No meterse. Ni para fogonear la interna del Frente de Todos ni para apoyar al Gobierno, sólo la institucionalidad y la defensa de "los intereses de la gente", con una leve inclinación positiva hacia la figura de Alberto Fernández. Así lo definió el PRO en medio de un clima caldeado que, según consideraron, es un problema del oficialismo y, por lo tanto, sólo lo tiene que resolver el oficialismo. Mientras, algunos macristas decidieron poner el ojo sobre la figura de Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de Gobierno porteño que podría juntarse con el jefe de Estado si se lo pidiera, lo que lo dejaría alejado de la estrategia planteada. Pero no todo es paz. Elisa Carrió, la titular de la Coalición Cívica, salió a hablar de un "golpe de Estado" y desde el radicalismo Alfredo Cornejo pidió que el Presidente "se haga cargo" del puesto para el que fue electo. Intentando mantenerse a un margen de la disputa, concentrados en el resultado electoral y la gestión, la semana que viene se reunirá la mesa nacional junto a candidatos de todo el país.
Una alta figura del PRO a nivel nacional le dijo a El Destape que la pulseada interna al Gobierno es "una crisis típica después de una paliza electoral y una salida bien PJ" para dirimir una "lucha de poder y responsabilidades" en la que "les importa poco lo que le pasa a la sociedad". La misma fuente aclaró que desde el partido no tienen mucho más que opinar, sólo que esta situación "genera más deterioro aún de un país destruido". Por eso, por ese "nada más que opinar", decidieron enfocarse en lo electoral y la gestión. Por poner dos ejemplos, Patricia Bullrich se reunió con la lista ganadora de la PASO en Córdoba, la que venció a la nómina de Mauricio Macri, y Larreta se dedicó a comunicar avances para la "vuelta a la normalidad" post pandemia.
Varios ojos miran al jefe de Gobierno que ayer se reunió con La Popular, una organización que responde a María Migliore, su ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, con la intención de ganar más base territorial y mostrarlo. Macri también se encontró con ellos. Alejado de consideraciones públicas, algunos desconfían de Larreta y temen que se siente con Fernández para mostrar un apoyo explícito al Gobierno, volviendo a su etiqueta de dialoguista, una etiqueta que olvidó durante la campaña.
Cerca del mandatario porteño le dijeron a El Destape que, si lo llaman, no va a negarse a una reunión de semejante trascendencia pero que de ningún modo implicará un gobierno de coalición. Pasado el mediodía del jueves, ese teléfono no había sonado y el jefe de Gobierno se limitó a continuar con la comunicación de la post pandemia.
Pero no todo el PRO se plegó a esa estrategia. Darío Nieto, secretario privado de Macri y su nombre en la boleta para la legislatura porteña, usó Twitter para expresarse: "Cambiemos gobernó durante 4 años en minoría. Ante la posibilidad de tener que gobernar 2 años en condiciones parecidas, el kirchnerismo prefiere patear el tablero y renunciar. Son el colmo de la cobardía, la inmadurez y la falta de institucionalidad".
Alejado del tono conciliador, sus declaraciones fueron en línea con las destituyentes del ex presidente antes de las elecciones. "Si nos encontramos con que la mayoría de los argentinos decimos basta, eso va a generar una recuperación de la esperanza. Va a haber un aire nuevo el lunes diciendo bueno, o cambien o se van. Si siguen en el tiempo se van a tener que ir porque han perdido el apoyo, se ha destruido la confianza", había dicho Macri en plena campaña en una radio de Córdoba.
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También salió a hablar, sin pelos en la lengua, Elisa Carrió que, alejada de los medios de comunicación desde las elecciones, desfiló por varios canales de noticias. La dirigenta de la Coalición Cívica no apareció el domingo, no envió ningún mensaje y dijo, a su núcleo cercano, que prefería alejarse de la prensa porque no fue candidata y no merecía el protagonismo. Pero el miércoles volvió a hablar. En diálogo con Radio Mitre dijo que "un vicepresidente (por Cristina Kirchner) que vacía de poder al Presidente está haciendo un golpe de Estado" y analizó que los ministros que pusieron su renuncia a disposición "se quieren correr de una derrota que es de CKF”.
Desde el radicalismo también se pronunció Alfredo Cornejo en redes sociales y medios de comunicación. En Twitter, criticó que "nunca hubo estrategia de gobierno, nunca hubo plan de gestión. El objetivo siempre fue el poder", destacó que es derecho de Fernández designar ministros y pidió que "se haga cargo de la situación y ejerza el cargo para el que fue designado, por cuatro años".
Mario Negri, que perdió su interna en Córdoba, también se expresó y aseguró que "la institucionalidad no está en peligro por Juntos por el Cambio". Para el radical, en el Frente de Todos "tienen suerte de que la oposición somos nosotros. Si Cambiemos estaba en el gobierno ellos nos empujaban" y se plegó, al menos en lo discursivo, a la estrategia PRO al sostener que van "a defender las instituciones" pero no "al Presidente ni a la Vice. Que no nos llamen a participar de un minué. Ellos deben dar respuestas a la sociedad y lo único que hacen es sembrar incertidumbre".
En medio de este clima, Juntos por el Cambio acordó reunirse la semana que viene, posiblemente el martes. Será el primer encuentro post elecciones y será grande. No sólo estarán los referentes de la mesa nacional sino también los candidatos de todo el país. Sin un lugar o temario definidos, no descartan abordar y analizar estas jornadas convulsionadas además de mostrar unidad para las elecciones de noviembre.