Elecciones 2023: De Loredo renunció a su candidatura a gobernador de Córdoba y el elegido fue Luis Juez

Con un video, el diputado le cedió el lugar al senador de Juntos por el Cambio después de largos meses de indefiniciones y una encuesta interna que levantó sospechas incluso dentro de la propia alianza. No definió su futuro ni qué lugar ocupará en 2023.

20 de marzo, 2023 | 19.05

Rodrigo de Loredo confirmó su renuncia a una candidatura por la gobernación de la provincia de Córdoba para dejarle ese lugar a Luis Juez. Un final anticipado pero que todavía necesitaba de la pincelada final que llegó después de darse a la luz un sondeo poco confiable incluso para los propios. Sin embargo, el diputado no dejó en claro cuál será su futuro, no dio indicios sobre una posible aventura por la capital de la provincia, como se especuló desde un comienzo.

Este fin de semana se conoció la encuesta que Rodrigo de Loredo y Luis Juez mandaron a confeccionar para, según los planes, definir cuál de los dos ocupará el lugar de candidato a gobernador de la provincia. El sondeo sorprendió por los rápidos resultados y por una muestra no demasiado conocida, incluso dentro de la propia tropa de Juntos por el Cambio. Pero más sorprendió por los resultados parejos entre ambos posibles postulantes y, sobre todo, por cómo en todos los escenarios se mostró a estos nombres por arriba del oficialismo, el claro favorito para los comicios que se realizarán el 25 de junio, desdoblados de los que se celebrarán en la Capital. Lo que no quita que pueda darse un mano a mano digno de pochoclos.

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Como si fuera un dibujo, parte de un juego propuesto por ambos futuros candidatos, incluso dentro de la alianza se sembraron dudas en torno a los resultados. Se los tomó como parte de una puesta en escena para mantener el misterio y subirse el precio mutuamente. Sobre todo porque ningún otro sondeo se acercó a lo que arrojó el mandado a hacer por colaboradores estrechos del senador y del diputado nacional.

La encuesta mostró una distancia entre ambos dentro del margen de error, por lo tanto no concluyente. Algo que De Loredo destacó en su anuncio. También evidenció que una fórmula sería mucho más competitiva, sobre todo si fuera encabezada por Juez. En ambos casos, tanto en forma individual como colectiva, siempre por arriba del oficialismo. En cuanto a niveles de conocimiento, el senador se plantó mucho más permeable en el interior, lo que subió su porcentaje, frente al diputado más consolidado en la capital.

Sin embargo, según los números que se manejaron pública e internamente, Juez demostró una ventaja mucho más abultada frente a De Loredo que la exhibida en la encuesta difundida el fin de semana. Por lo tanto, por su amplio nivel de conocimiento provincial, siempre se consideró que Juez iba a ser el elegido.

La gran pregunta es si De Loredo, con elecciones desdobladas, podrá integrar ambas listas, la provincial, como compañero de Juez, y la de la Capital un mes más tarde. Esta última opción fue prácticamente descartada por una fuente metida en el armado del interior del país por una simple razón: si bien el diputado de Evolución apostó por lograr un cambio generacional en la disputa de nombres, los Mario Negri y Ramón Mestre de la vida pisan fuerte en Córdoba.

Por eso, el radicalismo no lo dejaría ocupar varios lugares. Eso implicaría quitarle espacios en las listas a otros nombres. Ahora restará saber el futuro del diputado que aún no definió qué lugar ocupará en las próximas elecciones. Si fuera por la ciudad principal, podría ser una gran plataforma para el 2027. El plan al que los armadores nacionales se abrazaron desde un inicio. Ahí sí, tal vez, con un cambio de nombres más rotundo, una batalla circunscripta a Rodrigo y Martín Llaryora, del schiarettismo.

La elección de Juez se mostró más que obvia en los últimos meses. Pero primero fue necesario bajar la espuma entre los posibles candidatos para garantizar la unidad en Córdoba, una provincia sin PASO. Algo que De Loredo destacó, la necesidad de no tirar votos con una fuerza dividida. Una gran diferencia frente a otros años en los que Mauricio Macri pisó fuerte en un acuerdo con Juan Schiaretti para llevar un Juntos por el Cambio dividido y garantizar la continuidad del oficialismo a cambio de la construcción de un peronismo light a nivel nacional que le robe votos al kirchnerismo.

Con el desdoblamiento confirmado de las elecciones provinciales y capitalinas, el acuerdo pareció haber mutado hacia otro continente. El de dividirse los sectores a gobernar en la provincia, como supo suceder en algún momento. Algo que se interrumpió cuando el schiarettismo comandó ambas sillas, como sucede en la actualidad.

Dentro del menú de opciones, tampoco se puede descartar, a menos hasta que el papel esté firmado, que De Loredo forme parte de un tándem presidencial con Bullrich. Ella se lo propuso como a tantos otros radicales a quienes incentivó a rebelarse contra Gerardo Morales. Si la construcción de ese sector díscolo, molesto con la conducción, lograra un volumen interesante, podría elegir al compañero de la ex ministra. De todos modos, no pareciera ser una preferencia potable.

La otra gran pregunta es qué hará Schiaretti tras el establecimiento de la elección provincial un día después del cierre de listas nacionales. De suceder al revés, comicios primero y candidaturas presidenciales después, el actual gobernador podría subirse a una victoria local para impulsar sus pretensiones presidenciales. Pero eso no sucederá. Según se manifestó desde Córdoba, el mandatario va a ser candidato pese a las especulaciones. Sin embargo, en este caso no lo hará, de concretarse, a partir de un resultado positivo en su distrito sino a ciegas.

Por lo pronto, Cambiemos decidió subirse a una victoria municipal para impulsar tanto a los posibles candidatos locales como a los nacionales. Horacio Rodríguez Larreta no se quiso perder los festejos y estuvo este domingo en La Falda para acompañar al radical ganador de la elección, que reeligió en el distrito. Lo hizo junto a Gerardo Morales, un nuevo gesto del tándem que podría ir por la Rosada en octubre. Bullrich viajó el día posterior.

La elección estuvo, para el Frente de Todos, perdida desde el inicio. Sin embargo, se confió en que la distancia con Juntos por el Cambio podría a ser menor a la lograda, en torno a 20 puntos. Fue del 40%. Eso se debió a dos factores. El primero, el schiarettismo no presentó candidato por lo que no le robó votos a Cambiemos. El segundo, una muy poca participación ciudadana. Prácticamente la mitad de los 14 mil electores habilitados no concurrió a las urnas y la alianza amplió su diferencia en un 30% con sólo 300 votos más que en 2019. O sea, el peronismo no fue a las urnas.

Provincias conflictivas

Cambiemos se encontró con un escollo importante al no poder definir pacíficamente la conformación de alianzas y candidaturas en provincias sin PASO. El conflicto judicial por el nombre de la alianza llegó a su fin en Neuquén casi dos meses después de las inscripciones y en esa instancia está la situación de Tierra del Fuego aunque con un panorama más complicado. En el distrito más austral del país, no se entró en una pelea por el sello sino por la coalición en sí.

El PRO, intervenido en esa provincia, está manejado por el larretismo bajo el nombre de Mariano Gallegos. El martes de la semana pasada, el bullrichismo tomó por asalto el partido al cambiar a la máxima figura por una propia, la de Federico Angelini. El miércoles, firmó la adhesión a la alianza de Juntos por el Cambio conformada por el macrismo, el MID, la UCR y la Coalición Cívica.

Pero una parte del partido desconoció esa firma, la señaló como ilegal y llevó a la Justicia. La jueza electoral provincial resolvió que el PRO no integre la alianza y el conflicto pasó al fuero federal. Un sector cree que fallará a favor de la unidad y el otro espera que se respete la investidura del interventor larretista y se desconozca la jugada sorpresiva. La definición, incierta. Pero, por las dudas, el macrismo no acuerdista presentó una lista propia encabezada por el diputado Héctor “Tito Stefani y Paulino Rossi.

Quienes están en contra de la división, aseguraron que se logrará la unidad en Tierra del Fuego y que lo de Stefani será una aventura personal similar a la que podría ocurrir en Mendoza con Omar de Marchi en caso de decidir no plegarse a la coalición que llevará a Alfredo Cornejo como candidato.

El otro conflicto pasó por Salta. Allí, la alianza se rompió cuando un sector del radicalismo quiso introducir al Frente Popular con Martín Posadas como referente, emparentado al gobierno oficialista de Gustavo Sáenz. Con ese movimiento, el PRO decidió permanecer afuera del armado pero como se hicieron observaciones a la presentación de JxC y el macrismo no objetó el nombre de la alianza, se abrió un tiempo extra para intentar encontrar una solución. El martes hasta las 20.

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