El desconcierto es total. Las versiones son numerosas, las posibilidades igual de grandes pero hay una sola certeza: antes del 25 de mayo, Patricia Bullrich elegirá a su precandidato a gobernador por la provincia de Buenos Aires para empezar a ordenar el panorama y encarar la campaña en forma más ordenada, como ya lo hizo, hace tiempo, su principal contrincante, Horacio Rodríguez Larreta, con Diego Santilli. Hasta ahora, casi como en una demostración de laboratorio de física cuántica, todos creen que pueden ser los seleccionados pero todavía ninguno fue señalado.
El lunes, Patricia y Horacio desayunaron para llegar a algunos puntos de acuerdo básico para ordenar su propia interna nacional. La Ciudad efectivamente tendrá un sólo candidato, se elegirá por encuestas y será Jorge Macri o Fernán Quirós. Ambos se mostraron de acuerdo con el mecanismo, el primo de Mauricio se vio ampliamente favorecido por los sondeos que circularon hasta el momento y, por lo tanto, confiado, mientras que el ministro de Salud de CABA (en realidad, Larreta) lograría generar una suerte de competencia coreográfica para entretener a la audiencia.
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Si bien Larreta nunca apoyó unívocamente a Quirós, siempre estuvo más que claro que el impulso del ministro partió del jefe de Gobierno. Pero nunca faltaron los gestos para mostrar o sugerir una candidatura dificultosa. Según los halcones, las encuestas permitirían que el capitalino pueda bajar a su carta de negociación sin sufrir daños colaterales y sin dejar en evidencia que no logró transferirle votos.
Quirós mostró algo muy particular en estos meses. Altísimo nivel de conocimiento, una muy buena imagen positiva pero la necesidad de traducir eso en intención de voto. El indicador se terminará de conocer estos días, pero si no lograra incrementar la voluntad ciudadana de elegirlo a él y no a otro, podría ser un traspié para Larreta que ya bajó a Emmanuel Ferrario y Soledad Acuña, a quien levantó como posible compañera de fórmula de alguien, no se sabe de quién. Todo se definirá antes de fin de mes.
El escenario más complejo es el de la provincia de Buenos Aires. Allí, como ya se perfiló en el último tiempo, habrá internas en todos los estamentos salvo – o al menos eso intentarán – en los municipios gobernados por el PRO. En total, son 22. Nada garantiza que no haya PASO en todos ellos pero se buscarán preservar las conducciones. Esa guerra de bases también se replicará en el plano nacional – algo ya sabido hace tiempo – y en el de la gobernación.
El pacto terminó de sepultar la chance de un gran acuerdo que garantice la unidad en CABA y, como moneda de cambio, la uniformidad en Buenos Aires. Bullrich y Larreta llevarán cada uno un nombre. El segundo, ya lo definió hace mucho tiempo. La primera, todavía lo mantiene en secreto pero no demorará demasiado su elección por una cuestión de ansiedades, armados y tiempos. Se resolverá a un mes del cierre de listas.
Según transcendió, el 25 de mayo será una fecha clave. Ese día no sólo se espera un mega acto del peronismo en la avenida 9 de Julio, con Cristina Kirchner como oradora y con fuerte expectativa sobre su futuro político, sino que también sería un día de definiciones para la oposición. Por esas horas, Bullrich daría a conocer el nombre de su candidato a vice.
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Por el momento, se especuló con una fórmula mixta que pueda integrar al PRO y a la UCR tanto en la propuesta de Larreta como en la de Bullrich. Todavía ninguno confirmó a su compañero. De ser radical, debería haber un pronunciamiento del partido centenario cuyo órgano electoral, la Convención, toma las definiciones importantes.
A Bullrich ya se le bajaron varios “posibles”. Rodrigo de Loredo, a quien le propuso el puesto pero nunca fue una ficha puesta para ocuparlo, irá por la capital de Córdoba. Carolina Losada, que vivió la misma situación, se embarcó en una precandidatura por la gobernación de Santa Fe. Alfredo Cornejo volvió a sus pagos e intentará volver a comandar Mendoza. Gustavo Valdés, mandatario de Corrientes, tiene dos años más de mandato por delante por lo que no mostró ningún tipo de apuro.
Días antes de esa confirmación nacional del bullrichismo, llegará la del candidato para Buenos Aires. Debería ser antes del 25, por lo tanto entre esta semana y la que viene. Este punto es el punto de la confusión absoluta. La respuesta a las preguntas ¿quién? y ¿cómo? no es única, sino múltiple y cada uno de los cuatro nombres en danza cree que puede ser.
El universo Iguacel
Intendente de Capitán Sarmiento, ex funcionario nacional de Mauricio Macri y armador de la causa Vialidad por la que CFK fue condenada en primera instancia, Javier Iguacel, podría ser uno de los elegidos. Incluso un armador del larretismo lo vio como la opción más “coherente” para Bullrich por esos antecedentes.
Iguacel fue el primer nombre que la ex ministra de Seguridad levantó en la provincia de Buenos Aires como candidato propio. Según una versión favorable a él, es quien mejor mide en el distrito pero esa no será la única variable para elegir. Se deberán tomar en cuenta otros factores como, por ejemplo, quién tracciona más voto liberal en caso de que Javier Milei no encuentre un representante o que las elecciones sean desdobladas.
De diálogo con Macri, Iguacel cuenta con un punto a favor. Pero no necesariamente será decisivo porque Patricia también encaró la difícil tarea de emanciparse y no ser un apéndice del ex presidente por lo que su opinión podría ser interesante pero no determinante. Ella debería, para mostrar autonomía, elegir a alguien propio y no a alguien puesto.
El universo De la Torre
Ex intendente de San Miguel, ex funcionario de María Eugenia Vidal, hombre fuerte en la primera sección electoral, una figura ajena al PRO, podría ser otro de los señalados. Joaquín de la Torre fue el segundo en incorporarse al tándem de posibles candidatos de Bullrich y está dispuesto a aceptar no ser el elegido siempre y cuando el nombre señalado salga del tridente originario del bullrichismo. No apoyará una postualación del recién llegado Cristian Ritondo. Si esto sucediera, su futuro aún es incierto. ¿Se podría ir con Javier Milei?.
El universo Grindetti
Intendente de Lanús, presidente de Independiente, amigo de Macri hace décadas, el hombre que le reabrió la puerta del conurbano al ex jefe de Estado en 2023, es una de las figuritas fuertes. Si bien hay quienes creen que el fútbol lo tiene demasiado ocupado como para lanzarse a la aventura, no está para nada descartado.
Néstor Grindetti se sumó formalmente a los equipos de Bullrich a pedido de Macri y blanqueó su apoyo a su candidatura cuando el ex presidente dejó en claro que él no jugaría. Fuerte en la tercera sección electoral, es una figura clave y Mauricio estaría jugándole a favor en una disputa que lo podría enfrentar directamente con Cristian Ritondo.
El titular del bloque PRO en Diputados está de campaña ya dentro del equipo bullrichista. De los mencionados, dos bandos consideran que el candidato saldrá del tridente inicial y otro no dio por perdida la chance de un Ritondo candidato o finalista de esa disputa. Cercano a Vidal, también a Macri, con fuerte nivel de conocimiento, podría ser importante en caso de que las elecciones fueran desdobladas.
Ritondo y Grindetti son amigos y podrían llegar tranquilamente a un acuerdo, en caso de limitarse la elección interna a ellos dos. Al mandatario de Lanús se le podría ofrecer un asiento económico en un eventual Gabinete o al ex ministro le podrían dar la presidencia de la Cámara de Diputados. Todas opciones válidas en caso de ganar en los comicios.
Cómo será la definición, la gran pregunta. En principio, podría ser una combinación de encuestas, focus group y discusiones internas con ese análisis pormenorizado de quién aporta más votos según determinada situación y escenario. Pero todo parece indicar que la decisión será 100% de Bullrich en base a lo que más le convenga a ella para su propio armado, lo que satisfaga sus necesidades.