Con mayor agilidad y bajo un protocolo flexibilizado a partir de la mejoría que exhibe la situación sanitaria en la provincia y el país, los santafesinos fueron a las urnas este domingo para comenzar a delinear el futuro político nacional y de la bota. La participación fue del 71% y sobrepasó los registros de las PASO, cuando había sufragado el 64% del padrón.
Para corregir el caos del 12 de septiembre, el Gobierno y la Cámara Nacional Electoral acordaron modificaciones en las medidas que agilizaran el sufragio en los centros de votación, y en Rosario los resultados fueron evidentes: no se vieron las colas de las PASO y la entrada a las escuelas fue rápida.
El clima, soleado y fresco por la mañana, con algunos atisbos de calor hacia la tarde, acompañó perfectamente el desarrollo de la jornada democrática, luego de un sábado de intensas tormentas que retrasó la apertura de algunas instituciones afectadas por cortes de luz. Una religiosa que oficiaba como delegada electoral de un colegio católico destacó, consultada por El Destape, la eficacia de los nuevos protocolos. "Se está votando más rápido", comentó. Pero también hubo otro factor que incidió en la velocidad: estuvo mejor organizada la convocatoria de las autoridades de mesa, y no se produjo el faltazo casi generalizado de las primarias de presidentes y vocales.
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La responsable de un establecimiento público del macrocentro destacaba la alta participación de autoridades de mesa citadas, y que incluso en la nómina aparecieron quienes habían sido designados como personal de contingencia. En septiembre solo se habían presentado 2 de 24, mientras esta vez fueron 12. Los suplentes fueron llamados de inmediato y a las 8,15 ya estaban constituidas las autoridades de todas las mesas.
Hubo una afluencia más constante, producto también de la mayor velocidad de votación por la simplificación de la cantidad de boletas en el cuarto oscuro y de la menor cantidad de opciones en la boleta única, una vez atravesado el tamiz de las PASO. Por ejemplo, en la elección a concejal de Rosario había solo cinco opciones, cuando en las primarias habían sido más de 50, lo que complica el sufragio pero también el recuento.
Protocolo
Respecto de las PASO, y para evitar las colas fuera de las escuelas, el principal cambio fue la cantidad de personas que podían estar dentro del establecimiento haciendo fila para votar. En las primarias no podían ser más de siete, y en esta oportunidad, los ciudadanos deberán mantener el distanciamiento. El límite de aforo se definió de acuerdo a cada establecimiento: en lugares más chicos hubo algunas filas afuera, pero en los más grandes -en la medida en que se mantuviera el distanciamiento social establecido para evitar aglomeración de personas- se pudo entrar a hacer la fila dentro del centro de votación.
Por lo demás, el protocolo fue el mismo que se utilizó durante las primarias abiertas: no se permitió el ingreso sin barbijo, se colocó alcohol en las manos en el ingreso, y se pidió no ir con acompañantes, salvo que la persona necesitara asistencia. También se recomendó no utilizar saliva para cerrar el sobre, sino trabarlo introduciendo la solapa. Los grupos de riesgo, personas con algún tipo de discapacidad, mayores de 60 años y embarazadas ya no tuvieron una franja horaria asignada en particular para sufragar, sino que lo pudieron hacer con prioridad en cualquier momento entre las 8 y las 18.
Bancas y liderazgos
Las urnas definen este domingo una elección legislativa clave para la definición de bancas y liderazgos. En Santa Fe, casi 2,7 millones de santafesinos, que conforman el tercer distrito electoral de la Argentina, eligen tres senadores y nueve diputados nacionales. En el Senado nacional están en juego las dos bancas del Frente de Todos y una de Juntos por el Cambio. En la Cámara baja, JxC defiende cinco lugares, tres el FdT y el Frente Amplio Progresista el restante.
También quedará dirimida la integración de Concejos Municipales, entre ellos el de Rosario, y se consagrarán intendentes y presidentes comunales. Los comicios locales se realizaron mediante el sistema de boleta única, mientras que para las categorías senador y diputado nacional hubo lista sábana. Tanto en 2013 como en 2017, la cita en las urnas fue unificada.
La puja provincial está monopolizada en el mapa de los 19 departamentos por Juntos por el Cambio (JxC), que se impuso en las PASO por más del 10% (41,99% contra 31,43%) y el Frente de Todos (FdT), partido gobernante de la provincia que busca reducir esa ventaja, mientras el FAP busca acrecentar los votos de las primarias para no terminar tan lejos.
La puja será determinante a nivel nacional y, al mismo tiempo, implica un desafío para el oficialismo provincial, que tiene que gestionar durante dos años más sea cual sea el resultado. La mayor atención se centra en la carrera por el Senado, un mano a mano entre las fórmulas de JxC (Carolina Losada-Dionisio Scarpin) y del FdT (Marcelo Lewandowski-María de los Ángeles Sacnún). El Frente Amplio Progresista (FAP) postula a Clara García que será sin sorpresas tercera, y ya mira a posicionarse de cara a 2023.