De campaña hacia las elecciones 2023, el peronismo nacional de Unión por la Patria sale a disputarle el voto peronista a Juan Schiaretti en su propia provincia, Córdoba, el distrito más refractario al kirchnerismo, que concentra el 9% del padrón nacional. Los armadores de Sergio Massa trabajan en distintos escenarios, entre los cuales analizan que pueden llegar al 15% en las PASO.
Desde Buenos Aires, Unión por la Patria resolvió que, hasta el 13 de agosto, en Córdoba habrá tres comandos de campaña: uno que aporta a la canasta del candidato presidencial Sergio Massa y apunta a cosechar en los campos del delasotismo; otro más peronista/progresista apuntala la figura de Agustín Rossi, candidato a vice por el oficialismo nacional; mientras que el tercer sector, que responde a La Cámpora, trabaja para las candidaturas a diputados nacionales de Gabriela Estévez y Martín Fresneda, jefes del Instituto Patria en esta provincia mediterránea. Luego de las PASO, los tres comandos confluirán en una Mesa Provincial.
La relación de Massa con Córdoba no es nueva: hace ocho años, para las elecciones presidenciales de 2015, el líder del Frente Renovador armó la alianza Unidos por una Nueva Argentina (UNA) junto al entonces gobernador cordobés, José de la Sota. En las PASO de ese año, el líder del peronismo cordobesista se alzó con la victoria en su provincia y cosechó 33% de los votos, imponiéndose sobre el ascendente Mauricio Macri, quién quedó segundo en Córdoba con 29,53% de los votos. Mientras que Daniel Scioli, candidato presidencial del kirchnerista Frente para la Victoria sumó 14,65%.
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En las PASO de 2015, Sergio Massa logró en Córdoba 5,64%; pero nacionalmente aplastó a De la Sota: el actual ministro de Economía y candidato presidencial logró en todo el país 14,33%; contra 6,25% del cordobés; quién llevó de compañera de fórmula a Claudia Rucci, hija del asesinado sindicalista ortodoxo José Ignacio Rucci; quién en la actualidad milita en Provincia de Buenos Aires con Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli.
En la primera semana de julio, cuando ya había bajado la espuma por la pírrica victoria del schiarettista Martín Llaryora sobre Luis Juez para la gobernación cordobesa, Massa convocó a un puñado de cordobeses al quinto piso del Ministerio de Economía, donde tiene su oficina: el intendente de Leones, Fabián Francioni; su colega Martín Gill de Villa María; la legisladora Tania Kyshakevych; el presidente de Casa de la Moneda y el secretario de Articulación del Transporte de la Nación, Marcos Farina –tiene línea directa con Adriana Nazario, última pareja de De la Sota- fueron designados por el líder del Frente Renovador para armar el massismo de Unión por la Patria en Córdoba. También trabajará para Massa Presidente, otro delasotista paladar negro, Horacio Miró; empresario y lobista con el Círculo Rojo cordobés y porteño, titular de la constructora BASAA SA –ex Britos SA-.
“La idea de Sergio es disputar con Schiaretti el voto peronista en Córdoba; y con Larreta, el voto moderado, de centroderecha. Cuando en 2015 armaron UNA con José (De la Sota), Sergio dejó las bases para seguir trabajando a futuro. Él sabe que con CABA y Provincia de Buenos Aires no alcanza, que hay que armar Córdoba, Santa Fe, Mendoza, el viejo armado de la Renovación de (Antonio) Cafiero en los ’80”, detalló uno de los cordobeses que participó de la reunión con el precandidato presidencial en el Palacio de Hacienda.
El intendente de Leones, Fabián Francioni, señaló que “el peronismo cordobés se va a encolumnar detrás de la candidatura de Sergio Massa, las PASO es la primera etapa, pero estamos trabajando firmemente para octubre”. Y la legisladora Tania Kyshakevych, una de las armadoras en Córdoba, le dijo a El Destape: “Con Sergio Massa tenemos un vínculo desde 2015. Con otros compañeros peronistas estamos trabajando en su proyecto como Presidente, como lo hicimos hace ocho años atrás”.
El plano de mínima del comando de campaña massista es lograr 12% y el de máxima, llegar a 15% en Córdoba en las PASO; para tratar de llegar a las elecciones generales del 22 de octubre con 25%. En las pasadas elecciones provinciales del 25 de junio, el espacio de Unión por la Patria jugó con el sello Creo en Córdoba, y logró apenas 2,2% para el tramo de gobernador, que llevó como candidato al intendente Federico Alesandri (Embalse). El kirchnerismo en Córdoba tenía un piso de nueve puntos y en estas elecciones, el cristinismo jugó fuertemente por abajo para el schiarettista Martín Llaryora. Para las elecciones en la Capital del próximo domingo 23, también trabajará para Daniel Passerini, candidato de Hacemos Unidos por Córdoba.
En las elecciones presidenciales de octubre de 2019, Juntos por el Cambio cosechó 61,31% y el Frente de Todos logró 29,27%, consiguiendo colar dos diputados nacionales, bancas a las que aspiran repetir en 2023. Se espera que la primera semana de agosto, Sergio Massa haga su primera incursión en Córdoba como precandidato presidencial.
Rossi con el albertismo
Por otra parte, el jefe de Gabinete y precandidato a la vicepresidencia, Agustín Rossi, construye en Córdoba con el albertismo autóctono nucleado en el Frente Peronista Cordobés: las principales espadas son el vicepresidente del Banco Nación y ex senador nacional Carlos Caserio; Olga Riutort, titular de PAMI Córdoba y ex esposa de José de la Sota; el ex candidato frentista Federico Alesandri; Fernando Coiset, ex intendente de Las Varillas y ex secretario de Gobierno del primer gobierno de Juan Schiaretti; la dirigente de la CGT Córdoba Ilda Bustos; y el secretario general del gremio de la Alimentación, Héctor Morcillo.
“La idea es aportar cada uno en su territorio, dejemos que pase la elección en Capital; para armar con compañeros peronistas que hoy militan con el oficialismo provincial, una propuesta de unidad, en defensa del trabajo, de la producción y con una mirada integradora de Córdoba en el proyecto nacional”, aportó uno de los armadores del Frente Peronista Cordobés.
Desde el rossismo coincidieron que luego de las PASO los tres comandos de campaña conformarán una mesa provincial para trabajar hacia las presidenciales de octubre: “Entendemos que 'El Gringo' puede superar las PASO por pocos votos, apuntamos al voto peronista cordobés; el peronismo de Córdoba es mucho más que la estructura del PJ que fue vaciada de contenido. Después de agosto se va a reconfigurar el peronismo provincial, y ahí es cuando vamos a ir por la segunda etapa que es conformar un comando unificado y tratar de ser la segunda fuerza más votada en la provincia”.
Retener los diputados
Con el peso de haber hecho la peor elección de la historia del kirchnerismo cordobés, la diputada Gabriela Estévez y el funcionario Martín Fresneda –dirigen el Instituto Patria de Córdoba- están a cargo de la campaña de diputados nacionales de Unión por la Patria. La responsabilidad es obvia, ellos mismos encabezan la boleta, ya que el cierre de listas fue el sábado 24, el día anterior a la catástrofe electoral del domingo 25 de junio, donde el sello Creo en Córdoba no superó el 3% de los votos y sólo coló a Federico Alesandri como legislador provincial, quedando en sexto lugar de la grilla para el tramo de gobernador detrás, incluso, del Frente de Izquierda y de la ultraderecha de Javier Milei.
En 2019, el Frente de Todos coló dos bancas de diputados, la propia Estévez y Eduardo Fernández, dirigente del Partido Solidario (PSol) y de la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios (APyME).
“Trabajamos para aportar a la boleta presidencial de Unión por la Patria la mayor cantidad de votantes, Córdoba tiene un electorado progresista de cerca del 15%, queremos llegar a las PASO con ese caudal, e intentar duplicar para las generales de octubre y así retener las dos bancas en juego”, confiaron fuentes del cristinismo cordobés.
Según los cálculos que hacen los dirigentes de Unión por la Patria, en octubre Juntos por el Cambio logrará cuatro de las nueve bancas de diputados; el oficialismo nacional cosechará dos escaños; mientras que la extrema derecha de La Libertad Avanza y el schiarettismo de Hacemos por Nuestro País se disputan las otras tres bancas.