La recta final rumbo a las elecciones generales del próximo domingo levantó temperatura en Entre Ríos. Luego de la contundente victoria de Juntos por Entre Ríos en las PASO, equivalente a una dura derrota para el Frente de Todos (FdT), la actividad proselitista se había apagado. Poca actividad callejera, escaso contacto con la prensa y un casi nulo interés general en los comicios, hicieron perder de vista que apenas nueve semanas separaban una elección de la otra. Sin embargo, con el correr de los días, y pese a que la sensación que sobrevuela de que el resultado está puesto, la campaña se reactivó: candidatos y candidatas decidieron salir al ruedo nuevamente. De un lado, para ratificar la victoria de septiembre; del otro, para apelar al vecino enojado o indiferente, escucharlo e invitarlo a confiar otra vez.
Así fue como del lado de Rogelio Frigerio, claro ganador de las PASO -su lista obtuvo más votos que la del FdT, incluso con dos nóminas que competían en la interna- se volvió a trabajar en las convocatorias a sectores productivos y los actos en plazas de la provincia. El exministro del Interior recibió cuatro apoyos clave en su carrera al Congreso: el 22 de octubre, en Paraná, se mostró junto a dos referentes radicales (el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y el diputado nacional Mario Negri). Dos días después, también en la capital, contó con la presencia del jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. El 2 de noviembre, en Victoria, se posó junto a Mauricio Macri. El expresidente caminó la localidad con quien fuera parte de su gabinete, pese a que públicamente se conoce que su relación no es la mejor. Pareció servirle, en el contexto, más al exmandatario que al exministro, que casi -da la sensación- se vio obligado a encontrarse con el líder del PRO. Horas después, Macri declararía en la Justicia de Dolores, acusado de espiar ilegalmente a familiares de víctimas del ARA San Juan. Frigerio, en cambio, intentaría que la visita pase desapercibida: no hubo foto en las redes, ni convocatoria ni comunicado. Lo sabido: hoy Macri, hacia afuera, resta. El último respaldo fue el de Gustavo Valdés. El gobernador correntino compartió un acto con el candidato entrerriano en La Paz, el 4 de noviembre.
La campaña de Juntos por Entre Ríos se basó -como en todo el país- en canalizar el malestar social derivado de la pandemia y la crisis económica. Frigerio le agregó un condimento más, el del supuesto hartazgo de la gente a que "los políticos hablen de otros políticos". Un buen trampolín que sirvió para evadir un pasado como ministro que no lo favorece, atado a una gestión de la cual la oposición no habla, porque no tiene mucho para decir. Sin embargo, en su propio discurso, el otro estuvo bien demarcado: el kirchnerismo. No fue el peronismo, ni el oficialismo, ni el gobierno, ni el Frente de Todos. Fue el kirchnerismo. Un libreto perfectamente estudiado, hecho a medida. Un discurso prolijo, donde el eje del voto es la "angustia" de los entrerrianos por no poder vivir mejor, "ponerle un freno" al gobierno y "equilibrar" los poderes. Mal no le fue. Y, todo indica, mal no le irá.
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Esta semana, Frigerio realizó varios cierres de campaña. En Concepción del Uruguay, en Gualeguaychú, en Paraná y en Concordia. En la capital, el miércoles por la noche, el exministro lanzó: "La gente terminó de entender que juntos es el modo de salir adelante. Por eso, acá hay radicales, socialistas, del GEN, de partidos vecinales, de más de una docena de partidos. Vamos a seguir creciendo porque entendimos que hay que construir con generosidad y que hay tener sentido común. Hay que priorizar el sentido común antes que las ideologías, tenemos que priorizar a la gente más que a los dirigentes políticos. Y eso quedó claro en esta elección". En una Plaza 1º de Mayo con una nutrida concurrencia de toda la provincia, el candidato resaltó: "Sentía que tenía que estar acá, con cada uno de ustedes defendiendo nuestros valores, nuestras ideas. Porque la calle, la Plaza no es de un partido político, es de la gente que va a salir cada vez que haga falta a defender estos valores"
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Una vez más, y pese a señalar que la campaña no debía hacer referencia a terceros, sino que a propuestas, Frigerio le apuntó al gobierno: "No entendieron el mensaje de las urnas, no entendieron el mensaje del 12 de septiembre porque les pedimos trabajo y nos ofrecen dádivas, creen que nos pueden comprar y la dignidad del pueblo entrerriano no se vende". Y cerró: "Sé que hay bronca, pero tenemos que sentirnos orgullosos de que el 12 de septiembre. Pudimos demostrar que se terminó una etapa, se terminó esta forma de gobernar y viene una etapa mejor, vinculada con el trabajo, con la educación".
Desde Juntos por Entre Ríos confían no sólo en consolidar la diferencia obtenida en las PASO -51,7% a 29,5%- y los más de 170 mil votos de diferencia -398.655 a 227.242-, sino que a ampliar la brecha. Abiertamente, dirigentes del espacio han dicho que no ven imposible meter un cuarto diputado y reducir al oficialismo apenas a una banca ganada. Parece difícil, más bien una mojada de oreja que una realidad. Todo indica que, de los cinco escaños en disputa, tres serán para el frigerismo-radicalismo y dos para el peronismo.
Frente de Todos apeló al puerta a puerta
Por el lado del justicialismo, en consonancia con el cambio de actitud a nivel nacional, se vio una tónica completamente diferente a la de las PASO en la campaña para las Generales. Decididos a recuperar la confianza perdida, los dirigentes de la coalición gobernante salieron nuevamente a la calle. Mano a mano, puerta por puerta, timbre por timbre, el FdT retomó la impronta callejera que caracterizó al peronismo desde sus inicios. Asimismo, la estrategia también varió en otro aspecto fundamental: a diferencia de las Primarias, quien encabezó las actividades ya no fue el gobernador Gustavo Bordet, sino que el primer candidato, Enrique Cresto. El actual director del Ente Nacional de Obras Hídricas y de Saneamiento (Enohsa) se puso al frente de la campaña, recorrió la provincia y se mostró cercano a vecinos e instituciones.
Pese al cambio de actitud, la estrategia del FdT a la hora de expresar su plataforma fue la de "los dos modelos". Es decir, un modelo que representa "el pasado" -Juntos por el Cambio- y otro que representa "el progreso" -el actual-. Es decir, no varió de aquel usado en las PASO, que ciertamente no trajo grandes réditos. Nunca se ató la imagen de Frigerio a Macri -principal escollo para el opositor- y nunca quedó claro contra quién es la pelea en las urnas. Tampoco, a diferencia de la Nación o Provincia de Buenos Aires- se hicieron cambios en la gestión. No se movió un solo ministro, secretario o director. En ocasiones, el argumento de la derrota fue una suerte de "ola" nacional que se había llevado puesto a Entre Ríos.
El miércoles el Frente de Todos cerró su campaña con La Caminata de Todos, una convocatoria a que se hagan mil caminatas en simultáneo en toda la provincia. Bordet estuvo en Paraná, junto al intendente Adán Bahl y a Tomás Ledesma, tercer candidato de la lista. Cresto hizo lo propio en Concordia, junto al presidente municipal Alfredo Francolini y al presidente de la Cámara de Diputados, Ángel Giano. Carolina Gaillard, segunda candidata, estuvo por la mañana junto a la vicegobernadora Laura Stratta realizando actividades en Victoria. Por la tarde, se sumó a la caminata encabezada por el intendente Martín Oliva en Concepción del Uruguay. Brenda Ulman, cuarta candidata, desarrolló actividades en Federal junto al intendente Gerardo Chapino y la senadora Nancy Miranda. Lucas Larrarte, quinto postulante, recorrió las barriadas de su ciudad, San Salvador, para trasladarse luego a Villaguay y sumarse a la intendenta Claudia Monjo y el senador Adrián Fuertes.
De esa manera, el peronismo intentó cerrar con su nueva impronta: en la calle, junto al vecino, charlando de frente. Luego, llegó el momento de los discursos. Y ahí sí, pese a que no fue lo habitual, el gobernador Gustavo Bordet elevó el tono. Llamó a transformar los planteos "en acciones de gobierno" y dijo: "Lo podemos hacer porque vamos a estar acá. El domingo son las elecciones y el lunes a las 7 vamos a estar trabajando, vamos a estar en la provincia". Luego, el tiro por elevación a Frigerio: "Toda esta gente que vino de Buenos Aires, los candidatos foráneos, no aparecen más acá. Encima se vienen las vacaciones, se van a tomar un mes, y les aseguro que no los van a ver hasta las próximas elecciones".
Cresto, por su parte, se dedicó a hablar de la recuperación económica del país: "El pueblo nos votó en 2019 para que solucionemos los problemas estructurales que dejó el gobierno de Cambiemos. Desde que este gobierno asumió, la pandemia nos puso un freno. No nos detuvo, pero impidió que en los primeros meses de gobierno llegaran los cambios que la gente esperaba. Eso se reflejó en las urnas en las PASO. La gente nos dijo que aún creía, pero que había que acelerar, reactivar y pasar del modo pandemia al modo peronismo y eso hicimos. Eso es lo que estamos haciendo".
Este jueves Bordet y Cresto participaron del acto de cierre del FdT en Buenos Aires, en el acto encabezado por el presidente Alberto Fernández.
La izquierda y el socialismo quieren la quinta banca
El Partido Socialista y el Frente de Izquierda de los Trabajadores -FIT- aspira a lograr una quinta banca, que podría ponerse en juego si superan el piso de votos obtenido en las PASO.
"Somos una lista conformada por socialistas, pero también por vecinalistas y ambientalistas. Y fundamentalmente por gentev laburante. Trabajadores, emprendedores y profesionales", destacó a El Destape, Juan Manuel Rossi, candidato de la Lista 50 "Podemos Entre Ríos" y presidente del Partido Socialista (PS) de la provincia. El dirigente apuntó que son tres las propuestas centrales del espacio: "Un shock productivo para generar más y mejores condiciones de trabajo; un paquete de iniciativas ambientales, como la Ley de Humedales y una reforma fiscal verde; y proyectos relacionados con el federalismo, especialmente federalizar Salto Grande y la Hidrovía Paraguay - Paraná".
El socialismo ya no es lo que supo ser cuando Hermes Binner fue gobernador de Santa Fe y candidato a presidente, obteniendo un segundo lugar en 2011. Con estrategias disímiles -en Santa Fe, ya sin la provincia y en soledad; en Buenos Aires con el PRO, en otros lugares con aliados del peronismo, por ejemplo- intenta en Entre Ríos sostener su estructura de la mano de la militancia en Paraná y Concepción del Uruguay, los lugares donde más apoyos concita. En las PASO obtuvo casi 28 mil votos y se posicionó en cuarto lugar. Este jueves cerró su campaña en la capital, con una caminata.
La izquierda, por su lado, finalizó su trayecto a las urnas el miércoles por la tarde, en el local del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), partido en el cual se enrola Nadia Burgos, su primera candidata. La reconocida dirigente feminista y ambientalista dialogó con El Destape y aseguró que su espacio debe ir al Congreso porque “es imprescindible tener legisladores de izquierda, frente al pacto que harán Juntos por el Cambio y el Frente de Todos para pagarle al FMI”. Y agregó: “Somos la alternativa, somos los que estamos siempre en la calle defendiendo a los trabajadores. Y queremos llegar a los lugares donde se toman decisiones para seguir construyendo un espacio amplio y de izquierda que pueda gobernar. Necesitamos recuperar la democracia que hoy está en manos de una casta enquistada y al servicio de las corporaciones.
Burgos, que cosechó 27.087 votos en las Primarias, subrayó: “La crisis la deben pagar las que la generaron, que son las corporaciones. No el pueblo. Por eso proponemos un Impuesto a la Riqueza permanente y progresivo y una auditoría urgente de la deuda con el FMI”.
Otras opciones en el cuarto entrerriano
Además del Frente de Todos, Juntos por Entre Ríos, el socialismo y el FTI, otras tres listas estarán presentes en el cuarto oscuro de los entrerrianos el próximo domingo.
Una será la lista de Lucía Varisco, hija del fallecido exintendente de Paraná, Sergio Varisco, condenado a fines de 2019, a poco de dejar su cargo, por vínculos con el narcotráfico. Pese a ser actualmente legisladora de Juntos por el Cambio en la provincia, decidió ir por afuera de Juntos por Entre Ríos, con el sello del Partido FE, fundado por el fallecido dirigente sindical Gerónimo "Momo" Venegas, quien en su momento fuera un aliado de Mauricio Macri.
El Partido Conservador Popular fue el nicho que encontró Miriam Müller, dirigente que se enrola en NOS, espacio liderado a nivel nacional por Juan José Gómez Centurión. Su iniciativa fundamental: oponerse a la ya aprobada ley que brinda un marco legal para que las mujeres interrumpan su embarazo.
Por último, otro sector de la izquierda tiene una alternativa con el Nuevo Movimiento al Socialismo (MAS), encabezado a nivel nacional por Manuel Castañeira, dirigente de Paraná que hace años vive en Buenos Aires. Sin consenso con el FIT, decidieron armar su propia nómina, que en Entre Ríos está encabezada por Federico De Marchi.