“Amigas personales”, así definió Elisa Carrió su relación con María Eugenia Vidal en medio de una feroz interna en Cambiemos que a ambas las encuentra del lado del armado larretista regido por una ampliación que incluya al ala dura pero que también vaya hacia el centro. El objetivo del encuentro fue claro: pedirle a la juventud que no se vaya del país y que se quede en la Argentina para apoyarlos en su proyecto en estas elecciones 2021, tal vez un sector en el que tienen menor intención de voto. En ese camino, para la dirigenta de la Coalición Cívica, hay una cuestión clave y es la amistad política. Una que requiere de “sinceridad, confianza y tener un objetivo común que nos trasciende a todos”. Hace tiempo, y en reiteradas ocasiones, la ex diputada repitió que en el espacio que ayudó a fundar no le prestan toda la atención que deberían prestarle. ¿Mensaje hacia el armado? En provincia, pese al llamado de consenso, algunos empiezan a ver una nueva alianza con ojos de preocupación. Frente a esto, la ex gobernadora destacó que "estamos trabajando por la unidad en todas las partes del país y más allá de todos los ruidos que escuchamos, estoy segura que vamos a llegar a la unidad".
Después de sus declaraciones explosivas al canal amigo TN, Carrió prefirió centrarse en la teoría, en la amistad, la sinceridad y la pluralidad. El domingo a la noche apuntó contra Facundo Manes, el candidato del radicalismo que, de golpe, tiene grandes aspiraciones políticas y prefirió bancar a Diego Santilli. Hay que "descartar la especulación de cargos que me aburren y detesto. En la cuestión práctica, se hablan 15 minutos, lo importante es establecer vínculos de valores, de objetivos", dijo y pidió "abrir a otros" para "terminar con familiarismos" porque "hay que tener ambición y buen corazón, hay que poder ceder, cuando te convertís en líder tenés que generar" espacios para otros. "Hay que saber a dónde vamos, y Juntos por el Cambio (JxC), que a lo mejor se llame Juntos (nombre descartado el miércoles), lo sabe. Cuantos más dirigentes son, más se construye. No se conviertan en un partido de mezquinos". Por eso, pidió "apoyar a JxC porque las internas generan divisiones políticas terribles".
Ante casi 400 participantes, ambas dictaron la segunda entrega del curso de Formación teórica y práctica de la acción política del Instituto Hannah Arendt, una filósofa y teórica en la que se apoya Carrió, víctima de la persecución de la Alemania nazi. De ella, tomó varios de los conceptos que volcó en este nuevo encuentro que, esta vez, no se centró en la unidad sino en la necesidad de conseguir la “libertad” por medio de una revolución política envuelta en “pluralidad” – léase ampliación -, y “sinceridad”. Un discurso, en esta ocasión, dirigido exclusivamente a los menores de 40 años, tal vez el sector donde más flojos están en intención de votos. De hecho, Vidal pidió que los jóvenes no se vayan porque "la patria está enferma y los necesitamos a ustedes, porque aunque empecemos a doblar un poquito el Titanic, la parte más dura les va a tocar a ustedes y los necesitamos".
Pero más allá del pedido, se marcó una línea clara hacia dentro del espacio: “Hago culto de la amistad personal pero también de la amistad política, por eso exijo total sinceridad”, dijo Carrió. No necesariamente una sinceridad que acepte tajantemente un pensamiento, sino que de la posibilidad de congeniar distintas formas de ver el mundo. “La amistad política fue el “entre” (el primer paso) entre María Eugenia Vidal y yo, que somos amigas personales, pero primero tuvimos una amistad política de entender y comprender qué nos pasó a las dos. Entendí a esa mujer que estaba detrás de la política desde el día que ganó en la provincia”.
“Cultivar la amistad es estar, es reunir, llamar, estar en el lugar de muchos otros al mismo tiempo. No es la amistad de reunirnos socialmente, es estar en el otro, pero no superficialmente, sino entender sus razones”, dijo Carrió. Mensaje interno para quienes decidieron no escucharla. Un ejemplo: cuando el presidente Alberto Fernández presentó el pliego de Daniel Rafecas para ocupar el rol de Procurador General, Juntos por el Cambio decidió no apoyarlo y no acompañar para llegar a los dos tercios necesarios en el Senado, como había pedido la líder de la Coalición Cívica. Meses después, con el avance de la reforma de la ley del Ministerio Público Fiscal, tomaron una propuesta que había llegado mucho tiempo antes pero el momento había pasado.
Hoy las dos son el par de figuras fuertes que banca a Horacio Rodríguez Larreta en su liderazgo cambiemita. De hecho, Vidal fue la que terminó de cerrar el apoyo de los intendentes PRO a Diego Santilli en la provincia de Buenos Aires, desterrando su propia postulación, algo que ya estaba descartado porque su domicilio es porteño. De hecho, antes de iniciar la charla Carrió habló con Larreta para comentarle que está pensando en hacer cosas nuevas con el Instituto Hannah Arendt y sus charlas. “Dichosa vos, que yo estoy acá” en medio de la interna con Mauricio Macri, fue, palabras más, palabras menos, la respuesta que recibió de su aliado.
Para la dirigenta de la Coalición Cívica, en base al pensamiento de Arendt, la gran premisa “no es quién me salva, sino que preventivamente había que responder (al nazismo) con un ataque político”. Tal vez, traído a la realidad argentina, una guía para intentar ganarle al kirchnerismo en las urnas, sin nombres, sin egos sino con un “ataque político” centrado en la unidad. “Somos una pluralidad, no hay un hombre, el mundo es una pluralidad”, resumió y agregó que “somos distintos, diferentes y el mundo tiene que ser una gran conversación”. Ella, en cambio, aún no confirmó si será parte de ese armado. Lo único que dijo fue que volver al Congreso sería, para ella, un gran sufrimiento pero que lo haría sólo por la unidad.
Una alianza que preocupa a Larreta
Lejos de enfriarse, y en medio de una semana de definiciones, Jorge Macri continúa intentando levantar su perfil y desmitificar un punto clave en su contra: la influencia de su apellido en la intención de voto que pueda cosechar en el distrito más populoso del país. Pese a que los intendentes PRO, legisladores y referentes territoriales bancaron la postulación del (ex) porteño Diego Santilli, candidato de Horacio Rodríguez Larreta, desde Vicente López aseguran, sin ningún filtro, que el primo es la mejor opción. La descartada es María Eugenia Vidal, cuyo equipo sacó de su biografía – hace meses y con la intención de ampliar – la definición “orgullosamente bonaerense”. Dato que se suma a que tiene domicilio en la Ciudad.
En los últimos días, realizaron un sondeo de opinión pública en la provincia que arrojó un número similar de imagen positiva para ambos precandidatos (habrá que ver si Jorge Macri se postulará o sólo digitará) lo que, para el sector Vicente López demostró una cuestión importante. Aseguran que los resultados echaron por tierra el argumento de la calle Uspallata, ese que reza que el apellido es un límite para su postulación.
Cerca del armado larretista hacen otro análisis. Santilli no sólo tiene buena imagen positiva, sino que también tiene buena proyección. En criollo, no tiene techo y, entienden, el primo sí lo tiene. La encuesta de Giacobbe & Asociados dice que el vicejefe de Gobierno porteño tiene un 31,3% de visión positiva; un 23,7% regular; un 27,5% negativa y un 17% de desconocimiento. Por el otro lado, el intendente PRO posee 30,4% de imagen favorable (por debajo pero cerca); un 21,5% regular; bastante más imagen negativa, con el 35,1%; y un 11,8% de desconocimiento. Si sólo se toman en cuenta las categorías “positiva”, “regular” y “negativa”, el larretista aventaja al primo.
Sin embargo, otro factor clave se suma a la batalla. En los últimos días, de forma reservada, sin foto ni filtraciones, Jorge Macri se reunió con Facundo Manes, el candidato que fogonea el radicalismo para encabezar una lista de unidad en la provincia o disputar internas. El neurocirujano ya ofició de candidato, pese a no haberlo confirmado oficialmente, al ser uno de los viajantes de la comitiva que voló el domingo a Jujuy para celebrar la victoria del oficialismo de Gerardo Morales.
La idea no sería, en principio, formar una lista de unidad entre la UCR y el sector duro del PRO, bancado por Patricia Bullrich y Mauricio Macri, sino ir a internas y perjudicar el armado larretista. Si el intendente de Vicente López no se baja y va a una PASO PRO, le restaría más votos a Santilli que a Manes. Incluso, advierten algunos desde el PRO, podría hacerlo perder pese a que hoy el porteño tiene 17 puntos de intención de voto frente a 11 del jefe comunal, según datos internos.
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Por lo tanto, no estarían en la misma boleta nacional pero sí, a nivel local, apuntarían a unificar listas con el radicalismo para imponer sus candidatos y que no estén sólo los elegidos por los intendentes que bancaron a Santilli, incluso que no haya figuras elegidas por el larretismo. Esto prácticamente está descartado porque los porteños aseguraron que se sumarán a lo conformado, sin tocar nada.
Por otro lado, desde el PRO también analizan que una interna de este estilo podría, a largo plazo, complicar las pretensiones de Rodríguez Larreta porque su candidato en la provincia quedaría debilitado – o incluso podría perder -. De todos modos, una derrota de Santilli no está en los planes de nadie porque tiene la banca de prácticamente toda la provincia PRO e incluso, cerca del jefe de Gobierno, consideran que la fusión Manes-Macri no va a suceder. Incluso desde el radicalismo bonaerense descartaron una alianza, a menos al nivel de boletas nacionales.