"Me preocupa el abstencionismo que se vio en las elecciones en Salta, me parece que estamos hablando poco de eso", alertó el precandidato a diputado del Frente de Todos en CABA, Leandro Santoro, en diálogo con El Destape Radio. La preocupación de Santoro estaba específicamente referida al distrito porteño, en donde, además, el Frente no competirá internamente en las PASO, por lo que es mayor todavía la posibilidad de un elector apático que no concurra a votar. En cambio, el macrismo, mayoritario en Capital, va con tres listas y, en la suma, podría quedar muy lejos en esa primaria. "El gran desafío de la militancia es movilizar a la gente", azuzó Santoro. Por ahora, en la consulta general, los encuestadores no están detectando una abstención mayor que en otros comicios.
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El domingo pasado, en las elecciones provinciales en Salta, no sólo votó apenas el 64% del padrón sino que el voto en blanco fue de nada menos que el 12,1%, colocándose en el tercer lugar de las preferencias electorales. Los consultores habían previsto la apatía del electorado salteño y las pocas ganas de ir a votar de un amplio sector, en donde también jugaba un papel la pandemia y el temor al contagio. Pero fue una sorpresa el nivel de voto en blanco porque se trató de gente que no tuvo temor de ir a votar, pero quiso dejar constancia que no la representaba ninguna de las siete listas que postulaban, que iban desde la derecha a la izquierda del arco político.
"Es un clima de época", analizó Santoro. Hablaba del sentimiento antipolítica que se estaría expandiendo, en especial entre los jóvenes. Interpretó que el episodio de la foto en Olivos podría tener algún impacto entre el electorado porteño, donde los medios tienen mayor influencia. "Hay que tener cuidado que, por bronca, la gente no vaya a votar o vote en blanco en las primarias del mes que viene", explicó. En ese sentido, pidió a la militancia del Frente de Todos redoblar los esfuerzos y que cada votante cuenta. Por eso, pidió a cada uno hablar con la gente más cercana para persuadirla de la importancia de concurrir a las urnas, en especial entre la gente mayor -más temerosa y proclive a quedarse en sus casas- y los más jóvenes -más apáticos y sin entusiasmo-.
Un dato a tener en cuenta es cómo juega el macrismo en ese sentido, siguiendo las tendencias de la derecha internacional. Así como Donald Trump llevó a la democracia estadounidense a una crisis inédita al declarar fraude sin ningún sustento y desconocer su derrota ante Joe Biden, ahora es Jair Bolsonaro quien pone en tensión el sistema brasileño al adelantar en forma absurda también fraude en los comicios del año que viene que él mismo debe organizar. A ellos, como era de suponer, se les sumó Mauricio Macri, quien en las últimas horas alertó sobre la necesidad de que Juntos por el Cambio sume fiscales en la provincia de Buenos Aires para evitar trampas del oficialismo.
Los peligros de la antipolítica
En el búnker del Frente de Todos donde trabajan en la campaña admitían esos peligros dados la situación económica. "Hay mucha malaria y, obviamente, la gente esperaba estar mejor. Por eso se nota desencanto y, en algún sector, una idea antipolítica, de que ninguno sirve", explicaba uno de los especialistas que trabaja en la estrategia. Un párrafo aparte merecía el electorado joven que, así como en algún momento se volcó masivamente al kirchnerismo, hoy no tiene una identificación tan clara. Los especialistas hablan de un sector juvenil atraído hacia la derecha liberal de Javier Milei, quien en su lanzamiento dijo que va a sacar los políticos "a patadas en el culo".
Sin embargo, si bien ven este peligro como muy latente, aseguraban que todavía no era verificable y que la fuerte polarización entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio funciona como movilizadora y disipa la apatía. "No hay que transpolar lo que pasó en las elecciones provinciales en Salta al resto del país porque seguro va a funcionar distinto. Las elecciones nacionales son muy diferentes al resto", comentaban. Respecto al episodio de la foto, si bien era algo que todavía tenía que evaluarse, veían difícil que tuviera consecuencias electorales de aquí a un mes como busca la oposición. "La campaña nunca tuvo un eje en la moral y la vida privada de Alberto Fernández. Hoy la cuestión pasa por la economía y la gente va a ir a votar según como evalúe su situación en ese aspecto", sostenían en el Frente.
Los encuestadores no perciben una apatía o un nivel de voto en blanco mayor al normal a esta altura. "Por ahora no se ve nada de eso en las encuestas", respondió un consultor que cerró trabajos la semana pasada en Capital y provincia de Buenos Aires. Otra encuestadora, que habitualmente realiza sondeos para el peronismo, compartió números de la anterior semana, por cierto, antes de la foto en Olivos. En Provincia le dio un 12% de indecisos con un voto en blanco menor al 3%. A nivel nacional ambos índices subían un poco: 16,5% de indecisos y un 5% de voto en blanco, probablemente producto de una menor polarización. Igual, aseguraban, nada fuera de lo normal. Por el momento.