La aparición de Javier Milei en el escenario electoral llegó para despistar a más de uno. No hay consenso sobre si su figura será efectivamente un problema grande o no en el enfrentamiento entre las dos grandes coaliciones de la Argentina. Están quienes notan una falta total de estructura en la base, algo necesario para poder controlar, militar y fiscalizar, y quienes analizan que el sólo nombre del libertario acerca a cualquier postulante a las opciones del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio.
La reunión de la mesa bonaerense PRO con Mauricio Macri podría haber abordado el tema, pero no lo hizo. Apenas si hubo una mención a su figura y el problema que podría acarrear en caso de generar una alternativa fuerte en la provincia. Eso le quitaría votos a Cambiemos. Por el contrario, una opción débil o un acuerdo – hoy por hoy casi improbable – con Juntos pondría a Todos en un escenario mucho más difícil porque los sufragios duros se concentrarían en vez de atomizarse.
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La relación entre Macri y Milei no es nueva. El propio ex presidente lo contó, luego de bajarse de una candidatura, en el canal LN+. Dijo tener un buen vínculo “personal”, que hablan “con respeto” y le pidió que “no sea tan duro en los términos que usa” porque “creemos en el diálogo”. Habría que ver si ese diálogo incluye a todo Juntos por el Cambio y al libertario o si sólo es potestad de la alianza.
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Milei, por el contrario, cada vez que se le pregunta se encarga de negar cualquier trabajo conjunto con Macri. “No trabajo con él por la simple razón de que estamos en espacios distintos”. El diputado tiene en claro que no hay posibilidades, hoy por hoy, de lograr una confluencia, de mudarse a la coalición opositora por, al menos, dos razones.
La primera de ellas está relacionada a los vínculos y una cuestión de piel. Con algunos dirigentes de Cambiemos no tendría problemas en generar un acercamiento, pero con otros sí. Y hoy JxC no tiene ninguna intención de romperse para aventurarse con un emergente reciente de la política. La segunda, porque las encuestas lo muestran muy bien posicionado a nivel nacional y con una importante tracción de votos, sólo por tener su nombre como compañía, en distintos distritos. Uno de ellos es Buenos Aires. Por ejemplo, según un sondeo de CB Consultora, el 6,6% de los bonaerenses podría votar a un “candidato de Milei”. Un número altísimo para no saber quién podría ser esa figura.
El nombre de Milei acerca la opción libertaria a las de Cambiemos y el Frente de Todos. Así lo leyó un dirigente que vio un sondeo preocupante, un país dividido en tres tercios. Una pelea en la que incluso el diputado podría llegar a un balotaje. Lo que sería un problema para ambas coaliciones a nivel nacional. Si llegara a salir segundo en la presidencial, dijo una fuente opositora, “el kirchnerismo lo va a votar a él” para perjudicar a JxC y, a la inversa, Juntos optará por él para evitar que gane el peronismo.
Según CB, la elección presidencial de los bonaerenses no sería tan pareja entre el trío de propuestas. Sin Mauricio Macri ni Cristina Kirchner como opciones, JxC aventajaría al FdT por alrededor de cuatro puntos mientras que Milei podría conseguir la mitad de lo que obtendría Cambiemos, ubicándose casi 13 puntos por abajo de Todos. Tanto para esta encuestadora como para la de Federico González y Asociados (siempre en base a un muestreo realizado en Buenos Aires), en un eventual cuarto oscuro con las figuras de los dos ex presidentes presentes, el oficialismo aventajaría a la oposición pero el libertario se mantendría más o menos en el mismo nivel, entre los 16 y 18 puntos.
Ahora bien, para la categoría a gobernador todavía no hay definiciones claras. Se coqueteó con la posibilidad de sumar al abogado oportunista Fernando Burlando a la propuesta libertaria pero quedó en veremos. Sin embargo, su figura sumada a la de José Luis Espert, Carolina Píparo y Victoria Villarruel podrían obtener, en una PASO, un jugoso 22% de los votos frente a los 32% de Juntos y los 34% de Todos, según Federico González. Sin Espert en ese grupo, el número se divide.
En una medición de boletas presidenciales junto a boletas provinciales, la opción más taquillera para Milei lleva el nombre de Burlando, seguido por Villaruel y luego Píparo, en una eventual interna. En ese escenario, Espert quedó relegado por el acercamiento que empezó a consolidar con Cambiemos, algo que en lo que se vino trabajando en el último tiempo.
El diputado liberal había propuesto una gran PASO opositora en 2021 pero hubo resistencias que un sector del macrismo terminó lamentando. Por eso, se intentará que esta vez no suceda. Su incorporación formará, además, parte de una estrategia larretista para erosionar a sus competidores internos halcones y dividir el voto duro.
En todos los escenarios provinciales, el FdT aparece encabezando la intención de voto y según el estudio de Federico González, en un mano a mano, la PASO de Juntos la podría ganar el tándem Patricia Bullrich – Cristian Ritondo, tres puntos arriba de Horacio Rodríguez Larreta – Diego Santilli. Pero estos armados se ubicarían por encima del 30% mientras que Milei, acompañado de Burlando, llegaría al 17. Siempre por la mitad pero con un piso interesante para construir una fuerza política que pueda consolidarse a futuro.
Ahora bien, frente a este escenario, ¿Qué es lo que podría hacer Cambiemos para intentar frenar el fenómeno Milei? En principio, nada. No sólo el diputado no encontró cercanía ideológica con algunos nombres de Juntos sino que le empezó a parecer más rentable la ganancia a obtener en soledad, con la ventaja del líder carismático, que entregar lugares importantes para formar parte de una alianza que, eventualmente, no lo tendrá como un presidenciable protagónico.
Los más preocupados empezaron a mirar el problema como algo realmente importante, a tener en cuenta por todos, en base a la encuesta de Aresco sobre un escenario de tres tercios a nivel país. En Buenos Aires, los más optimistas se resguardaron en que el diputado sólo cuenta con su nombre y, aunque lleve a alguien taquillero para la provincia, no tiene estructura consolidada en los municipios y mucho menos una fiscalización maciza. De hecho, esto es algo que a Cambiemos, especialmente al PRO, le costó construir y fue una tarea de años.
Con esa debilidad, podría quedar rezagado. Se notó, por ejemplo, que tendrá un gran inconveniente a la hora de enfrentar el conurbano y otros distritos con conducciones dominantes por la falta de estructura. Un armado que hasta ahora sólo se construyó con acuerdos minúsculos para sumar voluntades pero que podría no alcanzar. De todos modos, no se descartó que Cambiemos intente generar algún tipo de pacto, pero se descreyó en la posibilidad de concretarlo, más que nada por la fortaleza individual del libertario y su ubicación en las encuestas.
Si el escenario electoral de JxC se mostró volátil, la figura de Milei todavía no terminó de encuadrarse. ¿A quién perjudicaría más? ¿A Patricia o a Horacio? ¿Le sacará votos populares al Frente de Todos? Los próximos meses serán clave para ver cuál es la consolidación que pueda llegar a lograr en un potencial electorado.
Hasta ahora, las dos únicas alternativas que se manejaron para el territorio bonaerense parecen ser parte de una indicación apocalíptica, con conceptos básicos. Unidad y no tener diferencias, por un lado, y lograr consolidar la estrategia de la Y que se habló en reiteradas oportunidades en la mesa amarilla provincial y se conversó el martes con Mauricio Macri. Fortalecerse en el territorio.