Medidas para estimular un shock de consumo y retomar un estilo de gestión más peronista fue la fórmula que el presidente Alberto Fernández les prometió a los diez gobernadores con los que se reunió en La Rioja de manera presencial y los cinco que acompañaron en forma virtual. El lunes a la tarde, el Presidente tomará juramento a los nuevos ministros y todavía no estaba definido el momento de los anuncios económicos que le seguirán, con los que el Gobierno apunta a dar por cerrada la crisis política y encarar las ocho semanas que quedan para dar vuelta el resultado electoral en las elecciones de noviembre,
El Presidente buscó recuperarse de esta semana complicada con el cobijo de los gobernadores oficialistas. Al menos hubo cinco de ellos figuraron entre los pocos ganadores de la debacle del domingo pasado. "Soy un gobernador más", les recordó Fernández su latiguillo de campaña. Además, tuvo el gesto de reunirse con ellos solos, los ministros que lo acompañaron se mantuvieron en un salón aparte. "Lo vimos muy bien, la reunión fue excelente para nosotros. Los cambios de gabinete eran los que estaban pidiendo este momento", resumía uno de los gobernadores que participaron la impresión que se llevó del encuentro.
En verdad, algunos de ellos -Juan Manzur, Sergio Uñac, Jorge Capitanich, Ricardo Quintela- ya habían estado reunidos en Buenos Aires, pero el sábado fue el reencuentro con todos juntos, con nuevo gabinete y con la idea en firme de dar vuelta la página. El Presidente les aseguró su intención de, ahora sí, corregir todos los errores que hiciera falta corregir y que los candidatos que apoyaran cada uno de ellos en sus provincias eran también los candidatos del Gobierno para noviembre, no había espacio para distinciones. El poder territorial de los peronismos provinciales es el recurso al que el Gobierno buscará echar mano para revertir el resultado nacional o, al menos, ganar en provincias en las que perdió el viernes. Esto es esencial para evitar la merma de bancas de diputados y senadores, dato que complicaría mucho la gestión de los dos últimos años.
Sin mayores detalles, el Presidente prometió que las medidas económicas serán anunciadas "en las próximas horas". No estaba resuelto el cuándo ni el cómo, si se hará de una sola vez o se buscará repartirlas. "Las dejamos listas el jueves pasado, para que el Presidente las vaya anunciando cuando les parezca", comentaban en el equipo de Santiago Cafiero, que desde el lunes pasará a cumplir funciones en la Cancillería. Las medidas ahora tendrán que pasar la revisión de su sucesor Juan Manzur, aunque hay que imaginar que no tendrán demoras. El Presidente y su nuevo jefe de Gabinete conversaron largamente en La Rioja.
Es la economía
La agenda de la post crisis girará en torno a la economía, que nadie en el Gobierno duda que fue la principal causa de la derrota. Varias de las medidas ya fueron anticipadas por El Destape. Por ejemplo, la reunión del martes que viene del Consejo del Salario que, ya está definido, subirá hasta el 46% anual el salario mínimo, vital y móvil que quedará entonces fijado en 32.367 pesos. Este incremento servirá también para definir montos de diferentes beneficios de Anses como la Asignación Universal por Hijo (AUH) o la Asignación Universal por Embarazo (AUE), entre otros beneficios. También repercute en los mínimos de algunos convenios.
El ministro Martín Guzmán viene dando señales de haberse convencido de la necesidad de subir el gasto para fomentar la demanda, especialmente en los sectores bajos. Destacó en las redes la reunión que mantuvo con el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, para incrementar la agenda de inversión social, incluyendo la repetida demanda de convertir los planes sociales en empleo.
No todo será economía interna. El miércoles, en tanto, vence el primer pago por 1.880 millones de dólares al FMI en concepto de capital por el préstamo de 44.000 millones que tomó la gestión de Mauricio Macri. El Gobierno los pagará con parte de los DEG que el mismo Fondo envió al país el mes pasado. Una semana antes de fin de año, Argentina tiene que pagar una cuota idéntica, además de una cancelación de intereses por 640 millones de dólares pautada para el 22 de noviembre.
Peronismo, medidas de shock de ingresos, estímulo al consumo, mejor comunicación de las obras, una gestión más presente y activa, un trabajo territorial más fuerte, todas las recetas que el Gobierno buscará poner en marcha en simultáneo a partir del lunes para sepultar la semana de crisis política y encarrilar la tarea necesaria para un buen resultado el 14 de noviembre. "El Gobierno escuchó el mensaje y respondemos con hechos concretos. Vamos a trabajar todos los días para que el país se ponga de pie", resumió la tarea el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis.