Ante a una multitud que colmó la plaza de Mayo y alrededores y no se movió a pesar de la lluvia, la vicepresidenta Cristina Kirchner ratificó su centralidad en el escenario preelectoral con un mensaje con críticas a la Corte Suprema y al FMI por el endeudamiento que le concedió a Mauricio Macri. El acto de conmemoración de los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner actuó como disparador del inicio de la campaña electoral con una propuesta que CFK delineó en base a tres o cuatro ejes. Obviamente, la militancia insistió en pedirle que sea candidata, pero Cristina no respondió ni habló de posibles postulantes. Las señales vinieron por el lado de quienes se ubicaron cerca suyo en la primera fila del nutrido escenario, donde se vio a Eduardo "Wado" de Pedro, Sergio Massa, Máximo Kirchner y Axel Kicillof.
El mal tiempo sirvió para realzar la magnitud de una convocatoria que sólo Cristina puede generar. "Muchas gracias por tanto amor, es lo que me ha sostenido en pie", despidió la vice a la gente, pero antes les dio una tarea: redoblar la militancia para combatir la desinformación. "Cada uno, cada una, en su lugar de estudio, en el trabajo, en la calle, en el bondi, en el subte o en la bici, cuente y permita que este entramado de desinformación en cuanto a los verdaderos responsables de la situación que vive la Argentina en materia de endeudamiento, de falta de dólares, de corridas", pidió.
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Al habitual estribillo "Cristina presidenta" -la "letanía"-, la gente llegada de todas partes del país le agregó el más juguetón "Una más y no jodemos más". Desde el Instituto Patria habían adelantado que no había que esperar desde el escenario ninguna definición de Cristina sobre candidaturas. "Una sola persona no puede, tiene que haber una organización. Tiene que haber cuadros que tomen la posta y lleven adelante el programa de gobierno que necesita la Argentina", indicó. No habló en esta ocasión de cuestiones generacionales pero fue evidente su idea de recambio con los cuatro posibles candidatos que puso en primera fila, con edades entre los 46 y los 51 años.
La vicepresidenta comenzó recordando aquella llegada a la Casa Rosada junto a Néstor Kirchner de 20 años atrás. "Quiero contarles que cuando él llegó después de la crisis del 2001, el Estado era así de chiquitito", planteó, en su primera definición respecto a lo que se discutirá en la campaña. Subrayó que cuando llegó Néstor el PBI argentino era de 164 mil millones de dólares y que cuando ella se fue, en 2015, había subido a 647 mil millones de dólares, además de haber pagado 100 mil millones de dólares de deuda contraída por gobiernos anteriores. El logro, destacó, fue en base a "un modelo de producción, de valor agregado, de inclusión social, de sostenimiento de la industria nacional, de buenos salarios".
Cristina comenzó a delinear la propuesta que debe llevar adelante el peronismo con "tres o cuatro ejes": la reformulación del acuerdo con el FMI de manera que permita elaborar un programa propio de crecimiento, armar una alianza público-privada para explotar de manera virtuosa los recursos estratégicos con los cuenta el país y una renovación del pacto democrático que incluya una modificación del Poder Judicial. La Vicepresidenta lo expresó a metros de quienes muy posiblemente se presentarán como candidatos, de manera que nadie podrá hacerse el desentendido en caso de ser designado.
Luego del tradicional Tedeum en la Catedral Metropolitana, el presidente Alberto Fernández viajó a Chapadmalal por el fin de semana largo. No participó del acto en la Plaza, al que por otro lado no había sido invitado como sí lo fueron varios de sus funcionarios como Juan Manuel Olmos, Gabriel Katopodis, Victoria Tolosa Paz, Daniel Filmus, Jorge Taiana y Gabriela Cerruti, entre otros. Cristina ensayó una defensa de la gestión del Frente de Todos, algo que se presenta básico para llevar adelante la campaña electoral. "Argentina volvió a crecer porque a pesar de los errores, equivocaciones o diferencias, este gobierno es infinitamente mejor de lo que hubiera sido otro de Mauricio Macri. No tengo dudas", afirmó.
De todos modos, volvió a marcar que el crecimiento que siguió a la pandemia se lo terminaron llevando "cuatro vivos", como había advertido. Ahí se distinguió: "para distribuir el ingreso muchas veces hay que ponerle carita fea a los que tienen mucho porque no se trata de confrontar. ¿O por qué se creen que en mi segundo gobierno pudimos llegar al 51%? ¿O por qué creen que me odian, me persiguen y me proscriben? Por eso, porque nunca fui de ellos, ni lo voy a ser hagan lo que hagan. Me quieran matar, meter presa, nunca voy a ser de ellos. Yo soy del pueblo y de ahí no me muevo". La gente respondió con una ovación.
Así como en su última charla magistral, volvió a la carga contra la propuesta dolarizadora de Javier Milei aunque en esta ocasión se ocupó más de Macri, principalmente por la deuda récord contraída durante su mandato. Enseguida hizo extensiva la crítica al FMI porque la culpa no es del chancho sino de quien le da de comer. "45 mil millones de dólares le liquidaron y ni así pudieron ganar las elecciones. Entregaron un país endeudado con dos dígitos de desocupación", subrayó. Se mostró sorprendida de que quienes hicieron eso ahora se presenten como la solución para volver a conducir el país.
"Fue un préstamo político y política también tiene que ser la solución", planteó al desarrollar el primer eje de la propuesta que plantea para el Frente, el de la renegociación con Fondo. Massa, ubicado a su lado, es quien lleva adelante las negociaciones actuales. Propuso que el pago sea en base a un porcentaje de las exportaciones, pero que el esquema tiene que permitir la industrialización del país porque no va a alcanzar con las materias primas para pagar. Enganchó con el segundo eje temático, el de la explotación de los recursos estratégicos, para los que pidió desarrollos productivos e incorporación de valor agregado. "No digo que los autos eléctricos los hagan acá, pero, por lo menos hermano, una parte de la batería o la batería entera hacela acá si te la estás llevando toda", planteó.
El último eje, que denominó "renovación del pacto democrático", lo enfocó en la refundación de un Poder Judicial que consideró "evaporado en las tramoyas de las camarillas". Consideró a aquella bochornosa Corte Suprema de la mayoría automática menemista que renovó Néstor Kirchner mejor "que este mamarracho indigno que tenemos hoy". "Tenemos que repensar el diseño institucional. No podemos seguir con la rémora monárquica de personas que son designadas de por vida y que nunca más rinden cuentas a nadie ni a nada", propuso.
Hubo un escenario novedoso. Por lo concurrido y también por la incorporación en escena de los nietos de Cristina, seguramente en una idea de humanización de su figura y la de su familia, tan atacada durante años. "Los kukas", "los perucas", autodenominó Cristina al kirchnerismo en diferentes ocasiones de su mensajes. Si bien hubo representantes del Ejecutivo, prevaleció la presencia de tropa propia y de intendentes del Conurbano. En cambio, los únicos gobernadores fueron Kicillof, Alicia Kirchner y el riojano Ricardo Quintela. La cúpula de la CGT ya se sabía que iba a faltar pero Cristina ubicó cerca a referentes de los sectores combativos como "Paco" Manrique y Hugo Yasky.
La impresión que le quedó a los dirigentes que participaron del acto y de las charlas posteriores en la carpa vip ubicada al lado del escenario, fue que Cristina resolverá en las próximas dos semanas cómo ordena las listas en función de cómo se posicionen los posibles candidatos. Quedó confirmado que Sergio Massa llevará a Máximo Kirchner en su visita a China, en donde espera recibir ayuda en el encuentro del grupo BRICS y una ampliación del swap de monedas de parte del gobierno de Xi Jinping. Luego de esa visita viajará a Washington para terminar de cerrar con el FMI el adelanto de los desembolsos, unos 10.600 millones de dólares. Buena parte de la suerte del ministro de Economía como candidato dependerá del resultado de esas gestiones y cómo reaccione el mercado en las próximas jornadas.
Wado de Pedro no perdió tiempo y lanzó su primer spot poco después del acto, que se hace eco de la expresión de Cristina acerca de "los hijos de la generación diezmada" que deben tomar la posta. En tanto, en barrios de la Capital y del Conurbano aparecieron afiches con la foto del ministro junto a la vicepresidenta y la leyenda "Se viene Wado". El ministro del Interior levantó mucho su perfil en los últimos días y dependerá de cómo evolucione en las encuestas -en lo referente a nivel de conocimiento y de intención de voto- para conocer cuál será su destino. Los encuestadores aseguran que no hay grandes diferencias entre los posibles precandidatos.
El gobernador Kicillof tuvo su propio Tedeum en La Plata antes de trasladarse a la Plaza de Mayo. En el escenario se lo vio relajado, asintiendo en varios pasajes del mensaje de Cristina y, cada tanto, haciéndole algún comentario por lo bajo a Alicia Kirchner. Axel quiere ir por otro mandato en la Provincia, pero sabe que depende de la evolución de Massa y de Wado. Si Cristina llega a la conclusión que ninguno de los dos tiene posibilidades reales, la candidatura presidencial recaerá en el gobernador, que siempre apareció como quien mejor retiene los votos de la vicepresidenta. "Si las políticas son las tradicionales del FMI no hay forma de desplegar un proceso de crecimiento", afirmó luego del acto en diálogo con El Destape Radio.
En una jornada histórica y cargada de emoción, Cristina prolongó el suspenso respecto a las candidaturas. De lo que no dejó dudas fue respecto a la centralidad que mantiene en el escenario político al congregar a una multitud de militantes incondicionales, que seguirán esperando con expectativa que llegue el momento de las definiciones.