Santa Fe: sin primarias, el PJ testea los ánimos para la vuelta de la Ley de Lemas

Perotti quiere suspender las PASO por la pandemia y el peronismo sondea un retorno al sistema que le permitió ganar la provincia durante 24 años. Fuerte rechazo opositor.

21 de noviembre, 2020 | 09.58

Santa Fe se ve en el dilema de mirar al calendario 2021 con un ojo en la salud, y el otro en el respeto de los derechos electorales de la ciudadanía. En el marco de la pandemia, la realización de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias en agosto entró en una nebulosa, ya que duplica el movimiento de personas a los lugares de votación y la circulación provocada por la logística electoral.   

En este contexto de incertidumbre sobre cuál será el panorama el año que viene, el gobernador Omar Perotti deslizó su posición –junto a la de otros mandatarios, como Juan Schiaretti de Córdoba o Sergio Uñac de San Juan- de que los santafesinos solo concurran a sufragar para las generales, donde se elegirán 9 diputados nacionales, 3 senadores y una serie de jefes comunales y concejales de la provincia, para disminuir el riesgo sanitario pero también por ahorro de recursos.  

Sin embargo, y aunque la última palabra la tiene la Legislatura ya que el Ejecutivo no tiene facultades para cambiarla, ese cambio abre el debate sobre cómo se resolverán las internas de las distintas fuerzas políticas. Y la propuesta del presidente del PJ provincial, Ricardo Olivera, sacudió la modorra de la agenda política local: propuso la vuelta remozada de la Ley de Lemas, la herramienta que permitió al peronismo gobernar la provincia por 24 años.  

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Si bien el rafaelino se desmarcó públicamente del debate (“la gente no me pregunta por la ley de lemas”, dijo), fuentes cercanas a Perotti dejaron entrever que podría tratarse de un test para medir los ánimos opositores: “Omar quiere una sola elección. No dos”, dijeron a El Destape. La sugerencia cosechó un fuerte rechazo entre el Frente Progresista, que tiene aún fresca la memoria de los cuatro mandatos intercalados de Carlos Reutemann y Jorge Obeid, y posee la mayoría de la Cámara de Diputados, en las que el justicialismo solo tiene 7 legisladores sobre 50. “Es una estafa electoral”, dijo el diputado provincial Juan Cruz Cándido.

Desde Juntos por el Cambio también salieron a marcar posición. El diputado nacional y vicepresidente del Pro, Federico Angelini, dijo que no están dispuestos a una vuelta al sistema de lemas, y sostuvo la vigencia de las PASO. “Estamos dispuestos a conversar con el justicialismo sobre el proceso electoral del 2021 con una crisis sanitaria, pero esos cambios tienen que ser consensuados con todas las fuerzas políticas”, advirtió.

El sistema  

¿En qué consiste la Ley de Lemas? Es un sistema de doble voto simultáneo, en el que el elector vota en un mismo acto por un partido o frente (llamado lema) y por una lista o candidato (sublema) que se encuadra dentro del mismo. Por eso, es al mismo tiempo una suerte de elección interna y general. Cuando llega el escrutinio, se suman los votos de cada sublema y gana el candidato que se impuso dentro del lema que tiene más votos, aun cuando no sea el que reunió más sufragios en general. De esta forma, el ganador no es el candidato individual más votado, sino el candidato más votado dentro del lema que más votos obtuvo. 

Este particular fenómeno electoral le impidió a Hermes Binner obtener la Gobernación en 2003 em una emblemática elección, cuando fue individualmente el más votado en las urnas, pero sin embargo triunfó el peronismo. El socialista obtuvo en esos comicios el 42,4% de los votos, pero perdió ante Jorge Obeid, que reunió el 24,4%. Es que Binner se había presentado bajo un lema junto con la UCR que juntó el 45,2% del total, mientras que el justicialismo, con cinco sublemas, trepó al 51%. Con cierto desgaste, el sistema se derogó en 2004. Tres años después, Binner sería finalmente electo gobernador y con las actuales reglas el Frente Progresista se impuso también en 2011 y 2015, hasta caer en 2019 frente al PJ.

Beneficios 

Está claro que resolver la cuestión demandará de un gran acuerdo político. Los beneficios para el peronismo, la fuerza política con mayor dispersión ideológica que recolecta votos en casi todo el arco de centroizquierda a centroderecha, son evidentes al sumar todos los candidatos internos al partido. Pero rápidos de reflejos, cerca del gobernador dicen que los socialistas “tienen miedo”, porque hoy en día serían los que mayor jugo le podrían sacar a ese sistema electoral para ir bajo el mismo lema con Juntos por el Cambio, una vieja añoranza del radicalismo que tiene los pies en los dos botes. “Hoy le conviene a (Miguel) Lifschitz, para ponerlos a todos adentro y que le sumen”, desliza una fuente con algo de malicia.

En este marco, el diputado provincial Rubén Giustiniani (de Igualdad y Participación, una ruptura por izquierda con el PS) volvió a la carga con su proyecto para derogar las primarias. “Es un sistema confuso, ineficaz y cuestionado por grandes sectores de la ciudadanía”, caracterizó. La propuesta del legislador es que los partidos o frentes políticos diriman sus candidaturas en una elección abierta, en la que participen los afiliados pero además se le anexe un padrón de independientes que se inscriban voluntariamente para hacerlo.

No obstante, marcó que la Ley de Lemas es “distorsiva y hasta inconstitucional”. “Sería dramático y un grave retroceso, ya la tachamos”, dijo a El Destape. “Los perfiles dentro de un mismo lema a veces eran tan disímiles, que uno votaba a un candidato progresista pero el sublema que ganaba era de un conservador, que luego era beneficiado por mi voto”, recordó. Eso, para el dirigente socialista, significaba “que se perdiera el objetivo fundamental de un sistema electoral: que el voto sea directo, transparente y representativo”.

La alternativa que impulsa Giustiniani reemplazaría las PASO por una herramienta –a su modo de ver- más “eficaz”, ya que “no se puede estar 7 u 8 meses en campaña electoral, solo lo pueden llevar adelante los grandes partidos y los que están en el poder”. Pero no solo apuntó a los costos económicos, sino a que “en el marco de la pandemia, eso representa sacar la atención del funcionamiento del Congreso y la Legislatura, que tienen que estar trabajando fuertemente”.

A pocos meses de entrar en un año electoral, que se verá cruzado por la circunstancia extraordinaria del COVID-19, el peronismo hizo su primera jugada. La respuesta fue contundente, pero el debate está abierto. Si no hay primarias, de algún modo se deberán resolver las internas. Y si no es con recetas viejas, habrá que buscar un nuevo diagrama electoral que refuerce la democracia sin poner en peligro la salud.

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