Patricia Bullrich volvió de sus vacaciones con una intensa agenda de campaña para su proyecto presidencialista que tuvo tres hitos que la tuvieron en la primera plana. A la foto con Mauricio Macri y el cruce con Nicolás Maduro se le suma su acercamiento con un sector de la Unión Cívica Radical (UCR) para acumular músculo político de cara a las elecciones. Puentes con Maximiliano Abad y foto con Rodrigo de Loredo. La apuesta a que el ex Presidente no juegue y quedarse con el voto “halcón”.
Las primeras actividades de Bullrich tras pasar los primeros días del año en Brasil fue viajar a Corrientes para reunirse con el gobernador radical Gustavo Valdés y visitar a Mauricio Macri en la Patagonia. “Volvió muy contenta”, describieron dirigentes cercanos a Bullrich sobre cómo la percibieron tras pasar dos días en la casa de verano de Macri en Villa la Angostura y conseguir una foto que impactó en la interna amarilla.
Otro de los puntos altos que tuvo esta segunda quincena para Bullrich fue su cruzada al presidente de Venezuela. Si bien todo el PRO rechazó la llegada de Maduro a Buenos Aires para participar del foro que reúne a 33 gobiernos latinoamericanos, la presidenta del partido amarillo fue de las primeras en alzar la voz al pedir que sea detenido y asociarlo con el narcotráfico y las FARC. Bullrich hizo ese pedido, pese a que no existía ningún pedido de captura internacional sobre el sucesor de Hugo Chávez. También Waldo Wolff, vocero político del gobierno de Rodríguez Larreta, había hecho una presentación en Comodoro Py.
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Sin embargo, Maduro no vino a Argentina y argumentó que desistió “por las ratas del macrismo, la Patricia Bullrich y el partido judicial”. La noticia fue celebrada en el equipo de Bullrich, que calificó como “muy positivo” para la dirigente que rápidamente lo capitalizó en distintas entrevistas. “El centro se lo termina dando Maduro”, festejaron.
En su paso por Corrientes, dejó guiños al partido centenario con una solapada crítica a los cuatro años de gestión de Macri. Junto a Valdés, quien también se mostró con Rodríguez Larreta en la fiesta del Chamamé, pidió "formar un equipo, que no puede ser como el del último gobierno, donde el PRO gobernaba y el radicalismo acompañaba". Asimismo, en lo que puede ser leída como una chicana a Rodríguez Larreta, lanzó que “la gran mayoría de los votantes radicales acompañan nuestro proyecto”. Allí también estaban los senadores nacionales radicales Luis Naidenoff y Carolina Losada.
El vínculo con los radicales no queda ahí. Bullrich mantiene un excelente diálogo con Alfredo Cornejo, aspirante a volver a gobernar Mendoza el próximo mandato. Asimismo, en la provincia de Buenos Aires también busca tender puentes. Allí aparece el rol del intendente de Lanús Néstor Grindetti, lanzado a competir por la gobernación bonaerense. Grindetti tiene el respaldo de Macri, de quien fue funcionario durante sus ocho años de gestión en la Ciudad de Buenos Aires, y ningún paso que da es sin la venia del ex Presidente. “Patricia es quien mejor representa a Mauricio", lanzó luego de una actividad que compartieron juntos en Sierra de los Padres. Ese respaldo de Grindetti a Bullrich es evaluado en el PRO como “un sello de calidad macrista”.
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Grindetti realizó distintas actividades en la Costa Atlántica para mostrarse con el traje de precandidato a gobernador. Además de Grindetti, la exministra también promueve en la Provincia a Joaquín de la Torre y Javier Iguacel. Todos de la escudería de los “halcones”, donde también está Cristina Ritondo, referenciado en María Eugenia Vidal. Del otro lado, Diego Santilli, el alfil de Horacio Rodríguez Larreta.
Según supo este portal, Grindetti y Florencia Retamoso, legisladora bonaerense y esposa de Gerardo Milman, son los nexos entre el presidente de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad, y Bullrich. La foto de Morales y Lousteau junto a Rodríguez Larreta en Mar del Plata cortó aguas en la UCR y Bullrich busca sacar provecho de esa interna. Consultadas por El Destape, en el entorno de Bullrich indicaron que “el café es inminente” aunque un armador asegura que “ya sucedió” el jueves.
Este portal también contactó al entorno del radical marplatense y reconocieron que “hay diálogo" y que tienen una relación formal como presidentes del PRO y de la UCR bonaerense. No confirmaron que ya haya sucedido o vaya suceder, pero aclararon que cuando ocurra será para “compartir ideas que apunten a fortalecer institucionalmente Juntos por el Cambio”, una manera elegante para no quedar tan temprano emparentado electoralmente a una socia de la alianza. Abad escapa, por el momento, a la interna amarilla ya que también tiene buen vínculo con Santilli. En esa búsqueda de acercamiento, este sábado Bullrich sumó una foto con Esteban Reino, intendente radical de Balcarce y cercano al presidente del bloque de diputados de Juntos en la Legislatura bonaerense.
Abad se convirtió en una figura codiciada para el PRO. Con la idea de las fórmulas combinadas dando vuelta, para Bullrich y Larreta forjar una sociedad con el titular del centenario partido bonaerense es apetecible. Más porque viene de vencer de ser reelecto con lista de unidad y su espacio, Adelante Buenos Aires, ya controla los comités en 100 municipios. De importante injerencia en el interior bonaerense, Abad viene de encabezar un acto junto a intendentes, diputados y legisladores en el que lanzó virtualmente su precandidatura a gobernador.
Tal es la pelea por los radicales que cuando Bullrich estuvo en Corrientes le lanzó una chicana a Larreta: "La gran mayoría de los radicales acompañan nuestro proyecto". El PRO y la UCR mantienen internas que llegaron a rupturas en algunas provincias, como Neuquén y Río Negro, y podría expandirse a otras. Descartan en ambos partidos que “no va a haber una única postura” sobre la estrategia electoral. Este panorama llevó a los presidentes de los partidos de Juntos por el Cambio a advertir en un comunicado que serán sancionados los dirigentes que incumplan las reglas para la competencia en internas.
La semana la cerró en Mar del Plata, donde mantuvo la estrategia de campaña de no hacer la clásica recorrida de candidato por la playa, sino “focalizar en la gente” local. Así fue que realizó una actividad vinculada al sector pesquero y después participó de un conversatorio con los diputados nacionales Fernando Iglesias, Sabrina Ajmechet y Hernán Lombardi, otro ladero de Macri. Allí, en un tiro por elevación a Larreta, criticó la permisividad respecto a los cortes de la 9 de Julio, insistió en que irá a las PASO y se diferenció de las “palomas” de Juntos por el Cambio. “Si nos mantenemos en la situación de negociar, que las cosas sigan igual para no tener conflicto, si no terminamos con los privilegios de la política, los sindicatos y los empresarios por miedo a pelearnos nos vamos al tobogán de la decadencia”, afirmó y anticipó qué buscará para su Gabinete de llegar al Gobierno: “No queremos ningún tibio en un cago en el Estado”.
Otra de las actividades de Bullrich desde su regreso de las vacaciones fue en Tigre, donde realizó una recorrida por las islas del Delta junto a su candidato en ese distrito, el ex presidente del bloque de diputados del PRO en la gestión Cambiemos, Nicolás Massot. Bullrich había pedido especialmente realizar ese recorrido por el potencial ganadero, frutihortícola y turístico, además de su impacto en el medio ambiente, que tiene esa región que abarca tres provincias.
Más allá de su trabajo en la provincia de Buenos Aires, como armador en las restantes 22 provincias, se incorporó a la campaña el diputado nacional Sebastián García de Luca. Como Massot, se trata de otro nombre vinculado a Emilio Monzó, quien no está trabajando junto a ningún candidato, pero sí tiene mucho diálogo con Bullrich. El ex presidente de la Cámara de Diputados, según contaron desde su equipo a este portal, “no tiene ganas de asumir un rol de jefe de campaña” y apuntaron que está convencido de que el radicalismo tiene que tomar “más protagonismo” en la alianza. Parece que Bullrich lo escuchó.
Otro que trabaja activamente en el armado bullrichista es Federico Angelini, con intenciones de ser candidato a gobernador en Santa Fe. Angelini y De Luca, contaron en el armado de Bullrich, eran “tapados” por Gerardo Milman. Luego de ser corrido de la mesa de confianza de Bullrich, estos dos dirigentes se muestran en distintas actividades con la ex ministra como ocurrió durante su visita en Corrientes. En reemplazo de Milman, a nivel nacional, quedó Juan Pablo Arenaza como armador. El legislador porteño mantiene un estrecho vínculo con Bullrich desde 2002.
En el equipo de Bullrich están cada vez más convencidos que Macri no buscará su “segundo tiempo” pese a la indefinición que mantiene. Tampoco se inclina por Rodríguez Larreta, Vidal o Bullrich, los tres precandidatos presidenciales. Para no perder protagonismo, su veredicto posiblemente llegue recién en mayo. Lo que es seguro es que si no busca un nuevo mandato, será el “gran elector” del partido. Bullrich está interesada en una gran interna en Juntos por el Cambio, en la que cobra fuerza la idea de fórmulas cruzadas entre el PRO y la UCR. Como dijo en Corrientes, está convencida de que es más importante la coincidencia en la acción que la pertenencia partidaria. Llamó a construir “autopistas de pensamiento” para justificar la participación de referentes de distintos partidos en las fórmulas.
En los próximos días, Bullrich estará en Córdoba, provincia en la que crece la tensión dentro de la coalición opositora por la interna entre Luis Juez, apoyado por Rodríguez Larreta, y el radical Rodrigo de Loredo, a quien Bullrich promueve a instancias de Macri y con quien se mostrará en una actividad. La interna no se toma vacaciones.