El Frente de Todos (FdT) en Entre Ríos se encamina a unas Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que tendría, como mínimo, a tres postulantes. Si bien el gobernador Gustavo Bordet “ungió” al intendente de Paraná, Adán Bahl, hay al menos dos postulantes más que tienen pensado seguir en carrera: Enrique Cresto (Concordia) y Martín Piaggio (Gualeguaychú). A eso se le suma la creciente presión del exgobernador Sergio Urribarri, quien de presentarse le restaría posibilidades al peronismo en una elección que podría ser bisagra, con serias chances de perder la Provincia luego de 20 años. Todo esto, en medio de la incertidumbre reinante a nivel nacional en la coalición que, con un escenario incierto, obliga a que actores locales aguarden coordenadas de las principales cabezas políticas.
El último martes, lo que se sospechaba se concretó: Gustavo Bordet le dio su bendición a Bahl para que sea el candidato "oficial" del peronismo en Entre Ríos. Este viernes, el mandatario entrerriano reunió a 500 dirigentes en Paraná para dar una muestra de respaldo "prácticmamente unánime" como así lo expresó. No se quedará en ahí y el lunes se reunirá con Piaggio para intentar seducirlo y que desista de su pretención electoral. Quien bajó su precandidatura en las últimas hora fue el diputado Marcelo Casaretto, quien expresó su apoyo a la estrategia política de Bordet.
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Era casi un secreto a voces. El gobernador y el intendente de Paraná -quien fuera además su vicegobernador en su primera gestión- se venían mostrando juntos, caminando obras, cerrando acuerdos y sellando el rótulo de "elegido" para que el Frente de Todos presente en las elecciones -pegadas con las nacionales- el postulante que el mandatario provincial consideró como "la persona indicada para garantizar gobernabilidad y un futuro de crecimiento en la provincia".
No obstante, la determinación del titular del Poder Ejecutivo y presidente del peronismo entrerriano despertó tensiones adentro del espacio. Si bien eligió bajarle el tono y asegurar que las PASO son un mecanismo que respeta, lo cierto es que garantizarle al presidente municipal de la capital el aparato de cara a los comicios no cayó bien en dirigentes con expectativas de pugnar por el voto popular en una interna en igualdad de condiciones. Y en las que, por otro lado, por primera vez en dos décadas el oficialismo corre riesgo de perder la Casa Gris, frente a un candidato fuerte y que viene de aventajar por más de 20 puntos al justicialismo en las intermedias de 2021, como Rogelio Frigerio.
Así las cosas, las reacciones de los díscolos no fue unánime. Por el lado de Enrique Cresto se optó por el silencio. El intendente de Concordia, que viene hace años trabajando para ser gobernador, no se ha expresado sobre la decisión de Bordet, al menos públicamente. De familia con histórica tradición de gobierno, no sólo él es por segunda ocasión consecutiva jefe municipal de su ciudad, sino que además su padre Juan Carlos ocupó ese cargo y su abuelo Enrique fue gobernador. Un apellido histórico, de fuerte desarrollo territorial, que ahora se ve -o se siente, al menos- marginado por la determinación oficial. El Destape intentó, sin éxito, comunicarse con el exdirector del Enohsa, que logró ubicarlo como actor central de obras de saneamiento en la provincia por más de dos años, gracias a la designación de Alberto Fernández. La dura derrota de 2021, lo mostró como un candidato con buen piso, pero con un techo. Algo que en el gobierno entrerriano no ven en Bahl, quien creen tiene todo para crecer.
Si bien Cresto no habló, un comunicado firmado por el secretario General del Consejo Departamental del Partido Justicialista de Concordia, Aldo Álvarez, fue leído entre líneas como una proclama del intendente. Si bien lo firmó a título personal, no sólo pidió a Cresto como precandidato -relanzando de alguna manera su postulación-, sino que además cargó contra la opción adoptada por el gobernador. Dijo que "no están dadas las circunstancias para la consagración de un candidato único" y advirtió que "un candidato oficial jugaría con ventaja en las internas, por el apoyo de la estructura provincial y el respaldo político del Gobernador, pero correría el riesgo de no representar cabalmente las diferentes expresiones del peronismo". Además, reclamó "internas, con reglas claras y en igualdad de condiciones". La misiva alerta también respecto de que la bendición de Bahl colabora a "limitar o condicionar el derecho a elegir y ser elegidos", lo cual redundaría en "menor participación y movilización de las bases".
Piaggio, en tanto, rompió el silencio en las últimas horas. "Nosotros teníamos una expectativa de que fuese diferente, proponíamos una PASO que fortalezca el espacio y que fuera en igualdad de condiciones. Y eso va más allá de que se oficialice a un candidato", apuntó contacto con medios locales. El Destape pudo conocer que, con un mensaje similar, se despachó en el propio grupo de WhatsApp donde están los intendentes peronistas de la provincia, incluido el propio Bahl. No obstante, el jefe comunal se encargó de aclarar que su relación con el elegido por el gobernador es buena y llamó a una PASO sin agresiones.
Horas antes, el intendente de Gualeguaychú, de extracción kirchnerista, estuvo compartiendo una actividad en Paraná con el precandidato a presidente Juan Grabois. No es la primera vez que se muestra con el referente del Frente Patria Grande, que busca competir dentro de la interna del Frente de Todos. En la Facultad de Trabajo Social (FTS) de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), y con la excusa de presentar su libro "Los Peores", el dirigente social llamó a que el presidente municipal sea candidato a la Gobernación, destacando su lucha ambiental y la prohibición del uso del glifosato en su ciudad, una disputa que le valió la contra de sectores de poder. "Hay que jugársela porque no es lo mismo que en el Frente de Todos el monopolio lo tengan los que no quieren cambiar nada, los que piensan que la política es administrar la realidad, a que pueda estar representado el sector de los que pensamos que la política es transformar la realidad para las grandes mayorías, empezando por los más pobres", lanzó Grabois.
Ni Cresto ni Piaggio firmaron el comunicado de intendentes de la Liga Justicialista que salió a apoyar la decisión de Bordet, algo leído como un primer mensaje de disconformidad. Sí sumaron sus rúbricas el jefe comunal de Concepción del Uruguay, Martín Oliva -territorio de importante peso electoral-; Lucas Larrarte -presidente de la Liga de Intendentes Justicialistas-; y Claudia Monjo, intendenta de Villaguay y quien suena para acompañar a Bahl en la fórmula. Consultada al respecto, se ha encargado de decir que, por el momento, son sólo trascendidos. Un dato no menos relevante: de confirmarse el binomio tendría a Paraná y Villaguay, dejando afuera a la Costa del Uruguay.
El otro que se ha mostrado sumamente enojado con la determinación oficial es Sergio Urribarri. El ahora exembajador argentino en Israel volvió al territorio luego de abandonar su cargo tras ser declarado culpable en primera instancia de hechos de corrupción en la Justicia entrerriana. Desde ese momento, recorrió la provincia y aseguró que su espacio sería parte de la contienda. De hecho, algunos leyeron el pegado de Bordet como una maniobra para desarticular la posibilidad de una lista propia que quiebre votos en el peronismo local. Sin embargo, en las últimas horas, trascendió que el exmandatario competiría por Compromiso Federal, espacio fundado en 2016 por el puntano Alberto Rodríguez Saá y cuyo apoderado nacional es Gabriel Mariotto, que en las últimas horas se lanzó como precandidato a la Presidencia en el Frente de Todos. En la provincia, ese cargo es de Lautaro Gervasoni, exdiputado nacional cercano al "Pato", que para ejercer el rol renunció a la Tesorería del propio Partido Justicialista.
“Urribarri hace cuatro elecciones que no participa por decisión de Bordet. De esas cuatro elecciones, se perdieron tres y la última fue la peor derrota de la historia del peronismo. En estas elecciones está decidido a participar con una boleta completa con todas las candidaturas en toda la provincia. Gobernador, vice, legisladores, intendentes, concejales, todo”, le indicó a este medio una fuente cercana al exmandatario. Agregó luego: “El hizo una presentación ante el Superior Tribunal de Justicia para que definan si puede volver a ser candidato, cuestiona por inconstitucional una cláusula transitoria de la Constitución reformada en 2008 que contabilizó su mandato en curso como el primero, cuando entendemos que no se puede legislar hacia atrás”.
Visiblemente ofuscado, Urribarri lanzó en las redes sociales que la decisión de Bordet es la de la "mesa más chica de la historia del PJ" y que Bahl es el postulante de "los partidos cerrados y las unidades básicas vacías". Luego sentenció: "Ahora falta el candidato de las bases, de los barrios, de las calles. El candidato de la militancia". Horas antes, había tenido un amistoso cruce en las redes con Cresto, que salió a defenderlo y a acusar lawfare por un llamado a indagatoria realizado al exgobernador en una causa donde se investiga su presunto enriquecimiento ilícito.
Por otro carril corren, pero a la par, las decisiones que adopten aquellas tribus que aguardan definiciones nacionales. Una fuente cercana a La Cámpora en la provincia –que tiene al menos dos legisladores provinciales, Estefanía Cora y Juan Huss; y uno nacional, Tomás Ledesma- está trabajando en un acuerdo. “Lo estamos cerrando”, le indicaron a El Destape, sin mayores precisiones. Siempre encolumnados atrás de la figura de Cristina Fernández, son parte del operativo clamor que pide que sea la candidata del espacio.
El massismo entrerriano, en virtud, no tiene mayores referentes. El último gran caudillo que militó en sus filas fue Jorge Busti, exgobernador ya fallecido. Hoy lo hace el titular ante Vialidad Nacional por Entre Ríos, Daniel Koch. El dirigente apuntó que Sergio Massa probablemente sea candidato a presidente y se expresó a favor de la elección de Bahl, pero en los últimos días colgó el teléfono, esperando indicaciones.
La bendición del gobernador al intendente de Paraná no parece resolver la tensión interna que se vive en el PJ entrerriano, que se agranda aún más si se tiene en cuenta que el espacio no reconoce la integración de minorías, una histórica deuda que difícilmente se salde a la hora de inscribir el frente en la Justicia Electoral, pese a que la posibilidad de por sí exista. Si bien el menú se limpió -parecen haber quedado fuera de carreras nombres tales como el de la vicegobernadora Laura Stratta; el exintendente de Concepción del Uruguay, José Lauritto; y el secretario de Agricultura de la Nación, Juan José Bahillo- la perspectiva indica que habrá PASO en el peronismo entrerriano. El próximo round ya no será pelear candidaturas, sino que pegados. Una tarea no menor, en medio de los tironeos por suceder al gobernador y ganarle la pulseada a Frigerio, en una elección que se aguarda sea, nuevamente, sumamente polarizada.