Elecciones 2023: "El loco", un viaje al lado oscuro de Javier Milei

Obsesiones, negocios oscuros y revelaciones son sacadas a la luz en el libro de José Luís González sobre el precandidato a presidente libertario.

29 de julio, 2023 | 17.02

En Los Siete Locos de Roberto Arlt, el personaje del Astrólogo colgaba a unos muñecos para repasar las órdenes y manipulaciones que debía utilizar con cada uno de los implicados en su delirante plan. En el libro "El Loco",  del periodista José Luís González (editorial Planeta 2023), el protagonista, el precandidato a presidente de La Libertad Avanza, Javier Milei, tiene sus propios interlocutores para delinear los ejes de su proyecto para minimizar el estado y desregular la economía desde la Casa Rosada: "El nuevo Conan es quién le da ideas sobre la 'estrategia general', Robert es que le hace 'ver el futuro' y aprender 'de los errores, Milton se encarga del 'análisis político' y Murray de la economía".  Mientras el personaje de ficción dialoga con marionetas, el ser de carne y hueso lo hace con perros.

Liberalismo, perros, espiritualidad, política y familia se cruzan en la historia de Milei, conocido como "el loco" en sus años del colegio Copello. Allí bailaba imitando a Mick Jagger en los recreos, pero también "se iba a las manos" si te "pasabas de vivo".

"El Loco, la vida desconocida de Javier Milei y su irrupción en la política argentina", contiene testimonios de aliados y ex aliados que tratan de analizar el ascenso del libertario, hijo del hartazgo de la pandemia y un contexto de crecimiento de la derecha global. También se investigan oscuros movimientos de dinero e influencias del candidato que dice venir a combatir a "la casta" y a los "políticos chorros".

En el pico del éxito, aparecen vínculos opacos con empresas ligadas a barrabravas de River Plate, que financiaron por una cifra exorbitante el alquiler del Luna Park en 2021, como bunker de campaña de la histórica elección del espacio libertario. A partir de ese evento, se detalla el cambio de guardia en las filas de Milei, marcado por el ingreso de Carlos Kikuchi a La Libertad Avanza, sus alianzas con políticos de la "casta" , como el negacionista Ricardo Bussi, hijo de su ex jefe, el genocida Antonio Bussi-, y los sellos de goma para sostener  la contraparte con el rechazo de sus socios históricos, como Carlos Maslatón, y dirigencia juvenil.

Pero el libro también va a la génesis del referente de los libertarios, cuya infancia es marcada por una traumática relación con sus padres - una historia que involucra golpizas y un crecimiento patrimonial poco claro de su padre y la complicidad de su madre - y su amor por su hermana, la persona de mayor confianza hasta el presente.

Mientras que para Milei sus padres son sus "progenitores", su mastín napolitano Conan es su hijo. El libro afirma que el perro murió en 2017, pero que el libertario mandó a clonarlo a Estados Unidos. Así llegaron los "nietitos" a los que bautizó con nombres de los principales pensadores del liberalismo: Murray, por Murray Rothbard; Milton, por Milton Friedman; Robert, por Robert Lucas; y Lucas, también por Robert Lucas".

El ex rockero y ex arquero de la inferiores de Chacarita, terminó siendo empleado del empresario Eduardo Eurnekián. Enemistado con el ex presidente Mauricio Macri, el dueño del Grupo América transformó a ese empleado que lo hacía reir en un ariete con el que apuntó contra la mano derecha del entonces jefe de estado, Marcos Peña. 

Ese Frankenstein comenzó a tomar vida propia. La metralla de insultos del desaforado libertario se comenzó a trasladar a otras pantallas, ya que notaban que la aparición del economista despeinado "calentaba" el rating. Ese número fue la piedra basal de su instalación como personaje mediático, paso previo a desembarcar en las política.

Sin Conan, peleado con su amigo y socio, el economista Diego Giacomini, endeudado y en plena pandemia, a Milei se le abrió un mundo espiritual. Uno con formas muy particulares, que involucró la asistencia de un brujo que lo hizo dialogar con el espiritu del difunto perro/hijo o de testigos que haber visto como Milei "habla" con los muertos. Y no con espíritus cualquiera, sino con los de pensadores ilustres del liberalismo como Ayn Rand o Milton Rothbar.

De acuerdo al libro, para ese momento José Luís Espert ya había aceptado a regañadientes a su lista, a cambio del apoyo del canal América y Aeropuertos Argentina 2000 le daba su apoyo para las legislativas. Con el avance de su instalación política, Milei comenzó a machacar con la idea de que tenía una "misión", convenciendo a gente a la que quería a bordo que "el uno" le dijo que debía sumarse. 

Desde el entorno del libertario señalaron a El Destape que el espacio no va a hacer comentarios sobre la obra de González. Según señala el libro, a algunos compañeros de ruta con los que ensayó algún tipo de confianza les contó los contactos con Cristo y con perros, pero automaticamente Milei responde con una frase para pedir reserva, pero que a su vez, deja en el aire el apodo que titula la obra: "Dirían que estoy loco".