El escenario político argentino se define con la confirmación del ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, y el dirigente de La Libertad Avanza, Javier Milei, como los contendientes en el balotaje del próximo 19 de noviembre. Tras obtener el 36,68% y el 29,98% de los votos respectivamente en las elecciones presidenciales, el foco se centra ahora en los trámites legislativos que formalizarán este segundo encuentro electoral.
Una de las dudas que surge es cómo se contabilizarán los votos en blanco, en un escenario tan polarizado. En este artículo te contamos qué pasará con aquellos que ejercerán su derecho a no votar por ninguno de los dos.
El significado del voto en blanco
En el marco electoral argentino, los votos válidos se dividen en dos categorías: afirmativos, que eligen alguna opción electoral, y blancos, depositados en la urna con un sobre vacío o con un papel sin inscripciones ni imágenes. Aunque el voto en blanco es válido, representa la abstención de elegir entre las propuestas, expresando disconformidad con la oferta electoral vigente.
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En el balotaje, el voto en blanco no tiene efecto sobre el resultado de la votación. Solo se consideran los votos afirmativos por alguna boleta partidaria. La fórmula presidencial que sume más votos individuales es la que resultará vencedora, sin importar el porcentaje o la cantidad de votos blancos, impugnados o nulos.
¿A quién favorece el voto en blanco?
A diferencia de otras elecciones, en el balotaje el voto en blanco no beneficia indirectamente a ningún candidato en particular. Solo los votos afirmativos determinan el resultado, excluyendo el conteo de votos en blanco. Esta particularidad contrasta con elecciones generales donde la proporción de votos afirmativos se divide sobre la cantidad total de votos, impactando en el porcentaje necesario para ganar en primera vuelta.
Desde 1994, la Constitución Nacional establece que en las elecciones generales y en el balotaje, los votos se cuentan sobre los "votos afirmativos válidamente emitidos". En el balotaje del 19 de noviembre, el voto en blanco se considerará como una manifestación política más, sin incidencia en el resultado final.
En las elecciones generales del 22 de octubre, se contabilizaron 554.161 votos en blanco, representando el 2,04% de los sufragios válidos totales. Los votos nulos fueron 224,864, equivalente al 0,81% del conjunto de votos emitidos. Con estos antecedentes y reglas claras, el balotaje se perfila como un capítulo crucial para definir el futuro político de Argentina, con Massa y Milei como los protagonistas de esta segunda vuelta electoral.