El Congreso se convertirá en las próximas semanas en un ámbito clave en el que se medirá la capacidad que conservan oficialismo y oposición para consensuar proyectos superada la campaña electoral. En principio, el escrutinio definitivo de las elecciones en La Rioja le dio una buena noticia al Frente de Todos al confirmar que duplicó en votos a Juntos por el Cambio, por lo que se quedará con las dos bancas de diputados en juego y le permitirá seguir siendo la primera minoría a nivel nacional con 118 legisladores contra 116 del macrismo. Así las cosas, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, acordaron poner en marcha una agenda legislativa que priorice los temas económicos y productivos.
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Apenas unos días atrás, la entonces candidata María Eugenia Vidal imaginaba un triunfo aplastante de la oposición que la convertiría en la primera minoría de la Cámara baja. Acto seguido, se autopostulaba para reemplazar como titular a Massa, burlando una tradición desde el retorno democrático que determina que ese lugar que se encuentra en la sucesión presidencial le corresponde al oficialismo. La realidad le jugó una mala pasada. No sólo no hubo un triunfo aplastante sino que el escrutinio definitivo de La Rioja, concluido en la noche del miércoles, hizo esfumar la última esperanza que tenía la oposición de al menos empatar al oficialismo en cantidad de legisladores, que seguirá siendo casi igual a la de estos dos años. Incluso, aún hay que esperar el recuento en Río Negro, donde el Frente de Todos podría arrebatarle una banca más a Juntos por el Cambio.
Agenda en disputa
Tal vez, la novedad apacigüe la insistencia opositora para rechazar todas las propuestas legislativas del Ejecutivo con rimbombantes declaraciones públicas. Con un decreto publicado el miércoles en el Boletín Oficial, el Gobierno prorrogó las sesiones ordinarias hasta el 31 de diciembre, un dato que debe interpretarse como un gesto de buena voluntad hacia Juntos por el Cambio. En el período de ordinarias la agenda de iniciativas debe consensuarse mientras que en extraordinarias sólo pueden tratarse los temas habilitados expresamente por el Ejecutivo. No es menor entonces la prórroga. En el bloque del Frente de Todos comentaban que, más allá de los comunicados combativos, la oposición participó de todas las reuniones de comisión convocadas para martes y miércoles, que fueron unas cuantas.
Poco antes del acto en Plaza de Mayo por el Día de la Militancia, Manzur recibió en su despacho a Massa, donde quedaron en darle prioridad a la agenda de la reactivación económica. Hablaron de la porción del presupuesto que se destinará a las provincias, el plan de agroindustria -el ministro Julián Domínguez irá esta semana al Congreso-, los de hidrocarburos y fomento al turismo y a la gastronomía. En una improvisada rueda de prensa posterior al acto, el propio presidente Alberto Fernández definió estos proyectos -agregó un par más como la nueva ley para la industria automotriz y la de compre argentino- como "fundamentales para el futuro". “El Congreso tiene que acompañar la reactivación para la reconstrucción argentina, impulsando leyes que acompañen el desarrollo, con trabajo e inclusión”, advirtió Massa.
Con resaltador están marcados dos proyectos con la firma del ministro de Economía, Martín Guzmán. Uno es el Presupuesto 2022, que en los próximos días debe ir a defender en el Congreso. Pero la propuesta ahora estará íntimamente relacionado con el programa económico plurianual que prometió el Presidente en el búnker de la noche de elecciones. Según anticipó, esta iniciativa contemplará "los mejores entendimientos" que a los que hayan llegado hasta el momento en las conversaciones con el staff del FMI. Lo que se ve complicado es alcanzar algún tipo de acuerdo con la bancada opositora, fundamental para conseguir el respaldo político que le exige el organismo internacional para cerrar las negociaciones.
En la Plaza de Mayo, quedó claro que la estrategia del Presidente es buscar separar a quienes está claro que no aceptarán discutir nada -mencionó expresamente a Mauricio Macri y Javier Milei- con el resto, principalmente el radicalismo cercano a los gobernadores de Jujuy, Corrientes y Mendoza y al PRO vinculado a Horacio Rodríguez Larreta. Como quedó demostrado durante la pandemia, quienes tienen responsabilidades de gestión -y que suelen necesitar de los favores del Gobierno- son más proclives a sentarse a dialogar. Puede que la ratificación del Frente de Todos como principal bloque legislativo de Diputados colabore también con ese objetivo.