Tras un arranque de alta tensión con Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich buscó encapsular el cruce verbal de estos días y seguir adelante en la campaña rumbo a las elecciones 2023. Sin embargo, en su pimer acto de campaña en el que buscó exhibir músculo político y territorio, avisó: “El que no se anima a hacer el cambio, se queda al costado”. La precandidata a Presidenta confía en la fórmula del “orden y coraje” para conquistar el “voto duro” opositor y cree que la reacción de su rival en la interna de Juntos por el Cambio al tildar de "fracaso" el modelo de Macri es porque se ve complicado en las encuestas.
“No hablamos más de aquellos que critican, que digan lo que quieran", afirmó Bullrich luego de un acto junto a sus precandidatos a diputados y senadores de todo el país del PRO, la UCR y aliados. Intentó no profundizar en sus críticas a Larreta, a quien llamó “oportunista” y “ventajero” por asociarla a un modelo de confrontación que llevó adelante Mauricio Macri y advertir que “fracasó”.
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La sintonía con sus precandidatos y equipo no solo está en el tono “halcón” sino que también hay coincidencia en que es mejor concentrarse en la agenda propia y confrontar con el kirchnerismo. "Estamos para mirar para adelante. No queremos hablar más de aquellos que están en una sana competencia para las PASO”, expresó la precandidata.
“No tengo ninguna escalada verbal con Larreta”, desdramatizó Bullrich y así intentó hacer un paréntesis en el conflicto. Todo comenzó el martes cuando en una entrevista con La Red, Larreta se diferenció de un estilo de gobernar basado en la antinomia. “Ese modelo fracasó”, afirmó para luego sumar: "Es lo que intentó Mauricio Macri, yo propongo algo diferente”. Bullrich contestó a través de Clarín: "Hay límites en una campaña, es un ventajero total, no puede decir algo así de quien fue su jefe político durante tanto tiempo. Me parece muy deleznable".
A diferencia de Larreta, las expresiones de Bullrich no quedaron registradas en audio y video. Una hipótesis que sobrevoló en el coqueto Pilar Palace es que Macri le pidió a Bullrich que le conteste a Larreta, aunque esa versión no fue compartida por todos los bullrichistas que sí coinciden en que tarde o temprano habrá respuesta de parte del ex Presidente. Hasta sugirieron que aflorará el “Macri calabrés”.
“Pasamos de la generación diezmada a la solución Massa”, criticó Bullrich al referirse a la fórmula encabezada por el ministro de Economía luego de la frustrada precandidatura de Wado de Pedro. No mostró propuestas, pero sí habló de “orden económico” y que pretende un “Estado austero”. Volvió a resaltar al diputado Luciano Laspina como su referencia económica y a la Fundación Mediterránea, cuyo plan económico presentado por Carlos Melconian habla de ajuste, despidos y reforma jubilatoria.
Con un duro discurso contra el kirchnerismo y lo que llamó “las mafias sindicales, de las organizaciones sociales y empresarios prebendarios”, arengó a su tropa de precandidatos. “Ustedes son los futuros senadores, diputados e intendentes que acompañarán esta Fuerza del Cambio. Les agradezco haber tomado la decisión de dar la lucha, la que llevamos adelante con nuestra convicción, por la cual decidimos estar aquí para cambiar nuestro país”. Al término de la jornada, los asistentes se prestaron para una puesta en escena que tenía como objetivo agitar banderas argentinas y formar la palabra “orden”.
La escuchaban y aplaudían su compañero de fórmula, Luis Petri, el precandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, Néstor Grindetti, y los precandidatos a senador y diputado nacional por ese distrito, Maximiliano Abad y Cristian Ritondo respectivamente. En la previa, ante los cerca de 300 referentes del espacio “La Fuerza del Cambio” que lidera la exministra de Seguridad hablaron el jefe de campaña, Juan Pablo Arenaza, Hernán Lombardi, y los armadores Damián Arabia (también precandidato a diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires) y Sebastián García de Luca. Son quienes componen la mesa política bonaerense junto al legislador Adrián Urrelli.
Los spots de campaña que estrenó Larreta esta semana, en las que utiliza su temblor esencial para chicanear a quienes lo acusan de no tener firmeza en sus decisiones, fueron considerados como una copia del estilo de Bullrich. “Nos trata de copiar la campaña y no le sale”, bromea uno de los estrechos colaboradores de la Precandidata.
Otro dato del cierre de listas celebrado en el espacio "halcón" fue que de los 58 municipios que conduce Juntos por el Cambio, son 35 los que apoyan la lista de Bullrich y Grindetti, mientras que con Santilli quedaron 20 distritos, aunque entre ellos hay mayor volumen de electores. Solo General Pueyrredón y Vicente López, Guillermo Montenegro y Soledad Martínez van por la intendencia respectivamente, consiguieron ir con las listas de ambos precandidatos. Mientras que el radical Esteban Santoro (General Madariaga) irá con boleta corta.
Cuando el evento terminó, el salón donde minutos atrás había hablado Bullrich fue utilizado por la tropa bonaerense para tener una reunión improvisada y bajar unos lineamientos antes de comenzar formalmente la campaña. Uno de los que tomó la palabra fue Ritondo, quien aportó volumen político y territorialidad al sumarse el armado de Bullrich. "Nos quedan 43 días para la veda y 45 días para la elección. Tenemos que trabajar unidos para generar un cambio en Argentina con Patricia Bullrich presidenta y Néstor Grindetti gobernador", alentó el presidente del bloque de diputados nacionales del PRO según reconstruyó El Destape. Además, pidió al comando de campaña ser los garantes de que a los candidatos tengan tranquilidad en la campaña. "Llevar soluciones y no problemas", resumieron cerca de Ritondo.
La estrategia de bajar un cambio fue general. El propio Larreta dijo en un acto en Corrientes donde junto al gobernador Gustavo Valdés presentó sus propuestas en materia laboral: "No nos vamos a enganchar en peleas personales ni en chicanas de la política". También el precandidato a gobernador bonaerense de Bullrich, Nestor Grindetti, minimizó el cruce y afirmó en Futuröck que se trata de "chispazos que no producen heridas".
Grindetti fue uno de los precandidatos con mayor protagonismo en el acto ya que fue uno de los oradores principales junto a Luis Petri, precandidato a vicepresidente. Cuando tomó la palabra, arengó a los precandidatos de cara a la campaña a tomar de ejemplo el liderazgo de Bullrich y aprovechó para mostrar su ficha de nacimiento en una clara forma de diferenciarse de su rival en la interna, Diego Santilli. “Soy bonaerense, en serio. Hace 68 años nací en la provincia, la conozco y fui ocho años intendente de Lanús", lanzó.
Bullrich, sus precandidatos y equipo están convencidos de que ganarán la interna a través de “la decisión, la determinación y la claridad” del rumbo y las ideas de Bullrich sumado a la confrontación con Unión por la Patria. Evalúan que si triunfan en las PASO, desde el 14 de agosto y hasta las generales habrá tiempo para retener el voto del Jefe de Gobierno. “Ganamos la interna con el voto duro y después nos volvemos palomitas”, sugirió un estrecho colaborador de Bullrich.