Pandemia, campaña de vacunación y elecciones. El 2021 será un año cargado en la Argentina y las fuerzas políticas comienzan a delinear sus estrategias de cara a las urnas mientras esperan que el Congreso defina si se suspenderán las PASO por única vez o si el cronograma se mantendrá como ahora. En CABA quieren que se hagan. Con eso como base, Cambiemos apuesta a neutralizar a Patricia Bullrich, que podría encabezar la lista de diputados nacionales por la Ciudad, con otro jugador fuerte del oficialismo porteño, el ministro de Salud Fernán Quirós, para no radicalizar el discurso que buscará imponer Horacio Rodríguez Larreta de cara a su candidatura presidencial en 2023.
Cambiemos espera definiciones clave, sobre todo en Buenos Aires. Es importante saber qué rol jugará María Eugenia Vidal, la ex gobernadora. Es la prioridad de la principal fuerza opositora nacional para el territorio bonaerense. Sin embargo, aseguran que ni ella sabe qué es lo que quiere hacer, incluso la ven con pocas ganas de volver a candidatearse y tiene una fecha límite. Debería definirse para marzo o abril. Si sale del juego político, al menos de poner la cara en el juego político, "va a explotar la provincia" pero en el buen sentido, dicen desde la calle Uspallata. Aseguran que habrá muchos candidatos posibles para disputarle al peronismo el distrito más poblado de todo el país.
Varias figuras suenan para la provincia desde hace tiempo. La que más rebota es la de Diego Santilli que, como actual - dos veces - vicejefe de Gobierno porteño no podrá apostar por liderar la Ciudad y se podría mudar a la jurisdicción vecina. También aparecen en el escenario los nombres de Cristian Ritondo, actual diputado y ex ministro de Seguridad bonaerense, y Emilio Monzó, que presidió la Cámara Baja durante la gestión Cambiemos, mantuvo un bajo perfil durante el primer año fuera del oficialismo y lentamente comenzó con recorridos y apariciones públicas. De esos tres, Santilli es quien tiene mejor imagen positiva, aseguran.
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"Comparto con Martín Lousteau que Cambiemos debe construir una fuerza más grande para ganar las elecciones. Tenemos una identidad muy clara para oponernos al kirchnerismo. Coincido en que el desafío es ampliarse desde esa misma identidad y sumar para construir una verdadera alternativa", tuiteó Santilli esta semana y estalló la interna pública en Juntos por el Cambio en torno a la figura de Mauricio Macri. El radical o líder de Evolución habló del fundador del PRO como de un hombre que dejó un "legado", el de terminar un mandato, y lo vinculó más al pasado que al presente o el futuro. Rápidamente salieron a responderle pero desde la calle Uspallata buscan bajarle el precio aunque saben que algunas declaraciones no ayudan, como la de Miguel Pichetto que pidió aprender de Cristina Kirchner.
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Lo cierto es que Macri quiere que lo reconozcan. Busca que sus ex funcionarios salgan a defender las cosas que él considera que se hicieron bien en la gestión y detesta que se refieran a él como un jubilado de la política. Desde Cambiemos, algunos lo comparan con Perón, reconociendo la exageración de semejante vínculo. Dicen que después de Juan Domingo, es el único que fundó un partido y llegó a la presidencia. Y que tiene que jugar desde ese lado. De hecho, será uno de los que tengan en mano la lapicera para cerrar las listas y, seguramente, incluirá a algunas figuras con las que el Gobierno porteño puede no coincidir pero que prefiere tener adentro antes que afuera, como puede ser Fernando Iglesias, a quien se le vence el mandato el 10 de diciembre. El objetivo, aseguran, es no correrse de la derecha sino ampliarse al centro. Sacar a figuras como Iglesias implicaría, justamente, un corrimiento al centro y no es lo que quieren hacer.
En la sede gubernamental se rosquean no sólo las candidaturas porteñas sino también las bonaerenses y nacionales. Para las de la provincia, hay diálogo constante con 15 "sin tierra", intendentes que sobrevivieron al macrismo y que apuntan a mantener para el 2021 y el 2023. Además, Vidal volvió a acercarse a figuras como Rogelio Frigerio y Emilio Monzó. Por la Ciudad, el objetivo es neutralizar a Patricia Bullrich. Aseguran que moderó su discurso y que tiene más llegada a la gente que el propio Macri por lo que reconocen su construcción política de alcance nacional del último año. Sin embargo, advierten que su discurso radicalizado se aleja de los objetivos de Larreta, más moderados y conciliadores.
Cual "Sinceramente", Bullrich comenzó a hacer unas pequeñas giras costeras para promocionar su libro "Guerra sin cuartel" y quiere encabezar la lista a diputados por la Ciudad para, luego, lograr su salto a la política ejecutiva nacional en 2023. Tal vez una interna con Larreta. Pero desde el Gobierno porteño buscan neutralizarla. Tenerla adentro pero no encabezando. Por eso, analizan catapultar a Fernán Quirós, ministro de Salud, para que sea cabeza de lista y sentar a negociar otros cargos a la ex titular de la cartera de Seguridad.
En paralelo, con el método Kicillof, Larreta ya empezó a armar su figura 2023. La pandemia, dicen, le impidió hacer viajes el año pasado, pero se incrementarán en los próximos. El viernes irá a Mar del Plata y en febrero viajará a Salta para comenzar a tomar trascendencia nacional. Salvo que algo excepcional ocurra, consideran que logrará ser la figura presidenciable de la oposición. En caso de serlo, podría abrirle el juego porteño a figuras no PRO, como Martín Lousteau. De no lograrlo, su sucesor podría ser alguien más del riñón y Quirós podría ser esa persona.