Se sabía que tendría una gran intensidad, pero las elecciones PASO en Santa Fe dejaron tela para cortar por todas partes. Con internas en los tres grandes frentes, Frente de Todos (FdT), Juntos por el Cambio (JxC) y Frente Amplio Progresista (FAP) y una campaña picante en la disputa de candidaturas a tres bancas en el Senado y nueve en Diputados, las primarias comenzaron también a dirimir liderazgos en la política santafesina y referencias de cara a 2023.
Al igual que en las generales de 2019, Juntos por el Cambio, con cuatro listas y una interna muy competitiva que tuvo un batacazo inesperado, se impuso en la suma como alianza con el 40% de los votos y la potencia de dos listas radicales, que dejaron tercero a la del PRO. Segundo se ubicó el peronismo, con una gran elección de la lista apadrinada por Omar Perotti, que duplicó a su rival y cosechó el 30% como frente; y tercero, como era de esperar, llegó el FAP, con el 11%. El candidato más votado de forma individual fue del justicialismo.
Juntos por el Cambio
En Juntos por el Cambio, triunfó por muy poco la lista de la periodista Carolina Losada, una candidatura ideada por el sector del radicalismo MAS y acompañada por el exembajador de Uruguay Mario Barletta como aspirante a la Cámara baja. Hizo una buena elección como outsider, teniendo en cuenta que ni siquiera votó en la provincia, y que no contó con el peso del aparato de algunos de sus contrincantes.
Segunda quedó la nómina de Maximiliano Pullaro, un radical que fue ministro de Seguridad del Frente Progresista y dio el salto a la alianza macrista luego de la muerte de Miguel Lifschitz, acompañado por el hombre de Patricia Bullrich en la provincia, Gabriel Chumpitaz, a Diputados. Fue una sorpresa el desempeño del dirigente que contó con el apoyo de Martín Lousteau y fue con el sello Evolución, que peleó palo a palo con una mediática. Atribuyen su desempeño al peso específico en el interior de la provincia del sector de la UCR que lo acompañaba.
El papelón fue el de la lista PRO pura que llevaba a Senadores a Federico Angelini junto a Amalia Granata y Luciano Laspina a Diputados, que contó con el apoyo de los más importantes referentes nacionales del espacio como Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, y quedó tercero. Cuarto se ubicó José Corral, exintendente de Santa Fe, que iba con el macrista Roy López Molina. Allí estuvieron los votos que necesitaba Angelini, que pagó muy caro haber roto de a poco el partido por su estilo de conducción personalista.
Peronismo
En el FdT, la interna despertaba alto interés por lo que estaba en juego, pero también por la pimienta que le pusieron los referentes en la previa. El oficialismo provincial, respaldado por Alberto Fernández y Cristina Kirchner, se midió con la Corriente Nacional de la Militancia de Agustín Rossi aliada con el Movimiento Evita. Finalmente ganó el sector de Perotti, que duplicó los votos de sus competidores y ahora comandará más holgado los destinos del peronismo provincial. La opinión de Cristina como estratega ha quedado, una vez más, revalorizada por los resultados.
La lista de Senadores de Perotti fue encabezada por el periodista Marcelo Lewandoski, del espacio de María Eugenia Bielsa y el más votado como candidato individual. Lleva en la boleta a la elegida de la vicepresidenta, María de los Ángeles Sacnun, y el propio gobernador como suplente, una estrategia que lo hizo aparecer en los carteles. En Diputados encabezó Roberto Mirabella, su sucesor natural a la Gobernación.
El espacio rival llevaba a Senadores al exministro de Defensa Agustín Rossi y la vicegobernadora Alejandra Rodenas (del Nuevo Espacio Santafesino que comanda Armando Traferri, hoy enemigo acérrimo de Perotti), y la lista a Diputados estaba encabezada por el dirigente del Movimiento Evita Eduardo Toniolli.
El resultado de la interna definió quién comanda el peronismo en Santa Fe. La batalla fue entre el aparato y respaldos nacionales bien tejidos por el mandatario provincial, por un lado, versus el peso territorial de las organizaciones kirchneristas. Por eso el gobernador puso toda la estructura provincial detrás de sus candidatos, con un despliegue propagandístico de gran inversión en la vía pública, en redes y en los medios. Enfrente tenía un esquema con más desarrollo en territorio, muy fuerte a nivel militante, que peinó todos los barrios en búsqueda de votos. Pero no alcanzó.
FAP
En el FAP, todo fue más previsible y la socialista Clara García, la viuda de Lifschitz, barrió con el doble de los votos a su contrincante Rubén Giustiniani, que conforma el espacio del intendente de Rosario Pablo Javkin. La presidenta del PS a nivel nacional, Mónica Fein, se impuso en Diputados sobre el radical Palo Oliver.
El partido de la rosa, que venía de muchos golpes y algunas tensiones internas, confirmó su liderazgo en el frente, que había sido puesto en duda luego del fallecimiento del exgobernador, su principal elector, y es disputado por el espacio de ADN en la UCR de Javkin, que aspira a construir en 2023 un frente con otro perfil para disputarle al peronismo.
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