Las elecciones del domingo serán particulares. Por el asesinato de Morena en Lanús, municipio del macrismo, todos los precandidatos decidieron abandonar sus actos de cierre en solidaridad con la familia. Pero, al mismo tiempo, volvió a ponerse sobre la mesa el discurso de la mano dura. Esas frases repetidas una y mil veces con las que la derecha siempre se mostró cómoda. Una especie de impulso para los más extremistas que volvieron a la carga con sus propuestas del sálvese quien pueda.
El asesinato de Morena, la niña de 11 años que fue abordada por motochorros camino a su escuela, volvió a instalar el discurso del punitivismo y de la baja de la edad de imputabilidad, de “el que las hace las paga”, según Javier Milei; la advertencia a los delincuentes por perder la “vida” o la “libertad”, esgrimida por Victoria Villarruel; el encarcelamiento de menores promovido por Ricardo López Murphy y José Luis Espert y la demonización del kirchnerismo porque siempre es una buena ocasión.
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A Néstor Grindetti, candidato a gobernador de Patricia Bullrich e intendente de Lanús, el crimen lo obligó a actuar rápido. Su municipio iba a ser el espacio para cerrar la campaña nacional, provincial y local, esperando lograr la sucesión en manos de Diego Kravetz. Amigos del discurso de la seguridad, buscaron apuntar todos los cañones contra el gobierno provincial para buscar el menor impacto posible.
Bullrich se plegó con el “esto no va más”, una nueva versión del “conmigo esto se acaba”, parte de su campaña. Mientras el resto de sus compañeros de alianza intentó, en mayor o menor medida, dedicarse sólo a enviar condolencias y pedir justicia. Entendiendo el clima, sin embargo, suspendió el cierre de campaña pero no evitó el viaje a Córdoba, para darle allí la puntada final a su carrera electoral antes de las PASO. Pero no hizo el acto previsto sino una breve conferencia de prensa.
Tampoco canceló su vuelo Horacio Rodríguez Larreta, que tenía programado un viaje a Entre Ríos para acompañar a Rogelio Frigerio, protagonista de otra de las elecciones importantes de este domingo. Estuvieron presentes, también, María Eugenia Vidal, la reciente incorporación larretista, y el radical Maximiliano Pullaro, el ganador de la PASO en Santa Fe frente al bullrichismo. Pero, al igual que su contrincante, también decidió cancelar el evento estipulado para el jueves en La Plata junto a Diego Santilli y Julio Garro, que tendrá que enfrentar una elección difícil.
El discurso de la mano dura
En ese contexto, volvieron a aparecer los discursos en contra del “abolicionismo”, del “zaffaronismo” y a favor de la mano dura. Con el video de una supuesta detención de un menor (desmentida por el ministro de Seguridad, Sergio Berni, que confirmó dos mayores apresados), se volvió a instalar la necesidad de bajar la edad de imputabilidad.
Un impulso para aquellos que basaron su campaña en el odio, en la bronca y en el hartazgo frente al funcionamiento del sistema. El domingo se verá si los que hicieron campaña con el dolor de una familia tuvieron éxito o si, por el contrario, fracasaron.
Así se llegará a una elección nacional con tres proyectos opositores que, de una u otra manera, proponen un endurecimiento del accionar de las fuerzas de seguridad y un régimen represivo. Según algunos focous group, Bullrich fue percibida por la sociedad como una persona con firmeza pero sin capacidad de diálogo; Larreta como alguien dispuesto a charlar pero con poca firmeza; y Milei con las mismas características que Patricia. Pero todos mostraron, en el discurso o en la acción, la necesidad de un enfrentamiento directo en las calles en caso de generarse una situación no deseada por ellos.
También en el resto del país
Pero las nacionales no serán las únicas elecciones. Ya se vio, en Chaco, cómo un crimen y el hostigamiento mediático pueden impactar fuertemente en el resultado de los comicios e incluso en la concurrencia. Las PASO en esa provincia, tras el femicidio de Cecilia, superaron el 40% de ausentismo. Habrá que ver el impacto en otros distritos del país, en especial del discurso nacionalizado con amplificación de medios concentrados.
Larreta, que estuvo en Entre Ríos, dedicó el miércoles a acompañar a Frigerio, que tendrá otra de las grandes elecciones de este domingo. El ex ministro de Mauricio Macri irá colgado de las dos boletas presidenciales y se enfrentará a Pedro Galimberti, un radical que supo tener la banca de Gerardo Morales pero que fue abandonado por el jefe de la UCR cuando selló su acuerdo con el jefe de Gobierno.
Para Galimberti, la situación se tornó compleja. No sólo no tendrá boleta presidencial sino que tampoco tendrá acompañamiento de dirigentes de peso. Se centrará en conocer la provincia y vivir en ella, algo que se le cuestionó bastante a Frigerio, sobre todo desde el peronismo. Adán Bahl, actual intendente de Paraná, será el postulante del oficialismo y tendrá la difícil misión de retener la provincia.
Juntos por el Cambio tuvo, en esa provincia, bastantes inconvenientes. Hubo cruces públicos de Galimberti hacia Morales por borrar “con el codo lo que escribió con la mano. No lo juzgo, sólo le pido coherencia y honrar el valor de la palabra, que es lo que le está faltando a la dirigencia política”. También lamentó la decisión de Larreta, Bullrich, Frigerio por dejarlo con boleta corta, “pero más entristece la labor complaciente y sumisa de la UCR nacional, y provincial” por subirse “al furgón de los cargos” y dejar “los principios en cualquier andén”.
A Galimberti, la Justicia no le dio la razón. Tampoco rechazó su pedido para poder llevar boletas presidenciales. Simplemente no se expidió. El que sí decidió acompañarlo, como anticipó El Destape la semana pasada, fue Facundo Manes. El dirigente radical que quiso ser presidente, no pudo serlo por los acuerdos de cúpula y hoy se mostró del lado del proyecto de Larreta.
Manes optó por acompañar a los radicales que se la jugaron por un cargo ejecutivo, como Martín Lousteau, en CABA, Miguel Lunghi por la reelección en Tandil y Galimberti en Entre Ríos. Viajó hasta allí, al igual que Larreta, pero para apoyar a la propuesta que enfrentará a Frigerio. En frente contra frente – JxC vs Unión por la Patria – podría haber una pelea ajustada pero la oposición se mostró optimista.
También habrá elecciones en Santa Cruz, otro de los distritos donde JxC tuvo problemas e irá dividido. Juntos por Santa Cruz llevará dos propuestas, una comandada por Roxana Reyes y otra por Zeidan Mirey. Ambas están ligadas al proyecto de Patricia Bullrich. ¿Por qué ir con dos boletas? Porque en el distrito rige la ley de lemas y será triunfador el candidato más votado dentro del lema más votado. Una estrategia para sumar.
El larretismo, en tanto, tiene un acuerdo con el diputado y gremialista de la industria del petróleo, Claudio Vidal. Esta opción irá dentro del lema Por Santa Cruz que tendrá seis sublemas en total. Como dato color, en uno de ellos estará Mario Markic, periodista, y otra de las opciones llevará las siglas MILEI pese a no estar vinculados al libertario.
La otra puja en las urnas se dará en Catamarca. También con opciones que responden a La Fuerza del Cambio, de Bullrich, o a El Cambio de Nuestras Vidas, de Larreta. Por supuesto, esta provincia no está dentro de las “ganables” por la oposición que tendrá que enfrentar a la fórmula del actual gobernador Raúl Jalil y Rubén Dusso.
El larretismo tendrá a Rubén Manzi, actual diputado nacional, y Silvina Acevedo mientras que el bullrichismo llevará a Flavio Fama, ahora senador, y Hugo Ávila. Donde haya una elección, habrá una interna.