El miércoles 1 de septiembre, a pesar de existir una alerta meteorológica por las fuertes lluvias en toda la provincia de Buenos Aires, el gobernador Axel Kicillof visitó las ciudades de Azul y Olavarría. El martes a la noche, su equipo de comunicación, ceremonial y la seguridad del mandatario decidieron que el recorrido hacia el corazón de la provincia fuera por tierra y no por aire. “Dejamos el Clío con alas y vinimos igual”, detalló Kicillof en la última actividad que hizo de las 6 que marcaban la ajustada agenda.
Y así fue como, en el auto oficial volvieron a viajar los mismos 4 que recorrieron todo el territorio bonaerense allá por 2019 cuando se aventuraron a realizar una austera campaña en un Clio porque no había bolsillo que no hubiera sufrido el ajuste macrista. Ya al poder, la comitiva de las 3 personas que acompañaron en un auto oficial al Gobernador fueron los mismos, y ahora con sus respectivos cargos: el Jefe de Gabinete, Carlos Bianco, el secretario privado, Nicolás Beltram y la ministra de Comunicación, Jesica Rey.
En otros autos los acompañaron el candidato a diputado nacional, Daniel Gollan, la directora General de Cultura y Educación, Agustina Vila, el ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez y el ministro de Producción bonaerense, Augusto Costa. La “cápsula” de autos oficiales estuvo en Azul y en Olavarría.
La primera actividad ocurrió durante la mañana del miércoles. Allí Kicillof se reunió con representantes del sector productivo en el municipio de Azul. “Esta reunión tiene el propósito de escucharlos y transmitirles cuáles son los instrumentos y las medidas que estamos desarrollando para el periodo que viene”, les dijo el mandatario.
“Después de cuatro años de tarifazos y endeudamiento, y de la crisis mundial que generó el coronavirus, cambiamos la orientación de las políticas y estamos volviendo a crecer, recuperando el empleo y mejorando la productividad”, ratificó Kicillof. Luego del encuentro el Gobernador, el Jefe de Gabinete y uno de los candidatos locales del Frente de Todos brindaron notas a los medios locales.
El voto interior
Tras haber llovido con una inusitada frecuencia hasta pasadas las 14 horas, la cápsula de autos oficiales recorrió los 56 kilómetros de distancia entre Azul y Olavarría y llegaron al Jardín N°928 en el Barrio AOMA, a más de 12 kilómetros del centro olavarriense.
La obra, que tiene fecha de finalización para fin de año, demandó una inversión de $39 millones. “En 2017 nos prometieron que la iban a hacer, pero tuvieron que pasar cuatro años para que pusieron el primer ladrillo”, confesó la directora de la institución educativa. El Jardín N°928, al que concurren 37 niños y niñas, funcionó siempre en una casa del mismo barrio popular, y recién en 2022 podrá dar clases por primera vez en su propio edificio.
Mientras Axel Kicillof, junto a la directora de Cultura y Educación Agustina Vila, recorrían la obra y dialogaban con la directora del Jardín, la arquitecta de la obra y los obreros, un grupo de vecinos se acercaron tímidamente a la entrada del lugar. “Quieren hablar con el Gobernador, tienen un pedido de cloacas para hacerle”, le dijo uno de los asesores a la ministra de comunicación. “Hacelos pasar y cuando Axel termina de recorrer la obra habla con ellos”, respondió Jesica Rey. Y así fue. Finalizada la recorrida Kicillof dialogó con los vecinos, escuchó la demanda y hasta se sacó fotos con ellos.
Luego de ese recorrido, el Gobernador visitó la Escuela Primaria N°24 “Rubén Darío”, en donde se refaccionaron los techos, se construyeron nuevos baños y se realizaron obras de pintura tanto en el interior como el exterior de la institución. La escuela tuvo clases desde el comienzo del ciclo lectivo gracias al sistema de burbujas que los habilitó a tener hasta 100 estudiantes.
Al igual que en 2019, cada vez que Kicillof salía a la calle había cientos de personas que lo estaban esperando para pedirle una foto o simplemente saludarlo. En el medio de la gente la fotografía se repetía: Mano con forma de V, risas por debajo del barbijo, selfies, saludo con los puños, abrazo de por medio y aliento de todo tipo.
Luego de ello la comitiva de dirigentes arribó al gimnasio del Club Estudiantes de Olavarría en donde, antes de participar de la presentación de los precandidatos y precandidatas de la séptima sección electoral, brindó una conferencia de prensa y respondió a todas las inquietudes de los y las periodistas.
“Está en todos los detalles, tiene estudiado todo”, dijo Daniel Gollan mientras veía cómo Kicillof no esquivaba a las preguntas y se apoyaba en un informe impreso que su equipo de comunicación le había preparado. Así fue como detalló la cantidad de olavarrienses inoculados a la fecha, tanto con primera como con segunda dosis, y las obras que se estaban ejecutando en el distrito.
El último acto fue el plenario del Frente de Todos, que terminó pasadas las 18 horas. Con música del Indio Solari y la típica mística peronista, Kicillof estuvo otros 40 minutos más sacándose fotos y recibiendo cartas y mensajes de los y las presentes.
La jornada fue igual de productiva como estresante. Tal es así que el mandatario decidió pasar la noche en Olavarría. Con el mate como compañía directa en cada momento, Kicillof repite la épica de 2019 y, con los cuidados propios de la pandemia, sigue recorriendo todos los recovecos que posee la extensa provincia de Buenos Aires.