Elecciones 2023: Córdoba, nuevamente en el centro del armado electoral del arco anti K

El gobernador Schiaretti y el intendente Llaryora pugnan por ingresar a un Juntos por el Cambio ampliado. Larreta y Morales estuvieron en las sierras. Juez y Patricia Bullrich se oponen a entregar la provincia mediterránea, donde las encuestas les son favorables.

23 de enero, 2023 | 22.50

En el esquema nacional de todo el arco anti kirchnerista, Córdoba juega un papel destacado: es el distrito más refractario al Frente de Todos, incluso mayor que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Mendoza, dos lugares gobernados por el PRO y el radicalismo conservador, respectivamente.

El fin de semana pasado confluyeron en la provincia mediterránea, cada uno por su lado, los precandidatos presidenciales de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales, quiénes coincidieron el sábado 14 en Villa Carlos Paz y se mostraron juntos, pero después cada uno siguió con su campaña por las sierras de Córdoba.

En paralelo, el gobernador Juan Schiaretti, también mueve sus piezas, rearmando el peronismo conservador: la semana anterior se reunió con su socio en la malograda Alternativa Federal, el salteño Juan Manuel Urtubey y luego con el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá. Tras el almuerzo realizado en La Casa de Córdoba en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el cordobés y el salteño mostraron sus cartas: “Ni con los K ni con el Frente de Todos”, aclararon.

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A instancias de Guillermo Seita, operador ligado al Grupo Clarín, en la mesa chica del schiarettismo trabajan con el sector macrista del PRO –el propio Mauricio Macri y algunos íntimos- para que el peronismo más conservador se incorpore a Juntos por el Cambio; una apuesta más arriesgada que la aventura electoral de 2019, que fracasó estrepitosamente como intentona de fuga de votos del Frente de Todos. Ahora, el Grupo Clarín opera abiertamente para que los gobernadores Schiaretti, el santafesino Omar Perotti o el entrerriano Gustavo Bordet se sumen como bloque del peronismo conservador a la alianza macrista.

La primera jugada abierta se dio a fines de noviembre del año pasado cuando Macri y el intendente cordobés y candidato a gobernador del schiarettismo, Martín Llaryora, se reunieron en Buenos Aires. Como adelantó El Destape, en una cena con no más de 20 dirigentes del PRO, realizada en el Gran Córdoba a fines de agosto del año pasado, el propio ex presidente había admitido: “Mi candidato a gobernador es Martín Llaryora”.

En la Bolsa de Comercio de Córdoba, que comanda el ultramacrista Manuel Tagle, el intendente cordobés había anunciado públicamente su intención de construir “una coalición extensa” porque “con la grieta se puede ganar una elección, pero no se puede gobernar". "Si queremos hacer las reformas que hacen falta para salir de esta crisis, necesitamos una coalición que deje en segundo plano los intereses partidarios y priorice los intereses estratégicos”, sentenció.

Hacemos por Argentina

La idea que manejan Schiaretti y Llaryora -y es bien vista por el ex presidente y sectores del macrismo cordobés- es conformar una coalición de derecha ampliada al peronismo conservador, cuya marca de fantasía podría ser Juntos por Argentina o Hacemos por Argentina. Esa fórmula le dio excelentes resultados a José de la Sota para llegar por primera vez al Gobierno en las elecciones que le ganó con el frente Unión por Córdoba al radical Ramón Bautista Mestre el 20 de diciembre de 1998. El peronismo cordobés se alió a la vieja Unión del Centro Democrático (UCeDe) que comandaban Alvaro Alsogaray y su hija María Julia y en Córdoba estaba en manos del ex funcionario menemista Germán Kammerath. En Unión por Córdoba, el líder de la UCeDe cordobesa fue compañero de fórmula de De la Sota en 1998 y un año después fue electo intendente de Córdoba.

Con la nacionalización del PRO fuera de las fronteras de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), la UCeDe de Kammerath se disolvió y recicló en el PRO de las diputadas Laura Rodríguez Machado y Soher El Sukaria, donde también militan el ex diputado Javier Pretto y el legislador Darío Capitani, principales impulsores de la confluencia con el schiarettismo.

Schiaretti y el fundador del PRO se conocen desde los años ’70, cuando ambos cumplían funciones en SOCMA, el emporio contratista del Estado creado por Franco Macri. Esa amistad se transformó en una sociedad política que dura hasta hoy. Incluso en 2019, mientras era presidente, Macri rompió Cambiemos en Córdoba para pavimentar la reelección de Schiaretti.

Llaryora también tiene estrechos lazos con el macrismo, de cuando militaban juntos en el menemismo con los sectores peronistas del PRO. El actual intendente de Córdoba, el diputado nacional Diego Santilli y el dirigente del PRO Juan Curuchet integraron la rama juvenil del proyecto Ramón “Palito” Ortega vicepresidente en 1999. Además, desde esa época, Llaryora tiene una aceitada relación con Bruno Screnci, ex funcionario de Eduardo Duhalde y  ex ministro de Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta.

Cuando el actual alcalde porteño aún militaba en el PJ de Claudia Bello, había armado el Grupo Sophia, donde Llaryora participaba desde San Francisco, la ciudad donde nació, se formó en el peronismo y luego fue intendente. Larreta y Llaryora militaron en el orteguismo para la campaña Duhalde 1999. Ya en el siglo 21, Sophia se fusionó con Creer y Crecer, la fundación que armó Mauricio Macri y luego se transformó en el partido amarillo Propuesta Republicana (PRO). 

Otro de los vasos comunicantes entre Llaryora y el PRO es Guillermo Acosta, secretario de Economía y Finanzas de la Municipalidad de Córdoba, quien durante el gobierno de Cambiemos fue subsecretario de Articulación Regional y Sectorial del Ministerio de la Producción de la Nación.

Juez gobernador

El principal escollo que hay en Córdoba para lograr que el bloque de gobernadores peronistas conservadores se sume a Juntos por el Cambio, es el senador Luis Juez, quien lidera las encuestas para gobernar Córdoba en 2023. Los relevamientos del oficialismo provincial y de la oposición coinciden en que si las elecciones fueran antes de la mitad de año, el líder del Frente Cívico será el sucesor de Schiaretti; y el diputado radical disidente Rodrigo de Loredo, se quedará con la Municipalidad de Córdoba.

La senadora nacional Carmen Alvarez Rivero, del espacio PRO Gente le dijo a El Destape que “a nivel nacional, y lo digo entre comillas, sería bienvenido sumar al peronismo de Schiaretti, pero no puedo dejar de ver que Córdoba necesita un cambio. Después de 24 años de un gobierno del mismo color político, Córdoba necesita alternancia. No hay forma que después de un cuarto de siglo, los gobiernos no se achanchen. Acá en Córdoba, el tema que quieran tocar, es un desastre: la educación, la salud, la salud mental, la lucha contra la droga, la Justicia. Realmente es un tema no negociable, los cordobeses quieren que el cambio se concrete este año”.

La senadora Álvarez Rivero y el líder del espacio PRO Gente, Sebastián García Díaz son los representantes de Patricia Bullrich en Córdoba. La presidenta del PRO, ya dijo públicamente que “en Córdoba se viene el cambio”, y en las PASO de 2021 jugó fuerte a favor de Luis Juez y Rodrigo de Loredo, quienes enfrentaron a Mario Negri y Gustavo Santos, apoyados por Macri. En esa elección el macrismo cordobés perdió por paliza frente al juecismo-bullrichismo.

Larreta veraniego

Necesitado de hacer pie en Córdoba, donde Patricia Bullrich juega muy fuerte y tiene el apoyo de la senadora Carmen Alvarez Rivero, el fin de semana pasado el jefe de Gobierno porteño Rodríguez Larreta hizo un tour sin salir de su zona de confort: visitó Jesús María, recorrió Villa Carlos Paz y en la Capital participó del show Bum Bum de Carlos “La Mona” Jiménez, el monarca del cuarteto cordobés.

En Jesús María, sede del Festival de Doma y Folclore y donde gobierna el radical Luis Picat, el alcalde porteño jugó de local y todo fueron sonrisas. En esta ciudad ubicada a 49 kilómetros al norte de la capital, Rodríguez Larreta señaló que “el campo es el gran motor productivo del país y Córdoba es una de las provincias que más exporta”. El intendente Picat, ex presidente de la influyente Sociedad Rural de Jesús María, una de las filiales más importantes de CRA (Confederaciones Rurales Argentinas), llegó a la intendencia con una alianza de un sector de la UCR con el schiarettismo. Es uno de los principales impulsores de la candidatura a gobernador del diputado Rodrigo de Loredo, jefe del bloque radical disidente Evolución, sector radical que comanda el senador porteño Martín Lousteau.

También cruzó a la vecina Colonia Caroya –está separada de Jesús María por una calle- y compartió una visita a la peña del folklorista evasor Oscar “El Chaqueño” Palavecino. Ese mismo sábado de folclore, Larreta estuvo a punto de desembarcar en Estación Juárez Celman, un pueblito gobernado por la radical Myriam Prunotto, quién suena de vice de Martín Llaryora en la fórmula de Hacemos por Córdoba.

Desde el radicalismo y el Frente Cívico le avisaron a Larreta que la reunión con Prunotto significaba bendecir la candidatura de Llaryora y una virtual declaración de guerra. El jefe de Gobierno porteño siguió de largo y dejó a los radicales schiarettistas esperando. Sin embargo, el sector del larretismo que tiene vínculos con Llaryora, juega a dos canastas en Córdoba.    

En Villa Carlos Paz, Larreta recorrió el centro y la Costanera. Se fotografió con el jujeño Gerardo Morales y se mostró descontracturado. Mientras que el domingo, en la Capital recorrió el festival Bum Bum, que organiza el monarca del cuarteto cordobés Carlos “La Mona” Jiménez en el estadio Kempes. Larreta y Jiménez tienen una excelente relación, cada vez que el porteño viaja a Córdoba se reúnen y se sacan fotos. El año pasado, el gobierno porteño organizó un multitudinario show de “La Mona” en el Obelisco.

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