Tiempo de descuento de cara al armado de las listas para las elecciones legislativas 2021. Y en la ciudad de Buenos Aires, de donde es oriundo Alberto Fernández y donde este año se elegirán diputados nacionales y legisladores porteños, las negociaciones ya arrancaron. Si bien Juntos por el Cambio se lleva las miradas por la tensa interna que esconde la puja de liderazgo entre Macri y Rodríguez Larreta, el Frente de Todos busca mostrarse unido detrás de una cabeza de lista que resuma la heterogeneidad de la coalición y, además, trascienda al peronismo/kirchnerismo.
La semana pasada se dio la primera reunión formal de los partidos políticos que integran el Frente de Todos. Ratificaron su alianza en el Frente de Todos para consolidar la unidad que en 2019 derrotó al macrismo, aunque no lo consiguió en la Ciudad, donde el PRO gobierna desde hace 13 años. El FdT sabe que será difícil repetir los 35 puntos de la última elección, pero aspiran a no bajar de los 30 para no solo renovar las tres bancas que pone en juego para la Cámara de Diputados, sino también conseguir un lugar más. Las rispideces entre Casa Rosada y la sede de Uspallata puede jugar en contra, por eso ya debaten quién puede ser el candidato o la candidata que encabece y cuál será el discurso de campaña.
No hay un liderazgo claro. Después de cada elección, quien encabeza las listas no sostiene su rol de opositor al PRO ni repite candidaturas para instalar más su figura. Este es uno de los reproches de varios compañeros de espacio a Matías Lammens, con quien el Frente de Todos hizo una gran elección, pero no alcanzó para forzar el ballotage contra Larreta. Pese a esto, hay un consenso (más por comodidad que por convencimiento) en que debe ser devuelta la cabeza de lista, sobre todo si tiene aspiraciones para 2023. “Es una candidatura que nos sirve a todos”, resume un legislador porteño.
La mesa política en la Ciudad está conformada por Mariano Recalde, Víctor Santa María y Juan Manuel Olmos. Son los dueños de la lapicera y los referentes de los espacios que conviven bajo una constante tensión. Ellos definirán los nombres de las listas, respetando la correlación de fuerzas. Siempre después de que, según señalaron distintas fuentes a El Destape, se definan las cabezas. “Eso ocurrirá en otro lugar”, marcaron en referencia al acuerdo que Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Lo que no hay dudas es que habrá lista de unidad. De la conformación de esa lista también participará el presidente del bloque del FdT en Diputados, Máximo Kirchner. “Quiere garantizar que, además de lograr una mayoría parlamentaria, más de la mitad del bloque respondan a él”, asegura a este medio una legisladora que lo conoce bien.
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Para mantener la calma en la coalición porteña, la fórmula Matías Lammens para Diputados - Leandro Santoro para la Legislatura pareciera ser la que mayor consenso suma. Aunque hay reticencia de parte de ciertos dirigentes que prefieren que la composición sea hombre-mujer / mujer-hombre. Lammens prefiere quedarse como ministro de Turismo y Deportes, sobre todo porque en el horizonte ya se ve la post pandemia y, con el avance de la vacunación, un repunte de la actividad turística, que fue muy golpeada en estos dos años. De hecho, tras el éxito de su primera edición, ya anunció el relanzamiento del programa Previaje que, según supo este medio, será presentado en agosto.
Desde el Frente de Todos algunos dirigentes señalan que “si su deseo es ser candidato a jefe de Gobierno, tiene que jugar ahora y mostrar cuántos puntos saca solo sin Alberto y Cristina en la boleta”. Sabe que no será fácil repetir esos 35% esta vez y que le costará encontrar un lugar cómodo en el bloque presidido por Máximo Kirchner. Por eso, pone una condición para aceptar. “Si el Presidente me lo pide, no me puedo negar”, aseguró en una nota con CNN Radio.
Ante la posibilidad de que Lammens decida no ser candidato a diputado, ya suenan varios nombres en los despachos de los dirigentes porteños. Leandro Santoro, Matías Tombolini, Gabriela Cerruti y hasta funcionarias nacionales aunque con menor fuerza. Como Cerruti, también hay que tener en cuenta que Carlos Heller y Gisela Marziotta podrían renovar su banca. Cada uno/una tiene sus particularidades.
En primer lugar: Leandro Santoro. De origen radical, hoy es muy cercano al Instituto Patria. Desde su entorno señalaron que “su objetivo es pelear la Ciudad en 2023, por eso quiere encabezar la lista de legisladores”. No correría el riesgo de ser la cara de una derrota en la que el FdT saque menos puntos que en 2019. Además, en Diputados tendrá que convivir con figuras fuertes y no tendrá la misma autonomía que en la Legislatura. Santoro es hábil mediáticamente para tomar distintos temas coyunturales nacionales y porteños, y plantarse como un ferviente crítico a la gestión de Larreta. Aunque esa autonomía también le valió algún tirón de orejas dentro de la coalición como cuando dijo que la Justicia porteña es "la verdadera caja negra de la política". Se olvidó que parte de la coalición que integra tiene acuerdos en la designación de jueces con el macrismo. Un llamado poco amistoso de un hombre de mucho peso en el Frente de Todos se lo hizo saber.
De ocurrir esto, para Santoro el correlato de encabezar la lista de legisladores y proyectar su candidatura para 2023, sería ser el presidente del bloque. Para ello deberá conseguir los apoyos de Santa María y Olmos, algo por ahora difícil. Además, quien ocupa hoy ese lugar es Claudio Ferreño, amigo de Alberto Fernández que tiene la compleja tarea de conducir un bloque de 17 legisladores divididos en tres grupos. Cuando Alberto lo convenció pese a que él no quería, fue con el argumento de que debía ser un canal de diálogo entre el sector del kirchnerismo duro cuya referencia allí es Javier Andrade y el sector Olmos/Santa María referenciado en María Rosa Muiños. Además, el referente del Partido del Trabajo y la Equidad (PARTE), fundado en 2012 por Fernández, podría sumarse a la lista de Diputados (cuenta con el visto bueno del Presidente) o pasar al Ejecutivo pos elecciones.
Tombolini fue candidato por el Frente Renovador de Sergio Massa, en los últimos comicios estuvo en la lista de Roberto Lavagna y hoy tiene su propio partido: Avancemos por el progreso social. Estuvo presente en la reunión de la semana pasada y su nombre es deslizado desde el entorno de Olmos. Su profesión de economista, destacan cerca suyo, puede ayudar a construir un discurso entendible en torno a un tema que será clave en la campaña. "Le hablará a la clase media y su foco estará en las ayudas como el ATP y el REPRO, como también la modificación del impuesto a las ganancias", marcaron. Desde ya, la inflación será un tema ineludible. Hace poco publicó el libro “La otra campana”, en el que hace una cerrada defensa de la gestión de Fernández y donde repasa la herencia macrista y expone sus propuestas para la post pandemia. “Es conocido, está instalado en los medios y es una posibilidad si se traba la discusión”, detallan desde el sector Olmos.
Cerruti está por cumplir cuatro años en la Cámara Baja y viene de otros ocho en la Legislatura. A Máximo Kirchner le gustaría retenerla, pero ella insiste aunque no le crean en que quiere avanzar con la agenda ambiental y construcción de “la revolución de las viejas” desde afuera de un lugar institucional. “Cierra porque tiene buena relación con Máximo y Sergio (Massa), es mujer y no es de ningún sector en particular”, explica a este medio una fuente cercana al hijo de la vicepresidenta. Ella jura que no renovará.
Quienes sí buscan seguir cuatro años más son Marziotta y Heller. Dirigentes que conocen al presidente del bloque en Diputados aseguraron que Heller “es imprescindible en el esquema legislativo de Máximo” aunque también podría pasar a un cargo en el Ejecutivo. Las mismas fuentes señalan que a Marziotta, quien responde políticamente a Santa María, no está entre sus planes. La periodista reemplazó a Daniel Filmus cuando éste pasó a la Secretaría de Malvinas. También con intenciones de competir en 2023, quizás la dirigente que responde al sindicalista y empresario de medios Santa María apele a un lugar en la Legislatura desde donde podrá hacer mayor hincapié en los temas de la Ciudad. En la Legislatura, el alfil del titular del SUTERH es Santiago Roberto, quien podría reelegir por cuatro años más ya que este año se le vence el mandato. Su trabajo está abocado en las comisiones de Trabajo (donde la preside) y Educación, tema candente siempre en la Ciudad.
Hablando del ámbito porteño, son seis los legisladores cuyos mandatos se vencen en diciembre. De esos, cuatro pueden renovar (a Santoro y Roberto se le suman Juan Manuel Valdés y Victoria Montenegro). En 2017, el FdT sacó 20% de los votos, por eso aspiran a que será una mejor elección y podrán sumar más bancas. Quienes no podrán renovar son María Rosa Muiños y Lorena Pokoik.
Ambas suenan, también, para la lista de Diputados. La primera integra el partido Nuevo Espacio de Participación (NEP), es pareja de Olmos y destacan de ella su trabajo en la Legislatura. La relación con el kirchnerismo duro es cordial, pero suelen haber pases de factura en determinadas oportunidades respecto a algunas negociaciones con el PRO. Con la intención de enrocar con Recalde el año próximo y ser la presidenta del PJ porteño, cerca de ella señalan que sería un paso importante para el NEP tener su primera diputada.
Dependiendo de quién encabece, Pokoik espera también una definición. No solo por ella, sino por la organización de la que es referente nacional: Unidos y Organizados. Es un cuadro histórico del kirchnerismo porteño, está bajo la conducción de Máximo Kirchner y sus ochos años como legisladora se caracterizaron por su trabajo en la comisión de educación y de las pocas que mantuvo una férrea oposición al PRO. Si no llegase a entrar, también su nombre suena en un recambio de Gabinete.
Con el ritmo de vacunación que se acelera y a la espera de que los casos y las muertes desciendan de cara al comienzo de la campaña, el Frente de Todos aguarda por saber quién competirá por el macrismo y la definición entre Alberto y Cristina de quién encabezará la lista. Mientras tanto, define una agenda de campaña que apuntará a exponer la ausencia de asistencia del gobierno porteño a las empresas y comercios locales, como también “la falta de políticas destinadas a la generación de empleo, infraestructura y recursos para hospitales y escuelas”, entre otros temas locales como el proyecto que busca vender tierras para llevar adelante un proyecto inmobiliario en Costa Salguero.