A días del balotaje de las elecciones 2023, las provincias en las que triunfó Juntos por el Cambio aparecieron como una gran oportunidad para hacer la diferencia y buscar compensar lo que, se espera, sea una buena performance de Unión por la Patria en Buenos Aires. En las generales, la alianza no tuvo un buen desempeño en los distritos del centro del país pero los primeros datos, además de las expectativas generadas por la matemática lineal, entusiasmaron a los que eligieron acompañar a Javier Milei.
El panorama fue compartido por los que firmaron el pacto con el libertario y por quienes decidieron no hacerlo y mantenerse neutrales. Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Entre Ríos aparecieron, además de la Capital Federal, como distritos en los que La Libertad Avanza, gracias a la alianza con Patricia Bullrich y Mauricio Macri, podría conseguir un margen favorable respecto de Sergio Massa.
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En Córdoba, Juntos por el Cambio quedó tercero, detrás de Milei y de Juan Schiaretti. El desempeño del macrismo en su “kilómetro cero” fue realmente pobre pero, ante la imposibilidad de derivar el voto hacia otra opción, se especuló con una migración de voluntades hacia la extrema derecha. Todo lo que sea asociado al kirchnerismo, pareció bastante rechazado.
Si bien no se puede asegurar una linealidad entre la decisión de la dirigencia y el accionar de los votantes –muchos de los cuales ya saben por quién votarán-, se barajó la posibilidad de que Hacemos por Córdoba y JxC aporten sufragios al libertario, básicamente por una actitud negativa hacia Unión por la Patria. Los votos peronistas de Córdoba son schiarretistas, ahora también de Martín Llaryora (gobernador electo) y Daniel Passerini (intendente electo de la capital provincial), no kirchneristas. Los vínculos de Massa con José Manuel de la Sota fueron minimizados, aunque varios dirigentes, entre ellos la hija del ex mandatario del distrito, viraron hacia Unión por la Patria.
Según los dos primeros sondeos –uno de ellos reservado–, Milei podría superar ampliamente al contrincante del peronismo. Diferentes fuentes coincidieron en que la distancia será muy importante con el objetivo de que la provincia sea determinante en el balotaje, pero no en soledad.
Los opositores estimaron que Mendoza, donde gobierna el radicalismo, también será un distrito clave en el que la derecha pisará fuerte. La conducción provincial, de la UCR, optó por seguir los lineamientos del partido y manifestarse imparcial. Por estas horas, hubo aprietes en LN+, ubicando con nombre y apellido a algunos nombres relevantes del radicalismo detrás de Milei o de Massa, pero los mandatarios no se pronunciarían por ninguno antes del balotaje.
En la elección de octubre, Juntos por el Cambio, pese a haberse quedado con la gobernación meses antes, no pudo llegar a la punta, reservada para La Libertad Avanza. La conjunción de ambos espacios le darían la victoria al libertario, según se esperó. También, como en Córdoba, con un número muy abultado a su favor.
Dos distritos conseguidos este año, figuraron como otro empujón para el proyecto libertario. En Santa Fe, donde ganó el radical Maximiliano Pullaro y todavía no se mostraron datos oficiales, se espera que Milei pueda levantar la mala performance de Bullrich, en especial en Rosario. Massa hizo una buena elección en esa ciudad populosa y tendrá el desafío de mantenerla frente al hambre opositor.
Más allá del presentimiento compartido por distintas alas opositoras, apareció muy clara la expectativa de la matemática lineal, sumando los resultados de Milei y Bullrich el 22 de octubre. Será clave el cumplimiento o no de semejante proyección, tanto en este distrito como en el resto.
Otra de las provincias que figuró como importante fue Entre Ríos, con un Rogelio Frigerio victorioso en la elección local. La general presidencial quedó muy pareja entre los tres candidatos principales, pero Massa se ubicó – hace dos semanas – en primer lugar, seguido de Bullrich y, luego, Milei. La sumatoria de ambos podría dar una buena noticia.
A estos distritos, también le sumaron el vaticinio positivo para el libertario en la CABA, donde esperan una distancia abultada, Jujuy, donde Milei quedó tercero; y algunas otras en duda pero con ganas de instalar en favor a la extrema derecha, como Salta, San Luis y San Juan.
Buenos Aires, la madre de todas las batallas
Sin embargo, todas estas expectativas quedarían en la nada si Unión por la Patria lograse una elección aplastante en Buenos Aires. “Si gana Massa por más de 15 puntos, chau”, dijo una fuente de Juntos por el Cambio. Ese será el gran desafío. En octubre, las dos opciones de derecha quedaron muy lejos del oficialismo pero esta vez no habrá comicios provinciales.
En Buenos Aires, Milei no pudo levantar –por eso intentó mejorar el desempeño con caravanas en el conurbano, claramente sin éxito– y Bullrich tiró para abajo a un candidato poco conocido como Néstor Grindetti, que terminó peleando con Carolina Píparo y no, como intentó, con Axel Kicillof.
Más allá de los casos particulares, Leandro Santoro pintó un mapa global. En principio, siete de cada diez votos de Juan Schiaretti podrían volcarse a Milei mientras que Massa compensaría con las voluntades de la izquierda. La gran duda será el elector de Bullrich. Según algunos análisis, el 15% de los sufragios conseguidos por la ex ministra están, hoy por hoy, en blanco. Muchos de ellos, radicales o PRO dialoguistas.
Pero los deseos y expectativas no serán los únicos que jueguen, también pisará fuerte el factor de la fiscalización. La Libertad Avanza no se quedó con toda la estructura de Juntos por el Cambio, por lo que los controles serán un desafío. No es menos cierto, sin embargo, que al balotaje llegó sin un equipo de fiscales sólido.
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