El radicalismo está contento. Con la intención de ganar protagonismo dentro de la alianza opositora, el espacio se mostró como uno de los ganadores de la elecciones 2021 PASO de Juntos por el Cambio, pero los chispazos internos al partido centenario continuaron. Con el triunfo en Córdoba, un segundo puesto ajustado en Santa Fe, la muy buena elección de Facundo Manes en Buenos Aires y la colocación de Martín Tetaz como segundo en la lista porteña, desde el sector que conduce Martín Lousteau entendieron que jubilaron a varios dirigentes históricos de la UCR y ahora deberán barajar y dar de nuevo con el PRO camino a noviembre.
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Las fuerzas tendrán que negociar manteniendo la unidad. La UCR se alzó con buenos resultados a nivel país, ganó más fortaleza y está en un mejor lugar para sentarse a discutir con un macrismo que la relegó en la gestión nacional. En territorio bonaerense, Manes logró un porcentaje imprevisto para el PRO y para el propio radicalismo. Rondó el 40% de los votos de la interna y meterá 11 nombres en la lista final post PASO, cinco de ellos en lugares entrables en caso de repetirse el resultado del domingo. Por eso, es momento de sentarse a charlar roles, estrategias y lugares. No para el 2023, que queda a años luz, sino para definir autoridades en el Congreso. Con su derrota en Córdoba, Mario Negri no seguiría como presidente del interbloque de Juntos por el Cambio en Diputados, un puesto que habrá que volver a elegir, una charla que seguramente también se dará en el Senado y en las comisiones que maneja la oposición.
Y celebran. Para el Lousteauismo, los comicios dejaron varias lecturas. Por un lado, un proceso de renovación radical que se plasmó con la victoria de la lista Luis Juez y Rodrigo de Loredo en Córdoba frente a la propuesta de Negri y Gustavo Santos bancada por Mauricio Macri. A ese trofeo le sumaron una gran performance en Santa Fe, donde salieron segundos por muy poco y arriba de la nómina apoyada por el ex presidente, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. Más allá del podio, un dato: por sistema D'hondt, lograron colocar a la segunda candidata a diputada nacional por esa provincia, Victoria Tejada, una posibilidad que el PRO no tuvo. Además de la inclusión de Tetaz en la CABA.
Con esos datos como trasfondo y la inclusión de una camada de dirigentes jóvenes que no quiere ser furgón de cola del PRO, lograron autopercibirse como una UCR más fuerte, con buenos candidatos y liderazgo nacional para sentarse de igual a igual con la fuerza que hoy conduce Patricia Bullrich. Un radicalismo que le puede ganar al mismísimo Mauricio Macri, "como lo hicimos", dijeron.
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Después de las elecciones y con la disputa de liderazgos en línea de largada, en la zona de la Ciudad y provincia de Buenos Aires sólo Diego Santilli salió de recorrida en modo campaña. Se fue para Tigre, donde la alianza resultó victoriosa y generó sorpresa. "El desafío que tenemos es seguir sumando. Nos comprometimos con Facundo a estar trabajando juntos desde el 12 y ayer (por el domingo) se vio. La sociedad ya votó. Y ahora tenemos que seguir recorriendo la provincia juntos para seguir creciendo de cara a la elección del 14 de noviembre", dijo con la intención de incrementar el caudal de sufragios en los comicios generales, sobre todo teniendo en cuenta el 10% de ausentismo que hubo este fin de semana. María Eugenia Vidal y el radicalismo de Manes optaron por analizar y digerir los datos de las urnas antes de volver a caminar.
Manes decidió no salir el lunes. Envuelto en definiciones de campaña conjunta, los equipos trabajan una estrategia que lo encuentre activo al lado de Santilli en la provincia. Vidal tampoco caminó y sólo se limitó a replicar su alegría en redes sociales porque consiguió una elección importante en la Ciudad, tal vez mejor de la que esperaban. Para Cambiemos, el piso era del 40% y lo superaron con creces. Ahora la base será de entre el 48 y 50% de los votos en noviembre.
En su lista, con un ojo en la performance sorpresiva de Javier Milei en la CABA, la figura de Ricardo López Murphy llegó para intentar contener votos liberales dentro del armado cambiemita. Consiguió casi 200 mil votos, no pudo frenar el crecimiento del otro economista pero se ubicó en un lugar muy cómodo para asegurarse la entrada al Congreso: irá cuarto, desplazando dos puestos a Fernando Iglesias y meterá otro nombre en séptimo lugar, Gustavo Lázzari.
Si se repitieran los resultados del domingo, JxC renovaría siete de las diez bancas que pone en juego y los dos de Republicanos Unidos se sentarían en el Congreso sin problemas. Por el lado del Frente de Todos, con los mismos números del domingo ingresarían tres diputados, Milei conseguiría dos y la izquierda uno.
En provincia también se reconfiguraron los panoramas. Manes sorprendió a todos y ganó la posibilidad de decir, en una mesa de negociación, "15 puntos de la interna son míos". El neurocientífico irá en tercer lugar, tras Santilli y Graciela Ocaña, pero también pondrá nombres en el sexto, noveno, décimo segundo y décimo quinto lugar. Todos ellos con chance de entrar a Diputados si se repitieran los guarismos del domingo.
Con esos movimientos, nadie se atrevió a consagrar un único ganador de la PASO. Todos hicieron su aporte y todos consiguieron el resultado en conjunto. López Murphy fue clave para Vidal y Manes fue central para Santilli. Y se lo marcó. Pero también lo fueron los intendentes cambiemitas. Desde Vicente López, donde Jorge Macri mostró una alegría desaforada, consideraron que ni Horacio Rodríguez Larreta ni el ex porteño fueron los únicos hacedores de la victoria. Los jefes comunales fueron figuras importantísimas para llegar donde el ex funcionario de la Ciudad no llegó y para traccionar votos que él sólo no hubiera podido sumar. Pero, lejos de quién se quedó con la medalla, el mapa electoral fue muy parecido al de 2017 con una diferencia que destacan desde la alianza: en ese momento eran gobierno y ahora algunos los creyeron menos fuertes. Con el resultado mostraron que están en la cancha.