A las 2 de esta madrugada del domingo, la jueza electoral de Córdoba, Marta Vidal, recibió a los apoderados de Juntos por el Cambio, con las actas de sus candidatos escritos a mano. El frente del PRO, radicales, juecistas y lilitos fue la última de las nueve coaliciones que se inscribió en Córdoba para disputar las elecciones 2023 a gobernador y vice del próximo 25 de junio, donde además, se elegirán 70 legisladores y tribunos de Cuentas.
En la alianza oficialista Hacemos Unidos por Córdoba, que lleva de candidato a gobernador a Marín Llaryora y de vice a la radical disidente Miryan Prunotto no tiene asegurada la victoria y anotó a pesos pesados en la boleta de legisladores, aunque hubo un tendal de heridos, entre ellos a la diputada nacional Natalia de la Sota, sin estructura propia, pero con portación de apellido, por ser la hija del fallecido ex gobernador José de la Sota.
Natalia de la Sota sonaba como candidata a vicegobernadora, incluso, las encuestas telefónicas pagadas por el oficialismo la postulaban en una terna con la esposa de Schiaretti, la senadora Alejandra Vigo y el macrista Gustavo Santos, para ver quién acompañaba a Llaryora en la boleta. Para los delasotistas que aún militan con Schiaretti, haber elegido como vice a la radical Prunotto es un desplante: “Todo bien con Miryan, ya le dieron un cargo en la Región Metropolitana, pero es intendenta de Estación Juárez Célman, que tiene 7.000 votantes, menos que un circuito de la Capital”. El grueso del delasotismo se fue entre 2019 y 2021 al Frente de Todos.
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“Al delasotismo le pagamos con la candidatura a intendente de (Daniel) Passerini”, le explicaron a la hija del ex gobernador; y como premio consuelo, en el puesto 13 de la lista de legisladores colaron al esposo de la diputada, el concejal Bernardo Knipscheer.
Otro anotado como vice y que se quedó con las ganas, es el intendente de Río Cuarto, Juan Manuel Llamosas: encabeza la lista de legisladores. El vicegobernador Manuel Calvo, jefe de la campaña de Hacemos Unidos por Córdoba, es otro de los que debió conformarse con un lugar en la lista de la Legislatura.
Un dato que no pasó desapercibido entre los que leen la política entrelíneas es que pesos pesado del Gobierno de Juan Schiaretti se anotaron en la boleta de legisladores, como el mismísimo vicegobernador Calvo o los ministros Claudia Martínez (De la Mujer); Laura Jure (Hábitat y Economía Familiar); Carlos Massei (Desarrollo Social); Ricardo Sosa (Obras Públicas); Paulo Cassinerio (Comunicación). También coló Miguel Siciliano, secretario de Gobierno del intendente capitalino Llaryora.
Desde el juecismo chicanearon: “Si están tan seguros de ganar, no meten a medio Gobierno en los primeros lugares de la Legislatura”.
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Tironeos por las bancas
Decenas de periodistas cubrían la presentación de listas en la sede de la Justicia Electoral Provincial, en la calle Caseros al 600, cuando cerca de las 2 de la madrugada llegaron los apoderados de Juntos por el Cambio con hojas A4 escritas a mano. La reunión entre los principales socios de la coalición, el Frente Cívico de Luis Juez y la UCR de Rodrigo de Loredo, además de las débiles estructuras del PRO y la Coalición Cívica, en el hotel Orfeo Suites, había terminado apenas unos minutos antes: Juez y el presidente del radicalismo, el diputado nacional negrista Marcos Carasso tienen asegurado su lugar en la boleta como candidatos a gobernador y vice. Pero además, Carasso se había anotado como primer legislador por la boleta sábana, lo que generó críticas del PRO y de la raquítica Coalición Cívica. Esta mañana, a través de Twitter, el diputado nacional y candidato a vicegobernador de Juntos por el Cambio, señaló que la doble candidatura se debió a un error involuntario.
Desde el juecismo habían impulsado como primer candidato a Pedro Dellarossa (PRO), ex intendente de Marcos Juárez, cuna de la alianza Cambiemos allá por 2014; quién enojado por el codazo de Carasso decidió no jugar y quedarse como concejal en su ciudad. El segundo lugar en la boleta quedó para la radical Brenda Austin; y en tercer lugar va el flamante presidente del PRO, Oscar Agost Carreño; quién reemplaza en la presidencia del partido amarillo a Javier Pretto, quién regresó al schiarettismo, donde había militado entre 1998 y 2013. La boleta de legisladores por la Capital la encabeza Sebastián García Díaz, armador de Patricia Bullrich en Córdoba.
“Los lugares son los que están, es una frazada corta y los socios somos varios y cada uno tiene distintas líneas internas. Pero vamos a ganar la provincia y muchos de los que ahora se quejan, van a ser ministros, secretarios, hay que trabajar para el triunfo, para que Córdoba cambie el 25 de junio”, confió un radical que milita con De Loredo.
El sector más perjudicado en la UCR es el del ex intendente Ramón Javier Mestre; pero en este núcleo no levantaron el avispero contra el veto explícito de Rodrigo de Loredo: se guardan para las elecciones nacionales, donde el ex intendente capitalino está anotado para disputar un escaño como diputado nacional.
La inexistente Coalición Cívica cordobesa pidió socorro a Buenos Aires, y desde CABA, el líder del partido de Elisa Carrió, Maximiliano Ferraro, criticó en Twitter a Carasso por ser candidato a vicegobernador y a legislador, aunque después se arrepintió y borró el posteo: “Juntos por el Cambio no puede, ni debe avalar las dobles candidaturas, es una práctica que rechazamos y no acompañamos bajo ningún concepto. Somos el cambio o no somos nada. #Córdoba”.
El Frente de Todos es Creo en Córdoba
En 2019, La Cámpora de Córdoba ordenó a su tropa dinamitar la candidatura de Pablo Carro (Nuevo Encuentro) a la gobernación de Córdoba y apoyar a Juan Schiaretti. El Frente de Todos no se había fundado aún y el gobernador cordobés, el peronista que mejor se llevó con Mauricio Macri durante su presidencia, logró su reelección con comodidad.
Cuatro años después, el armado del Frente de Todos cordobés tiene otra composición, donde el viejo delasotismo alineado con el presidente Alberto Fernández, tiene mayor peso específico que La Cámpora de la diputada Gabriela Estévez.
Reciclado en la marca electoral Creo en Córdoba, el frentretodismo mediterráneo apuesta al intendente de Embalse, Federico Alesandri como candidato a gobernador, mientras que la camporista Estévez va de vice.
El líder del espacio, el ex senador y actual director del Banco Nación, Carlos Caserio tiene un viejo enfrentamiento con el gobernador Schiaretti y aprovecha las heridas en la coalición oficialista provincial, que privilegió el armado con radicales y macristas, para sumar a sus filas a peronistas desplazados.
Alesandri y Estévez, además de estar en la boleta de gobernador y vice, se anotaron 1 y 2 en el tramo de legisladores. El tercer lugar en la boleta legislativa quedó para Juan Monserrat, dirigente del gremio docente muy resistido por sus bases. El frentetodismo aspira a colar tres legisladores y en el tramo de gobernador y vice, cosechar 10% y así “raspar” las chances electorales de Llaryora.
Los chicos también juegan
Encuentro Vecinal, por centroderecha y el Frente de Izquierda, representando al trotskismo, son las fuerzas más importantes dentro del pelotón de partidos chicos.
El vecinalismo lleva de candidato a gobernador a Aurelio García Elorrio y de vice a María Rosa Marcone; mientras que el ex ucedeísta Rodrigo Agrelo, encabeza la boleta de legisladores. El trotskismo va dividido, nuevamente, en el Frente de Izquierda, con Liliana Olivero gobernadora y Soledad Díaz García, vice; mientras que para la Legislatura va Luciana Echevarría; mientras que el Nuevo MAS lleva la fórmula Julia Di Santi – Miguel Díaz para gobernador y vice; y como legisladora, repite Di Santi.
El filokirchnerismo alejado del Frente de Todos local, también se anotó con el sello Vamos Córdoba Humanista, que lleva de candidatos a gobernador y vice a Fernando Schüle y Griselda Osorio; mientras que para la Legislatura, repite Schüle.
Milei no banca a los ultras cordobeses
Tras los pobres resultados en los comicios a gobernador de Río Negro y Neuquén del 16 de abril pasado, el líder de La Libertad Avanza, el diputado de ultraderecha Javier Milei dejó en claro que sólo apoyará las candidaturas provinciales de Martín Menem en La Rioja –salió tercero-; en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la provincia de Buenos Aires; bajándole el pulgar a distritos importantes como Córdoba y Santa Fe.
Sin embargo, dos boletas de la ultraderecha se anotaron en la Justicia Electoral, pese a que Milei los desconoció y no hará campaña por sus candidatos:
- La Libertad Avanza, la marca oficial del diputado neofascista lleva de candidato a gobernador a Agustín Spaccesi y de vice a María Cristina Lagger. Lucas Heredia encabeza la lista de legisladores. Spaccesi se hizo conocido tras ser imputado por los delitos de lesiones, amenazas y daño, tras atacar a una familia en la ciudad de Villa Allende, en abril de 2022, luego de protagonizar una discusión vial.
- El Frente Liberal Demócrata Progresista es la otra boleta que lleva candidatos de extrema derecha: Rodolfo Eiben, titular del conservador Partido Demócrata es candidato a gobernador; mientras que el empresario de estaciones de servicio, Gabriel Bornoroni, es su candidato a vice. María Cecilia Ibáñez encabeza la boleta de legisladores.
La fuerte polarización entre Llaryora y Juez que marcan todas las encuestas, deja poco espacio a los demás partidos para batallar, y sólo buscarán colar la mayor cantidad de legisladores posibles. El Frente de Todos y su marca Creo en Córdoba, aspira a quedarse con el mayor caudal entre los partidos chicos, mientras que el cuarto lugar lo disputan los vecinalistas y la izquierda; casi sin chances aparece la ultraderecha, que hasta su propio líder mira con desconfianza.