Sin datos finales, el oficialismo radical celebró la victoria en la interna partidaria bonaerense en estas elecciones 2021. Este domingo, Maximiliano Abad, el candidato de Mario Negri, varios gobernadores de Cambiemos, diputados y legisladores bonaerenses, festejó la victoria frente a Gustavo Posse, el hombre de Martín Lousteau y Enrique Coti Nosiglia. Ambos se impusieron en sus territorios - General Pueyrredón y San Isidro, respectivamente -, la elección se desarrolló sin inconvenientes, aunque la carga de datos se trabó durante la noche y en la mañana del lunes todavía no había resultados. El último corte fue cerca de la medianoche del domingo con información de 91 municipios. En total, se trató de 67.290 votantes que se dividieron en un 55,88% para Adelante Buenos Aires, la lista oficialista, y el 44,12% para Protagonismo Radical, retadores. Éstos difundieron hoy a la mañana un resultado más ajustado. Según su información, perdieron 50,5% a 49,5%, por tan sólo un punto de diferencia, aunque los datos siguen siendo provisorios.
Los datos oficiales se hacen desear y mientras unos plantean una distancia abismal, otros sostienen una derrota digna, con elección cerrada. La interna contó con una participación poco esperada, dado que proyectaron sufragios de alrededor de 90.000 afiliados y el total ascendió a más de 100 mil, número que todos celebraron. En algunos distritos, las voluntades se plasmaron de forma “espontánea”, o sea sin la movilización del aparato del partido por lo que resultó difícil estimar el resultado hasta el final, sobre todo por la ajustada pelea en el conurbano bonaerense. “La participación (en uno de los distritos) se disparó y nadie sabe lo que pasó”, confiaron desde uno de los bandos mientras que desde el otro analizaron que pudo deberse al alto impacto de la campaña en redes sociales o internas locales en distritos del interior que traccionaron la provincial.
El suspenso llegó durante el conteo del conurbano, donde Posse, por Protagonismo Radical, tenía más chance. El bando Abad, fuerte en el interior y debió hacer una buena jornada en esos distritos para sacar una distancia que lo dejara tranquilo. Los primeros números parciales se conocieron cerca de las 21:30 del domingo. En ese corte, con información de 77 municipios y un total de 52.333 votantes, Abad había recolectado 29.082 votos, el 56,22%, y Posse 22.646, o sea el 43,78%. Cerca de una hora más tarde, los datos arrojaron 55,88% para el primero y 44,12% para el segundo. Luego, se congeló la carga de resultados por problemas de impugnaciones y nulidades en algunos distritos.
Pasadas las diez de la noche, antes de conocer los números finales pero con un resultado que ya consideraron irreversible, Mario Negri felicitó a sus candidatos: "Han defendido un proyecto colectivo y han vencido a las aventuras personalistas. La UCR está en marcha para tener candidatos a gobernadores y a Presidente y para fortalecer JxC", dijo en redes sociales. El oficialismo destacó la participación de los afiliados, la cual calificó como "espectacular, muy por encima de lo que esperábamos" con un desempeño "contundente en el interior y muy buena en muchos municipios de la primera y tercera sección". El senador Luis Naidenoff y el dirigente Ernesto Sanz también salieron a celebrar y Abad replicó absolutamente todas las salutaciones mientras Posse pedía prudencia: "Con el 20% de las actas escrutadas les decimos que vamos a seguir con el conteo hasta obtener el resultado definitivo", solicitó en la medianoche del domingo. Lousteau, en tanto, guardó silencio.
Si bien Posse triunfó de forma aplastante en San Isidro, donde obtuvo el 88,18% de los votos frente al 11,82% del oficialista sobre un total de 6.940 sufragios en esa localidad, desde el sector de Abad lo calificaron como positivo porque esperaban perder por una diferencia mayor. Los dos ganaron en sus lugares de origen. El candidato del oficialismo, marplatense, se coronó en General Pueyrredón con el 67,66% de las voluntades sobre el 32,34 de su contrincante sobre un total de 3.814 sufragios. Este bando fue fuerte en el interior de la provincia, como Azul, Ramallo, Salto, Saladillo, Chacabuco, Olavarría y el Partido de la Costa, por mencionar sólo algunos, pero también se quedó con Almirante Brown en el conurbano, mientras que los retadores lo hicieron con Estevan Echeverría, Morón y Lomas de Zamora.
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Desde ambos sectores aseguraron que la elección se dio en un clima de tranquilidad, incluso todos salieron con mensajes públicos cerca de las 18, lejos del panorama caldeado que se esperaba hace unas semanas y que se intensificó con las chicanas cruzadas entre los dos referentes de ambas facciones. Lousteau acusó en varias ocasiones a Negri de no querer competir, de haber abandonado al radicalismo a un lugar relegado dentro del armado de Juntos por el Cambio. Negri, en tanto, remarcó su “purismo” radical y apuntó contra el senador por haber abandonado el espacio y haber formado parte del Gobierno de Cristina Kirchner.
Más allá del resultado, el bando retador se encargó de señalar el trabajo y la gran elección realizada en Córdoba, Buenos Aires y la Ciudad – con comicios indirectos para elegir autoridades, una participación de 30 mil afiliados y se descuenta la conducción del sector Lousteau -, producto, aseguraron, de la necesidad de renovar el partido. La “renovación” tuvo apoyos como los del histórico armador Enrique Coti Nosiglia y Emiliano Yacobitti. El oficialismo contó con la venia del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, de Corrientes, Gustavo Valdés, el titular de la UCR bonaerense, Daniel Salvador, diputados nacionales por la provincia y legisladores distritales, además del aparato de Cambiemos.
La proyección nacional de la interna radical
Los comicios tomaron un tinte nacional desde sus inicios. Los retadores bregaron por renovar a un radicalismo que perdió protagonismo dentro de la alianza de Juntos por el Cambio, no sólo en el armado de listas sino también en las discusiones de políticas con argumentos ideológicos y apuntaron contra la actual conducción por creerse la “dueña” del partido. El oficialismo, en tanto, también pidió una centralidad mayor de la UCR en la política opositora, con una participación tal vez menos impredecible que la adjudicada al bando Lousteau.
Algunos interpretaron una estrategia útil para el Gobierno nacional: impulsar una victoria de Posse – o fomentar la erosión del poder oficialista – para complicarle la cancha a Juntos por el Cambio. Todos los dirigentes de renombre apoyaron a Abad en la elección y una victoria – o un resultado ajustado – del intendente de San Isidro podría molestar a Horacio Rodríguez Larreta en el armado de listas y generar un nuevo problema en la débil unidad opositora, más allá de que Mauricio Macri haya conseguido la foto de todos sus dirigentes en la presentación de su libro. Otros dicen que al Gobierno le gusta Larreta como contrincante electoral para 2023.
Más allá de las internas, en este caso se celebró la participación electoral. Abad, el alfil de Negri, agradeció “por la impresionante participación que hemos tenido hoy. Más de 100.000 afiliados se acercaron a votar, lo que nos llena de alegría y entusiasmo, y muestra que este es el momento del radicalismo”.
En sus redes, Lousteau agradeció a “todos los radicales de la Ciudad que hoy, por una abrumadora diferencia, votamos por reafirmar el camino de la #Evolución” y dijo que lo ocurrido en “Córdoba, PBA y CABA muestran lo que ocurre en todo el país: somos cada vez más los que queremos otra UCR”. Posse, su candidato, fue en la misma línea: “Felicitaciones radicales por la gran participación en estas elecciones!!! Una jornada épica en donde la U.C.R. demostró que es protagonista y que va a ser líder otra vez”, dijo en sus redes apenas se cerraron las urnas.