Para Néstor Grindetti, la renuncia de Fabián Doman fue todo un problema. No sólo porque tuvo que asumir temporariamente el rol de presidente de un Independiente en estado crítico sino, especialmente, porque se tuvo que alejar por 30 días de la política de gestión pública al frente del municipio de Lanús. El inconveniente no es menor, en las próximas dos o tres semanas, Patricia Bullrich elegirá a su candidato a gobernador para Buenos Aires y él es uno de los nombres en danza. La apuesta futbolera podría beneficiarlo o perjudicarlo en esa misión.
El PRO se convirtió en lo que es gracias a Boca Juniors. Mauricio Macri inició allí su carrera y la prolongó hacia la política. Esa plataforma no sólo le dio la chance de ser jefe de Gobierno porteño sino también presidente, porque fue más conocido por su paso por el Xeneize que por su gestión en la Capital Federal. Y el fútbol siempre está presente en los discursos de los amarillos.
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Si Grindetti, que se enteró de la decisión de Doman una vez salido de una intervención quirúrgica, lograra acomodar un poco la delicada situación de Independiente y conseguir algunos triunfos, podría encontrar una buena plataforma. Si no lo consiguiera, podría ser una piedra en el tobillo. Pero lo que está claro es que “el rojo” le dará la chance de crecer en nivel de conocimiento, algo siempre necesario para un candidato. En caso positivo, una vez más el fútbol funcionaría de trampolín.
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Pero, como contrapartida, deberá alejarse del día a día de la política. En pocas semanas, se habló de fin de mes, a más tardar comienzos de mayo, Bullrich señalará al elegido para Buenos Aires y en diez semanas cerrarán las listas de candidatos. Pareciera ser una jugada muy audaz para los tiempos que corren. Más allá de eso, todavía no se atrevieron a bajarlo como uno de los posibles postulantes, tal vez el que mayores chances mostró, hasta el momento, de convertirse en el seleccionado.
En la lista también están los nombres del ex funcionario de Macri y actual intendente de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel, además del ex ministro de María Eugenia Vidal y ex alcalde de San Miguel, Joaquín de la Torre. En el último tiempo, y no es la primera vez, empezó a circular el rumor de una posible migración de ambos a las filas del libertario Javier Milei en caso de no ser seleccionados por Patricia.
Desde los entornos de ambos dirigentes se rechazó esa posibilidad y se aseguró que acompañarán a la titular del PRO en la decisión que elija. Ante la consulta de El Destape, uno fue tajante y sostuvo que “la mejor opción para el país es la propuesta que hace La Fuerza del Cambio que lidera” Bullrich, desterrando por completo la chance de una mudanza de espacio político. El otro dijo no negociar mediante amenazas y ratificó la continuidad.
En ese mapa, sin embargo, todavía falta un nombre, el de Cristian Ritondo. El jefe del bloque PRO no oculta su cercanía con Bullrich y desde el bullrichismo confirman diálogos constantes aunque nunca se habló de un pacto cerrado. El problema del ex ministro de Seguridad bonaerense es la candidatura de Vidal, aún en pie.
Recién a fin de mes se sabrá si ella será o no será una precandidata presidencial. Como todo pareciera indicar una baja, la única dado que la de Mauricio no cuenta porque nunca se postuló, allí podría darse el acuerdo y los otros tres nombres quedarían relegados. Grindetti tiene guardado un asiento en el ministerio de Hacienda en caso de lograr un triunfo en las urnas. Iguacel y De la Torre también serán figuras clave.
Pero eso sucederá en algunas semanas. La demora de Bullrich en la elección de un candidato alimentó la sospecha de que Ritondo podría llegar a ser el nombre para la provincia. Según los cálculos, se suponía que la decisión podría estar tomada para marzo pero se atrasó convenientemente según los tiempos de Vidal, que todavía no se sabe cómo jugará en la provincia – y en la nación – en caso de bajarse. Se desconoce a quién apoyará en una interna cruenta entre Patricia y Horacio Rodríguez Larreta.
Por lo pronto, Ritondo acompañará y apoyará a Grindetti en su paso por la conducción de Independiente. Entre ambos hay una relación de amistad que incluso derivó en un acuerdo político en caso de que la elección del candidato bullrichista se reduzca sólo a sus dos nombres. Por lo tanto, la solución podría ser pacífica, aunque en el territorio simplemente se limitaron a desear que “ojalá” así lo sea. De conformarse cualquiera de las alianzas electorales, la PASO será magnánima tanto a nivel país como bonaerense.
La otra incógnita mostró una pizca de porteñidad. Después de la rebeldía de Larreta para no seguir los designios de papá Macri a la hora de elegir el sistema de votación de la Capital, el primo Jorge se fue de viaje y quedó en una situación incómoda. Todavía no recibió el apoyo del mandatario local y todavía tiene otros postulantes PRO para hacerle sombra. Supuestamente, se irán bajando pero la carta Fernán Quirós apareció como un número fuerte para lanzar una jugada maestra.
Jorge Macri volverá de Estados Unidos el domingo. Viajó junto a su esposa, en realidad primero fue ella y luego se sumó él, y se dedicó a mantener algunas reuniones privadas en Nueva York. Como presidente del PRO bonaerense, deberá convocar a una reunión del partido en la provincia para definir varias cosas, pero todavía no estaba en agenda un encuentro para el lunes que viene.
Macri primo es una figura clave en el conurbano norte. La primera sección electoral, de enorme caudal de votos junto a la tercera, lo encontró con fuerte estructura. Él la aportará para la campaña. La gran pregunta es a quién. Si la compartirá entre el candidato de Bullrich, sea quien sea, y el de Larreta, Diego Santilli, o si se jugará por uno.
Bullrich fue, entre los dos presidenciales más fuertes, la que le dio su apoyo desde el comienzo en la Capital. Ella había intentado tener a su propio candidato, de hecho le ofreció el puesto a Waldo Wolff que terminó en las filas larretistas. Al aparecer la opción de Macri, con un apellido taquillero y la banca del ex presidente, no dudó en ir tras de él. También contó con la espalda de Vidal, pero no la de Larreta.
Horacio se dedicó a hacer crecer mil candidatos y hasta ahora sólo bajó a uno. Le dio pista a Emmanuel Ferrario, vicepresidente primero de la Legislatura, pero éste se bajó luego de una reunión privada de Larreta con Macri, antes del quiebre por las elecciones. Todavía quedan en carrera Soledad Acuña y el mencionado Quirós. Si bien la ministra de Educación mantuvo su postulación, ya se planteó que hubo una reunión en la que le informó a Macri que declinará llegado su momento. Se le guardó un lugar en el equipo.
El último en bajarse (¿o no?) sería Quirós. Competitivo y con el apoyo de la Coalición Cívica, el ministro de Salud se mostró como un candidato potente en la Ciudad. Se espera que no llegue a disputar una interna pero la agonía podría durar bastante. Esa será una decisión de Larreta. Por eso, si no llegara a tener el apoyo del jefe de Gobierno para ser el nombre de consenso, todo después de haber tenido el revés de las elecciones concurrentes, ¿Jorge Macri le dará su estructura al “pelado”?.