El virtual veto que le impuso el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, a una candidatura a senador de Agustín Rossi, llevó al ministro de Defensa a la prepararse para una posible PASO en la que competiría en fórmula junto a la actual vicegobernadora Alejandra Rodenas. Quedan todavía dos días para llegar a un acuerdo pero, hasta anoche, esa posibilidad aparecía lejana. Había quienes analizaban que frente a una oposición que viene organizando una primaria con cuatro listas, tampoco estaba tan mal que el oficialismo tuviera su propia interna estas elecciones 2021.
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Como informó El Destape, Perotti pasó el miércoles por la Casa Rosada para reunirse con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, ante quienes defendió su opción para las elecciones: una fórmula con Roberto Mirabella y María de los Angeles Sacnun en busca de su reelección para la Cámara alta y una lista de diputados con representación de todos los sectores. En la Casa Rosada replicaron que, según sus encuestas, Mirabella y Sacnun mostraban poca intención de voto y bajo nivel de conocimiento entre los santafesinos. Por el contrario, Rossi, Rodenas o la directora de Migraciones, Florencia Carignano, aparecían mucho mejor posicionados.
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Perotti directamente vetó a Rossi, aduciendo que si bien era quien tenía mejor intención de voto su techo era bajo por su conocida militancia kirchnerista, en una provincia con mucha influencia de voto del campo. En cambio, argumentó, Mirabella tenía muchas posibilidades de crecer en la medida que avanzara la campaña y se lo identificara con su gestión. En Gobierno no quedaron muy convencidos y dijeron de seguir barajando alternativas antes del cierre. Cafiero le comentó luego a Rossi lo conversado. "Si él me veta armo una lista para competir en las primarias", le adelantó el ministro.
Detrás de escena
En el trasfondo de estas diferencias se esconde la puja por 2023. Sin posibilidades de reelección, Perotti busca instalar a Mirabella como su sucesor para la gobernación. Algunas semanas atrás, el senador encabezó el lanzamiento de la línea "Hacemos por Santa Fe", una copia de lo hecho en Córdoba por Juan Schiaretti. Perotti y Schiaretti comparten asesor, el consultor Guillermo Seita, dueño de la encuestadora Management & Fit. La idea de un "santafesismo" que emulara al "cordobesismo" sería suya.
En cambio, si Rossi va de candidato a senador y gana las elecciones, quedaría instalado como candidato a gobernador. Perotti, en tanto, vería su poder debilitado. O, al menos, es lo que evalúa. En las cercanías de Rossi lo descartaban. "La verdad que es ingrato. Cuando Perotti era el candidato que más medía, Rossi lo bancó y apoyó su postulación. Ahora que el mejor posicionado es Agustín, él lo desconoce y busca imponer un candidato propio", respondían en el entorno del ministro.
También desechaban el planteo que hizo el gobernador en la Casa Rosada acerca del "techo bajo" que, supuestamente, le impediría ganar en la provincia. "Con un electorado tradicionalmente dividido en tercios entre el peronismo, el macrismo y el socialismo, hoy Rossi tiene el 32% de intención de voto. Es decir, que con unos pocos puntos más gana. Y esos puntos se los puede aportar Mirabella si encabeza la lista de diputados", argumentaban. Y ese era el otro punto. Explicaban que su intención no era sacar al delfín del gobernador de las boletas, sino que Mirabella y Sacnun podían tranquilamente encabeza la lista a diputados, con lo que se aseguraban seguir en el Congreso. "Además, si ganamos, Mirabella también se anota en la carrera para la gobernación, si eso es lo que les preocupa", concluían.
La situación se veía de difícil resolución. Si quiere evitar la interna deberá intervenir el presidente Alberto Fernández, quien mantuvo una relación oscilante con Perotti en este año y medio de gestión, que pareció saldada el mes pasado con aquella caminata por los jardines de Olivos. Pero si el gobernador mantiene la intransigencia, casi seguro habrá primarias en un distrito clave para el resultado nacional. Dado que Juntos por el Cambio se encamina a inscribir nada menos que cuatro listas en las que se mezclan figuras mediáticas con radicales históricos, algunos en el oficialismo no lo veían tan mal. "Por lo menos le ponemos algo atractivo a ir a votarnos en las PASO de septiembre. Es algo que también hay que evaluar", sostenía un funcionario.