En la última sesión del año de la Legislatura de Córdoba, se cayó el proyecto para permitir la re-reelección a 280 intendentes de todos los partidos; complicando el frente interno de la alianza oficialista Hacemos por Córdoba, con un conflicto abierto con varios jefes comunales que ahora amenazan con desdoblar las elecciones locales.
Inmediatamente después de caída la posibilidad de reinterpretar el Código Electoral Provincial y permitir un nuevo mandato a quienes fueron electos en 2015 –la ley se modificó en 2016-; más de dos centenares de intendentes oficialistas y opositores elaboraron el documento “Cuando la burla es la regla”, donde destacan que “ante esta tergiversación profusa entre el ser y el hacer, los intendentes y presidentes comunales “Autoconvocados” del interior cordobés, reiteramos el rechazo al trato recibido por todas las autoridades provinciales y sus prácticas políticas”; a la vez que anunciaron que despegarán y adelantarán “conjuntamente la fecha de los comicios para la elección de autoridades locales, prescindir del apoyo dado a cualquier candidato, de todo partido político, para los cargos provinciales, además de no enviar representantes ni fiscales partidarios para la fiscalización de las elecciones provinciales en cada comunidad y no descartar la presentación de una lista propia, con candidatos propios, para los cargos de gobernador, vicegobernador, legisladores departamentales y de la lista sábana y Tribunal de Cuentas Provincial”.
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En síntesis, lo que plantean estos intendentes es vaciarle la elección a Schiaretti, quién deberá hacer malabares para instalar a su candidato Martín Llaryora, que es fuerte solo en la Capital, el Gran Córdoba y el departamento San Justo, en el este provincial.
El documento señala, además que “el grupo de 250 intendentes y presidentes comunales “Autoconvocados” manifiesta su "enérgico repudio y rechazo al destrato, falta de respeto, burla, manoseo y ninguneo recibido de parte del gobernador de la Provincia de Córdoba Juan Schiaretti, ministros provinciales, autoridades de diversos partidos políticos (radicales, PRO, Juntos por El Cambio, Hacemos por Córdoba, etc), legisladores provinciales y nacionales y periodistas (funcionales al poder de turno) luego del pedido de tratamiento de modificación de la Ley N°: 10.406”.
La reforma del Código Electoral
El miércoles 14 y el miércoles 21 pasados, intendentes de todos los partidos, pero principalmente del schiarettismo, habían jugado fuerte en la Legislatura para que se apruebe una ley y modifique el Código Electoral Provincial, que impide la re-reelección a 280 intendentes y jefes comunales, que son el 65% de las autoridades de los 427 municipios de toda la provincia. Eran ellos, los intendentes, dirigentes con poder territorial para traccionar votos, quienes advirtieron acerca de “la necesidad de releer o reinterpretar” el Código Electoral que en 2016, fue aprobado por unanimidad para impedir que los intendentes, jefes comunales y legisladores provinciales ocupen más de dos mandatos seguidos.
Fue así que los legisladores que asumieron en 2015 aprobaron en 2016 esta modificación contra la re-re y ahora, seis años después se desata la polémica por la interpretación de la letra, que según una biblioteca, coarta los derechos de los intendentes a presentarse nuevamente en 2023; y otra biblioteca los habilita.
La reforma de 2016 también afecta a 18 de los 70 Legisladores actuales, pero quiénes pusieron el grito en el cielo son los intendentes, verdaderos dueños del territorio a la hora de juntar votos.
“Las diversas gestiones realizadas en torno a la solicitud de modificación, por única vez, del art. 7 de la Ley Provincial N°: 10.406, donde se solicitaba la habilitación de la posibilidad de presentarse por un período más como candidatos en las localidades del interior provincial, dado que ninguna legislación, en ningún nivel de Estado, puede ser retroactiva, quedó absolutamente cerrada”, destaca el documento de los “Autoconvocados”; y agrega: “Nunca se pretendió la reelección indefinida ni atornillarse a las sillas del poder, como si lo hacen muchos dirigentes de diferentes partidos políticos desde 1983. Nuestra solicitud es clara: habilitar, a través de la corrección política de una ley que jurídicamente está mal, la posibilidad de ser candidatos por un período más y, elección de por medio, continuar trabajando por el progreso de nuestras localidades y el bienestar de los vecinos. Solamente ellos tienen la potestad de legitimar con su voto el accionar de sus representantes locales, en elecciones legales, legítimas y democráticas”.
Los intendentes también denunciaron que “en el año 2016 se aprobó una ley, jurídicamente incorrecta, que no estaba ni está como temática a abordar en el orden de prioridades de la ciudadanía cordobesa. Una ley anti democrática que en los hechos nos proscribe y atenta contra la voluntad popular”.
“Lo que nosotros queremos es que se respeten nuestros derechos: si fuimos electos en 2015 y la reforma del Código Electoral Provincial se realizó en 2016; el primer mandato es 2019-2023 y el segundo es 2023-2027. No hay leyes retroactivas, lo que le pedimos a la Legislatura es que haga la lectura correcta de la situación, nadie habla de atornillarse al cargo; sólo de analizar la letra de la ley”, señaló el jefe comunal de Las Acequias, Gastón Tomatis, que milita en el Frente de Todos.
El gobernador Schiaretti, que no tiene posibilidad de ser re-relecto y tras 25 años en el poder de la alianza cordobesista, ya no opera como el gran elector; les había ordenado a sus legisladores que apoyen la re-re, siempre y cuando el proyecto lo presentara la oposición, un caso calcado a la Ley del Juego On Line, aprobada hace exactamente un año, el 29 de diciembre pasado, cuando el radical macrista Orlando Arduh y el macrista Darío Capitani presentaron el proyecto de Ley que fue masivamente aprobado por Hacemos por Córdoba.
A lo Arabia contra Argentina
Hace un año, cuando se comenzó a hablar de la campaña 2023, pero todavía estaba lejana, el schiarettismo tiró la discusión de la re-re para el lado de Juntos por el Cambio, que en la Legislatura estaba dividido en dos bloques: el macrista que fue en la boleta de Mario Negri gobernador 2019, donde milita Arduh; y el radical, capitaneado en esa época por Marcelo Cossar, que había apoyado la candidatura a gobernador de Ramón Javier Mestre, enfrentando al mismísimo Mauricio Macri.
Tras la aprobación polémica de la Ley del Juego, los legisladores radicales unificaron bloque y nombraron a Juan Jure como su jefe, ex intendente de Río Cuarto y con poder en el sur provincial. El radical macrista Arduh, quedó en un minúsculo bloque con el PRO.
Fue Cossar quien les advirtió ya en 2021 a sus compañeros de bancada: “Va a venir el Gringo (Schiaretti) y nos va a tirar la responsabilidad a nosotros. Les va a hacer la cabeza a nuestros intendentes para que nos presionen. Si quieren la ley de re-re, que la impulsen ellos y paguen los costos”.
Jure, como buen descendiente de árabes, planteó la estrategia ante sus correligionarios: “Ellos nos corren la cancha, los arcos, tienen el árbitro siempre. Vamos a jugarles como Arabia Saudita contra la Scaloneta, vamos a achicarles la cancha, que no avancen más de media cancha y los dejamos en off-side”. Los nueve legisladores radicales dijeron de entrada que no votarían por la re-reelección y dejaron que Hacemos por Córdoba hiciera todo el gasto. Intendentes radicales, que sabían la estrategia de Jure y Cossar en la Legislatura, fueron a presionar por la re-re a la Legislatura junto a schiarettistas, delasotistas, frentetodistas y vecinalistas. Tensaron en las sesiones del 14 y del 21, en la última semana, antes y después de Navidad ardieron los teléfonos y las reuniones. Pero este miércoles 28, Día de los Inocentes, el proyecto naufragó, complicando el frente interno del oficialismo cordobés.
Mientras los legisladores radicales hacían su juego, el senador Luis Juez armaba con los intendentes radicales que no podían reelegir, su plan de campaña para el verano. Con la mayoría de Juntos por el Cambio abroquelado –sólo algunos del PRO juegan a romper para beneficiar a Martín Llaryora y tributar así a Mauricio Macri-; el conflicto quedó en la campaña de Llaryora 2023, porque los intendentes del oficialismo llamaron a despegar las elecciones locales de las provinciales.
Ya en octubre, ante la posibilidad de fracaso de la re-re, intendentes de todos los sectores habían advertido acerca de la posibilidad de ir con boleta corta local y que “a Llaryora le haga campaña Schiaretti”. El documento “Cuando la burla es la regla” confirma que la relación con el gobernador está más distante que nunca.