizó las mismas palabras que usó por años el primer presidente de facto de la última dictadura cívico militar, Jorge Rafael Videla.
En el bloque de convivencia democrática y derechos humanos, Milei afirmó que en la década de los 70 "hubo una guerra" en la que las fuerzas del Estado "cometieron excesos y, por tener el monopolio del Estado, les vale todo el peso de la ley. Pero también los terroristas de montoneros y del ERP asesinaron y secuestraron gente".
La frase rememora los dichos pronunciados por Videla en 2010, en el marco del juicio oral que se le realizó a él, al ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército Luciano Benjamín Menéndez, junto a otros 28 imputados, por delitos de lesa humanidad cometidos durante el último gobierno militar.
Cuando el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de Córdoba habilitó las "últimas palabras" a los acusados, el dictador aseguró que en la década del ’70 hubo en la Argentina una “guerra interna” y señaló que la agresión terrorista quería tomar el poder político para instalar un estilo marxista.
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"Fue una guerra interna iniciada por las organizaciones terroistas contra las instituciones del propio Estado argentino... Me niego a aceptar que fue una guerra sucia. Las guerras defensivas, como la que hubo en nuestra patria, son en general guerras justas", manifestó el genocida en ese entonces.
En el debate presidencial, Milei afirmó además que "no fueron 30 mil desaparecidos, fueron 8753", afirmó el líder de LLA. También dijo estar en contra del "curro de los derechos humanos" e hizo apologìa de la teoría de los dos demonios.
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Los dichos del candidato se encuentran en sintonía con los de su compañera de fórmula, Victoria Villarruel, defensora de genocidas, que mantuvo reuniones con al menos 10 represores en el gobierno que derrocó ilegalmente al de María Estela Martínez de Perón.
Además, en el cara a cara de los presidenciales, Milei defendió su plan de minimización del Estado y desregulación de economía - similar al que impulsó la última dictadura cívico militar - y su programa de dolarización, afirmando que "la moneda argentina es impresentable".